Concibe el presidente del gobierno español una hoja de ruta de 3 puntos básicos
Decisivo para un diálogo con ETA, el apoyo del PP: Rodríguez Zapatero
"Quiero ser constructivo, pero sin pagar ningún precio" al grupo armado, señala Rajoy
Ampliar la imagen José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del gobierno español, ante el Parlamento en Madrid hace unos días, luego del anuncio del cese el fuego de ETA. Al centro, el líder del opositor Partido Popular Mariano Rajoy, que se entrevistará mañana con el jefe de gobierno para discutir sobre un eventual proceso de paz. A la derecha, la madre de un miembro del grupo armado preso, en una marcha ayer en Biarritz, Francia Foto: Ap
Madrid, 26 de marzo. El presidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder del opositor y conservador Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, se declararon dispuestos a trabajar juntos para lograr el fin de ETA y avanzar en un proceso de paz para el cual, dijo el mandatario, ya tiene concebida una hoja de ruta.
En entrevista concedida al diario El País, la primera después del alto el fuego permanente que declaró la organización separatista vasca a partir del pasado viernes 24, Rodríguez Zapatero consideró que Arnaldo Otegi, líder de la coalición vasca Batasuna, proscrita por ser considerada brazo político de ETA, "ha mantenido un discurso en favor de la esperanza de paz, y es fundamental que la izquierda abertzale (nacionalista) participe en el proceso de la paz".
Sobre la hoja de ruta que seguirá su gobierno en un eventual diálogo de paz, Rodríguez Zapatero indicó que hay tres puntos básicos y un método. Este último, dijo, se refiere a la unidad de los demócratas, que calificó como básico e imprescindible.
El plan a seguir
El primer punto de la hoja de ruta consiste en comprobar que se está ante el fin de la violencia; segundo, que la política sólo se puede hacer desde la política y de las reglas democráticas y desde las leyes y que todo el mundo cabe en la democracia.
Tercero, añadió, "tenemos un aspecto fundamental que tiene que ver con todas las personas que han estado implicadas en las acciones terroristas, terreno que será lógicamente difícil, que llevará tiempo y que exigirá, de manera esencial, el concurso de todas las fuerzas políticas, de la opinión pública, de la sociedad y, por último, la tarea a plazo más largo, que es refundar la convivencia social en Euskadi".
No obstante, advirtió que tomará unos meses, hasta el verano, para verificar la voluntad inequívoca de ETA de renunciar a la violencia. Consideró que ese será un margen razonable para abrir el diálogo y, en su caso, la negociación con la organización armada si las fuerzas políticas así lo estiman conveniente.
"Hemos expresado que el proceso será largo, duro y difícil. Como todo el mundo puede comprender, hablamos de 40 años de violencia, de muchas personas implicadas en la violencia, y aunque mi deseo es que no haya ningún accidente, nadie puede descartarlo", comentó.
Pero, insistió, la parte más decisiva para un diálogo entre el gobierno y ETA es el concurso de todas las fuerzas y, muy especialmente, del PP.
Para Rodríguez Zapatero, la cooperación o colaboración entre los dos principales partidos -el suyo, el Socialista Obrero Español (PSOE) y el PP- es una de las claves del éxito para el fin de la violencia".
Así, manifestó su confianza en que obtendrá el apoyo del PP y de su líder, Mariano Rajoy, con quien se entrevistará el martes.
"Quiero ser constructivo para ayudar al gobierno a lograr el fin de ETA", afirmó a su vez Rajoy, en entrevista con el diario catalán La Vanguardia, pero insistió en que no se puede pagar ningún precio político a ETA a cambio del abandono de la violencia.
"No se puede caer en el síndrome de Estocolmo. Lo que me gustaría decir a los españoles es que a ETA no se le debe nada", subrayó.
El PP ya había anticipado que no se sentará con Batasuna, e incluso el miércoles, cuando ETA dio a conocer su comunicado de una tregua permanente, Rajoy señaló que dicho anuncio era solamente una pausa en la actividad criminal.
El presidente del gobierno reiteró que "hay buenas condiciones para que el alto al fuego permanente sea el principio del fin", si bien reconoció que aún falta "un recorrido que exige gran inteligencia política, gran cautela".
A la pregunta sobre qué hace la diferencia entre esta declaración de alto el fuego de ETA y las anteriores, explicó que hay tres elementos.
El primero, señaló, es que es la primera vez que ETA hace un alto el fuego permanente, con el significado que ese término tiene, con la evocación manifiesta de lo que fue la declaración del Ejército Republicano Irlandés (ERI), en Irlanda del Norte, en 1994.
El segundo es la propia explicación del alto el fuego permanente, de la voluntad de abrir un proceso democrático, y el hecho de que el lenguaje y los contenidos son inéditos en las expresiones de ETA.
El tercero es que es fruto de un proceso de tres años sin víctimas mortales y, seguramente, estimó, de una reflexión profunda de todo lo que se puede llamar izquierda abertzale.
Rodríguez Zapatero consideró que Batasuna debe reorganizarse políticamente y que abiertamente deje atrás su justificación de la violencia. No hay que derogar la Ley de Partidos, al contrario, hay que cumplirla mediante la renuncia a cualquier uso de la violencia, dijo al aludir a la legislación por la que se proscribió a Batasuna.
Destacó que se deberán respetar las leyes y a los jueces, pues dentro de unos días Otegi deberá a comparecer ante un juez que podría eventualmente decretar su ingreso en prisión.
Rodríguez Zapatero anunció también que en los próximos días va a hablar con el lehendakari (el presidente del País Vasco) Juan José Ibarretxe, quien decidió aplazar hasta después del verano la convocatoria a la mesa de partidos.
Al respecto consideró que en la medida en que se confirme que ETA dejó la lucha armada, aunado a un compromiso de la izquierda abertzale con los métodos democráticos, se producirá un nuevo escenario político que deberá inspirarse en la búsqueda de un gran consenso de todas las fuerzas políticas para plantear el futuro político de Euskadi.
El rey Juan Carlos, por otra parte, advirtió que ante el anuncio de ETA "hay que tener cautela y esperar", al igual que lo hizo el juez de la Audiencia Nacional, Juan Baltazar Garzón, quien consideró que la organización separatista buscará sacar la máxima ventaja posible.
En Francia, durante una asamblea general extraordinaria de la asociación vasca Etxerat (presos a casa), en Biarritz, cuatro de sus miembros, todas mujeres, llamaron a las autoridades francesas a responder en una vía positiva al anuncio de ETA de un alto al fuego permanente.