Exige Bush a líderes chiítas no designar primer ministro a Ibrahim Jaafari
Sitian tropas estadunidenses e iraquíes la ciudad de Baiji en busca de "terroristas"
Ampliar la imagen El cuerpo de una iraquí yace en el hospital Yarmouk de Bagdad, encontrado junto con tres cadáveres de hombres en el barrio de Amiriya Foto: Reuters
Bagdad, 28 de marzo. La policía iraquí encontró 14 cuerpos en el distrito de Hay al Adil, al oeste de la capital, mientras tropas de Irak y Estados Unidos sitiaron la ciudad de Baiji en busca de presuntos terroristas, en tanto que el presidente George W. Bush demandó a los dirigentes chiítas elegir a otra persona para el cargo de primer ministro en lugar de Ibrahim Jaafari.
Según las autoridades, los 14 cadáveres tenían los ojos vendados y su identidad se desconoce. Funcionarios estadunidenses e iraquíes afirman que decenas de personas mueren a diario en enfrentamientos sectarios que se incrementaron desde el bombardeo a la mezquita chiíta del Domo Dorado, en Samarra, hace un mes.
En tanto, la violencia dejó hoy nueve iraquíes muertos y 29 heridos, al norte, sur del país y en la capital iraquí, mientras soldados y policías establecieron un cerco a la norteña ciudad de Baiji, en busca de terroristas, informaron las autoridades.
El jefe del comando central de las fuerzas estadunidenses, general John Abizaid, dijo en Ammán que los servicios secretos de Irán actúan en Irak, en cuyo territorio "se han introducido sustancias explosivas de fabricación iraní".
Además, declaró a Afp que el ejército de su país empezó a retirar los primeros soldados de los 130 mil presentes en la nación árabe y cedió varias zonas militares a las fuerzas armadas iraquíes, que controlan "cerca de la mitad de Bagdad", pero no especificó su número.
Los líderes iraquíes mantuvieron nuevas negociaciones sin signos de progreso en su intento por consensuar la formación de un gobierno de unidad nacional.
El líder sunita Adnan Dulaimi admitió tras la nueva ronda de negociaciones para formar gobierno que "todavía no se ha empezado a examinar la atribución de los cargos ministeriales".
Los negociadores chiítas acudieron a las reuniones, tras haberse ausentado el lunes para protestar por el ataque de la víspera contra la mezquita de Mustafá, que causó 16 muertos entre su comunidad y del que acusaron al ejército estadunidense.
El Pentágono reconoció que en el conjunto de edificios en Bagdad contra el que lanzó el ataque había una sala de oración, pero afirmó que las fuerzas iraquíes y de Estados Unidos no lo sabían.
"Cuando entraron a la zona, encontraron un edificio con un pequeño minarete y una sala de oración. Algunas personas llaman a eso una mezquita", declaró Peter Pace, jefe del estado mayor conjunto de las fuerzas armadas estadunidenses, en conferencia de prensa en Washington.
"En el interior, (el ejército) encontró un rehén", dijo Pace, quien insistió en que las fuerzas iraquíes e estadunidenses eran atacadas por los insurgentes.
Los soldados "también hallaron a por lo menos dos personas con rastros de explosivos en sus dedos", dijo por su parte el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld.
El presidente Bush escribió una carta al líder chiíta, Abdul Aziz Hakim, y le pidió que nomine a otra persona para primer ministro en lugar de Ibrahim Jaafari.
"Los estadunidenses están muy convencidos de esto. No quieren a Jaafari", indicó una fuente oficial de Estados Unidos.
Además, Bush se esforzó en dar una imagen de una administración enteramente pendiente de Irak, e insistió en "el progreso constante" de la nación ocupada.
De su lado, el primer ministro británico, Tony Blair, calificó de "muy estimulante" la situación política en Irak y defendió la intervención en el país, en conferencia de prensa conjunta con su homólogo australiano John Howard.