La reforma laboral fue aprobada y debe ser aplicada, advierte el presidente Chirac
Fracasa reunión del premier francés con sindicatos en busca de salida a la crisis
Cancelar la legislación es la "única respuesta posible", aseveran dirigentes gremiales
Ampliar la imagen En Marsella, estudiantes forman y tachan las iniciales del Contrato de Primer Empleo, mediante el cual las empresas francesas podrán despedir sin justificación a los trabajadores menores de 26 años Foto: Ap
París, 24 de marzo. El primer ministro francés, Dominique de Villepin, y las cinco mayores organizaciones sindicales de Francia fracasaron hoy en su primer intento por hallar una solución a la crisis desatada por la reforma laboral destinada a los jóvenes menores de 26 años, que ha sido objeto de protestas callejeras en los dos últimos meses.
Desde antes de la reunión, el presidente francés, Jacques Chirac, definió su posición en favor de la aplicación de la legislación laboral que creó el Contrato de Primer Empleo (CPE), lo que irritó a los dirigentes sindicales que se reunieron con De Villepin en sus oficinas del Palacio de Matignon.
La convocatoria para la reunión fue hecha el jueves por el primer ministro, después de dos meses de abstenerse de responder a las demandas de sindicatos, estudiantes y políticos de izquierda. La invitación al diálogo fue formulada justo cuando una manifestación de unas 30 mil personas en París terminaba con una lucha campal con la policía, en la explanada de Los Inválidos.
"Cuando una ley ha sido votada, debe ser aplicada, lo que no impide que el gobierno discuta las modalidades", dijo Chirac en Bruselas, adonde viajó para participar en una reunión cumbre de la Unión Europea.
Chirac se refirió así a que el CPE fue aprobado por la cámara de diputados y el senado, los días 8 y 10 de marzo. La legislación, cuya aplicación estaba prevista para "las próximas semanas", quedó en suspenso.
La reforma legal fue propuesta por el primer ministro como parte de una estrategia para responder a la "revuelta de los suburbios", protagonizada en octubre y noviembre pasados por jóvenes de zonas suburbanas marginadas.
Chirac ratificó desde Bruselas su confianza en De Villepin, luego de que miembros del partido en el poder, la derechista Unión por la Mayoría Popular, han expresado su preocupación por las protestas en todo el país, que el sábado pasado atrajeron a millón y medio de personas en 160 localidades.
Durante la reunión de una hora con los líderes sindicales, De Villepin rehusó retirar el CPE, aunque expresó su deseo de proseguir "en los próximos días" las discusiones con los sindicatos.
El dirigente de la Central General de Trabajadores, Bernard Thibault, aseveró que las organizaciones sindicales advirtieron al jefe de gobierno que "la única respuesta posible" a la crisis actual es la cancelación de la reforma laboral.
Con la nueva ley, las empresas podrán despedir sin justificación alguna a los empleados menores de 26 años, siempre que eso ocurra en el plazo de los dos primeros años de contratación. Bajo la legislación vigente en Francia, los empleadores disponen de un mes para el despido injustificado, sin importar la edad.
Al finalizar la reunión, los sindicalistas informaron que "lo único que obtuvimos fue que (De Villepin) reciba rápidamente a las organizaciones de jóvenes, estudiantes de bachillerato y universidades".
Las partes no establecieron la fecha de la próxima reunión, pero De Villepin describió el encuentro como "la primera etapa". Para el martes 28 está prevista una huelga general en todo el país y más protestas callejeras.
Explosión en escuela superior de Mulhouse
Mientras las pláticas ocurrían en París, en la ciudad de Mulhouse, en el este de Francia, un profesor de 40 años murió y una joven resultó gravemente herida en una explosión en la Escuela Nacional Superior de Química, cuyas causas no han sido determinadas.