El concierto forma parte de las actividades del Festival de México en el Centro Histórico
Jaime López tocará enchufado y acústico en el Teatro de la Ciudad
Próximamente saldrán a la venta sus dos recientes producciones: Arando el aire y Grandes sexitos, anunció
En la tocada también se presentará con su amarrada banda Hotel Garage
Ampliar la imagen El compositor tamaulipeco anunció que se va a autotelonear en su presentación del 30 de marzo Foto: Chava Rock
Ese López, el de Matamoros, quien le compuso un himno a la chilanga banda, quien por su raza hablará El Piporro, quien festejó ayer sus 15 años al revés (51) y quien ahora anda no en boca de todos, sino en producciones de todos: la nueva de Cecilia Toussaint, en la cual la cantante intrepreta temas nuevos y ya conocidos de Jaime López; en la reciente de Betsy Pecanins, Blues en el alma, rapeando y con la rola Orale pues, Gutiérrez, y en el disco tributo a Rigo Tovar, con El testamento. Además, el de la edad del rocanrol sacará dos nuevas producciones: una con su voz, lira y piano, Arando el aire, dentro de seis meses, y otra con su amarrada banda, Hotel Garage, con la que grabó Grandes sexitos, el cual está a unos días de salir a la venta.
Mientras tanto, Jaime López organizará una tocada especial el próximo 30 de marzo, en el Teatro de la Ciudad, en el contexto de las actividades del Festival de México en el Centro Histórico.
-Regresa a los conciertos del Centro Histórico.
-Sí, el 30 de marzo, si es que no me cae un rayo por optimista. Allí con Hotel Garage: Roberto Villamil, José Luis Domínguez, Iván García y yo en el bajo y voz. Me voy a autotelonear; voy a hacer la primera parte solo, acústico, algunas cosas en el piano, una o dos rolas; no sé, el alcohol ya sabes que siempre es más divertino; y luego, la segunda parte enchufada.
-¿Grabó dos discos?
-Sí, son como el concierto; voy a sacar el de la primera parte, Arando el aire, y el de la segunda con Hotel Garage. ¿Me han visto tocar solo y después en grupo?, será algo parecido. Hago que se conecten el solista involuntario con el miembro del grupo, que es lo que siempre me he considerado. No me gusta tocar guitarra acústica y tener un grupo atrás. Algunas canciones sí las puedo tocar solo o con el grupo, pero ahora me he dado el lujo de ver cuáles van a pura lira.
-¿Cómo ve el festival?
-Pues bien, aunque ya ves que Groucho Marx decía que se desconfiara de cualquier club que lo tuviera como miembro. En este caso yo no desconfiaría tanto, agradezco la invitación. Estar en el Teatro de la Ciudad es emocionante, porque sólo he ido como público. He estado en el Auditorio Nacional, en el Palacio de los Deportes, quizá en algún otro escenario de cierta trascendencia; bueno, estuve hasta en el Zócalo como invitado con Café Tacvba, pero como que me faltaba éste; además será un concierto largo. La primera parte va desconectada y la segunda conectada. A ver de qué cuero salen más gonorreas.
El rock es como el esperanto
-¿Qué le ha dejado el rock después de tantos años?
-Muchas cosas. Me enseñó, en principio, a bailar. Bueno, no quiero decir que baile con cierto rigor tovar; bailo como se me antoja, pero bailo. También me ha enseñado a escribir; ha sido mi esperanto. El rock es como el esperanto, es el idioma que todos hemos querido que exista, pero sí existe y se llama rocanrol, así escribas en inglés, en alemán o en español. Por eso no creo mucho en el rock en español. El rock es un idioma, y al final de cuentas tienes, de Alemania, a Nina Hagen; de Jamaica, a Bob Marley; de México, a Ritchie Valens, por decir lo más significativo; igual podría decir Caetano Veloso, de Brasil. Hay otros géneros que aparentemente no tendrían que ver con el rock, pero sí. Por ejemplo, para mí el mejor cantante de rock en España fue y sigue siendo, aunque ya murió, Camarón de la Isla; él era más que nada un gitano que cantaba flamenco, y siempre dijo que el rock y el flamenco tenían algo en común: el grito. Entonces también me enseñó a gritar y a saber gritar, porque si no sabes te quedas sin voz. Sobre todo me enseñó a coger.
-¿Con las mujeres y las guitarras?
-Con las mujeres y con las guitarras. Aunque luego uno no sabe quién se coge a quién.
-¿Siempre ha estado a contracorriente?
-Naturalmente. En este país uno siempre está a contracorriente; no me quejo tanto. El problema no es estar a contracorriente, sino que en las aguas que se suponen más propicias también tengas que nadar a contracorriente; eso ya es el colmo. Bueno, insisto en que un gran problema con la música en este país, con la que está a la venta, que puede ser desde blues hasta balada, es que existe la costumbre de vender más lo fácil que lo difícil; hay una gran desproporción. En el momento en que estemos encima de la tradición de vender lo fácil se hablará de la música en otros sentidos, empezaremos otra vez a exportar, como lo hacíamos en los años 60.
Rigo es amor
Además de las nuevas producciones de Jaime López, esta semana empieza a circular Rigo es amor, disco homenaje a Rigo Tovar, el cual cierra con El testamento. La presencia de López dignifica el tributo, pues entre los 17 participantes (Eric Rubín, Dildo, Los Amigos Invisibles y Volován, entre otros), seguramente por sus tornamesas nunca pasó el de Matamoros. "Espero que sí me incluyan, pues dieron una lana para producirla. Bon hizo los arreglos y yo la eché a perder. Le hice una introducción y algunos rapeos rapaces. Todos somos Rigo. Me dieron a escoger y elegí la de El testamento. Ahorita esa es realismo socialista o realismo sexualista; ahora sí que me dejó, en este caso, las deudas internas. Rigo aportó mucho a la música. Fue un tipo que incursionó en el rock; cualquier persona que haya nacido en Matamoros lo sabe, y llevó eso al terreno tropical. Se escucha en todas las primeras grabaciones con su Costa Azul, unos musicazos, contrario a lo que se pensaba, que la música tropical estaba hecha por ineptos. Rigo vino a reajustar estas tuercas", afirma López.
Respecto a los discos tributo afirma categóricamente: "Si es para uno, lo rechazo. En primera no me he muerto", pero si es para un difunto, "entonces es más que el tributo. Es como invitar al funeral de alguien al estilo Nueva Orleáns, a echar desmadre; ese es el primer atractivo de un tributo. Rigo es mi paisano: Rigorensky Tovarovich. Entonces dije 'cómo no, le entro, con gusto, aunque me paguen'. Espero no ir a un tributo mío, porque no pienso ir ni a mi funeral". Es por eso que ya escribió su epitafio: "Aquí yace Jaime López, a quien le fusilaron el corazón para que no amara, pero se olvidaron de cortarle el... aguas cuando su alma pene".
Jaime López estará el jueves 30 de marzo en el Teatro de la Ciudad (Donceles 36, Centro, a dos cuadras de la estación del Metro Allende. 5510 2197 / 5325 9000). 20:30 hs. $80, $100, $150 y $250.