Peronismo que fue, peronismo ¿qué es?
Ex presidente Carlos Menem: "Esta es una deuda que Argentina está pagando a la humanidad..." (1992)
Presidente Néstor Kirchner: "No se trataba de excesos. Era un plan criminal..." (2006)
Menem: "... el conocimiento de la verdad a través de esta información es un aporte inmenso desde el punto de vista de la ética y la justicia" (idem).
Kirchner: "Lamentablemente, los principales dueños de este modelo no han sufrido castigo alguno" (id.)
Menem aludía a la apertura de los archivos de criminales de guerra nazis refugiados en Argentina. Kirchner se refería a "... la más cruenta experiencia antidemocrática que la patria haya padecido", durante los actos del trigésimo aniversario de la dictadura militar (1976-1983).
Para Menem, la deuda con el pueblo judío no era la misma que debía a los argentinos, calificando de "repugnante" la actitud de "... aquellos que quieren reflotar el pasado". El olvido y el silencio que el ex gobernante proponía como cicatrizante en el caso del genocidio argentino era opuesto al remedio que reivindicaba para el caso del genocidio nazi.
Kirchner cuestionó la teoría de los "dos demonios", que homologa la metodología represiva con la acción de los grupos políticos armados: "La mayoría de las víctimas -dijo- eran jóvenes que luchaban por la independencia económica, la soberanía política y la justicia social".
Cuando en 1995 un ex capitán de navío confirmó que más de mil personas detenidas en la Escuela de Mecánica de la Armada (Esma) fueron arrojadas al mar desde aviones, Menem declaró: "El pueblo argentino no quiere seguir escuchando..."
El viernes pasado, en el patio de honor del Colegio Militar, Kirchner develó una placa de bronce con la inscripción "Nunca más al golpe y el terrorismo de Estado". Manifestó: "... no puede haber reconciliación si hay resquicios de impunidad... sólo castigando a los culpables se liberará de culpa a los inocentes".
Menem defendió el ascenso de los torturadores de la Esma calificándolos de "soldados de una guerra sucia que pelearon en el bando que defendía la ley". Y a los represores aconsejó que se arrepientan ante Dios: "se buscan un sacerdote, se confiesan, y a otra cosa" (Página 12, Buenos Aires, 29/3/95).
Sin olvidar ni perdonar, Kirchner propuso una cultura política nueva y se preguntó si en lo monstruoso de lo militar la sociedad civil tenía algo que decir, recordando la complicidad de la prensa, la Iglesia y la clase política "... cada vez que se subvertía el orden en la historia argentina".
Los moneros Rudy y Daniel Paz (Página 12, 24/03/06) resumieron el drama. Un personaje dice a un general parecido a Videla:
-Hace 30 años la gente pedía a gritos que alguien asuma el poder para terminar con el caos y llevar el país hacia la grandeza.
Videla: -¿Y entonces por qué asumimos nosotros?
El golpe militar que en 1930 acabó con el segundo gobierno del radical Hipólito Irigoyen hubiese fracasado sin la complicidad del ala derechista de su propio partido. Idem con el que derrocó al peronismo en septiembre de 1955 y marzo de 1976.
Ante los movimientos nacionales y populares de América Latina la izquierda ortodoxa sostiene que sólo con "independencia de clase" es posible avanzar hacia la revolución. Pero entonces, y justamente por esto, la derecha tradicional despliega con facilidad la "dominación de clase" en el interior de estos movimientos, conjurando sus potenciales contenidos revolucionarios.
Indefensión de la izquierda sin identidad, impunidad de la derecha sin piedad. Fragmentada, la izquierda siempre dudará qué quiere y adónde va. Monolítica, la derecha siempre sabrá qué quiere y adónde va. Medio siglo de voluntarismo ideológico y represión feroz condicionaron el vaivén de las luchas sociales argentinas que buscaban su lugar en la lucha antimperialista mundial.
Menem y Kirchner. Dos generaciones. Ambas, del mismo partido. Ambas, ideológica y conceptualmente distintas. Cuando Menem gobernaba con alto índice de popularidad, los grupos oligárquicos festejaban las "relaciones carnales" (sic) con Estados Unidos (1989-1999). Ahora que Kirchner gobierna con igual índice de popularidad, están amargados.
La prensa y los intelectuales "libres" jamás acusaron a Menem de "autoritario" y "populista". Hoy, acusan a Kirchner de "autoritario" y "populista". Lugar común: ¡qué difícil de entender la política argentina!
¿Será más fácil entender aquel genocidio que en defensa de la "patria" y la "soberanía" asesinó a 30 mil argentinos? ¿O será más fácil entender aquella "democracia" que en "estado de derecho" hizo a un lado las nociones de patria y soberanía, completó la subasta del país y sumergió a millones de argentinos en la pobreza y la desocupación?