Más de 200 detenidos; pueden ser encarcelados 5 años
Reprimen policías plantón contra fraude electoral en Bielorrusia
Moscú, 24 de marzo. La céntrica Plaza de Octubre en Minsk, la capital de Bielorrusia, escenario del plantón de los opositores al régimen de Aleksandr Lukashenko en protesta por lo que su líder, Aleksandr Milinkevich, denuncia como fraude electoral, amaneció hoy vacía, sin rastro alguno de los varios centenares de personas ahí reunidas día y noche desde el pasado lunes.
Apenas horas después de haber sido ratificado de modo oficial como ganador de los comicios del domingo anterior, lo que extiende su permanencia en el poder hasta 2011, Lukashenko recurrió a la fuerza para acallar a la oposición, una constante en los 12 años que gobierna con mano dura esa pequeña república eslava de la antigua Unión Soviética.
A las 3 de la mañana con 40 minutos de este viernes, efectivos de la policía antidisturbios rodearon a los inconformes, destruyeron su improvisado albergue de tiendas de campaña y detuvieron a todos los que se encontraban en el sitio, sin distinción de sexo ni edad.
Sometido a porrazos el medio centenar de jóvenes que trató de repeler la incursión policial, la resistencia se volvió simbólica cuando el resto de los manifestantes se sentó en el suelo y formó una cadena humana, en espera de ser arrestados uno a uno.
El operativo de desalojo nocturno, según distintos testimonios, tuvo un saldo de entre 200 y 300 detenidos, que ahora podrían sufrir condenas de hasta cinco años de cárcel, en juicios de ficticia imparcialidad.
Entre los arrestados figuran un hijo del líder opositor Milinkevich, Igor, de 20 años, y varios ciudadanos extranjeros, entre ellos un diplomático polaco con inmunidad, Mariuz Maszkewics, ex embajador en Minsk, así como periodistas de Polonia, Lituania y Georgia.
Hasta el momento, tras la ficha antroponométrica de rigor como potenciales "agentes al servicio de intereses foráneos" y "perturbadores del orden", de acuerdo con la terminología que emplean las autoridades bielorrusas para descalificar a la oposición, sólo recuperaron la libertad los menores de edad y algunas mujeres.
"Se acabó la revolución", reportó el coronel Yuri Podobed, a cargo del desalojo policial, en el noticiario matutino de la televisión bielorrusa, pero no dijo que las detenciones, de manera selectiva, comenzaron el mismo día de la votación.
Organizaciones de derechos humanos bielorrusas calculan que, desde el pasado domingo, habían sido detenidos otros 250 activistas, a razón de varias decenas cada noche, cuando se dirigían a sus casas con la intención de volver al día siguiente a la Plaza de Octubre.
Milinkevich, quien acusó a Lukashenko de encabezar "una simulación de democracia, un gobierno ilegal e ilegítimo que usa sólo el lenguaje de la violencia", convocó para este sábado una nueva manifestación en defensa de "la libertad, la verdad y la justicia".
A raíz del desalojo policial en Minsk, la Unión Europea (UE) pidió hoy "la inmediata liberación" de los opositores y decidió imponer nuevas sanciones contra altos funcionarios de Bielorrusia, que serán precisadas a la brevedad y por primera vez podrían incluir al propio Lukashenko y "los demás responsables del fraude electoral".
Bielorrusia, también se asienta en una declaración de la UE leída hoy al término de la cumbre de primavera en Bruselas por Ursula Plassnik, canciller de Austria, cuyo país tiene la presidencia de este semestre, "es una triste excepción en un continente de sociedades abiertas y democráticas".
El Departamento de Estado estadunidense se mostró "preocupado por la disolución de la manifestación y las detenciones en Minsk", y condenó "todas las acciones del gobierno de Bielorrusia para privar a sus ciudadanos del derecho a expresar pacíficamente sus puntos de vista".
En el otro extremo, el canciller de Rusia, Serguei Lavrov, atribuyó a la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa "un papel de instigador" del conflicto poselectoral en Bielorrusia al "hablar de ilegitimidad mucho antes de los comicios".