La dictadura espió al escritor Eduardo Galeano, según documentos desclasificados
Condecora el gobierno argentino al obispo emérito brasileño Paulo Evaristo Arns
Buenos Aires, 28 de marzo. En el contexto de las actividades por el 30 aniversario del golpe militar que el 24 de marzo de 1976 instaló la dictadura más criminal que recuerde el país, el gobierno argentino condecoró ayer en San Pablo, Brasil, al arzobispo emérito de esa ciudad, Paulo Evaristo Arns, con la Orden del Libertador General San Martín por su lucha a favor de los derechos humanos en América Latina, y su ayuda a los argentinos perseguidos por los dictadores en aquel largo tiempo hasta 1983.
Asimismo, las investigaciones realizadas en los archivos de los servicios de inteligencia de la policía bonaerense, ahora en manos de la Comisión por la Memoria (CPM), creada en la provincia de Buenos Aires y con sede en La Plata, capital de la misma, han permitido encontrar los legajos referidos a escritores locales y extranjeros, que estaban bajo espionaje y seguimiento.
Entre ellos figuran Eduardo Galeano, de Uruguay; Haroldo Conti, Roberto Tito Cossa y otros. Hay una serie de legajos con pormenores tales como que "Las venas abiertas de América Latina (de Galeano) es pasible de censura por constituir un elemento de enseñanza y adoctrinamiento marxista".
Entre los motivos que señala el informante -cita hoy Silvina Friera en la sección Cultura del diario Página 12- se destacan: "La exaltación de Túpac Amaru como 'padre de todos los pobres y de todos los miserables desvalidos' y las citas de Marx, de Engels, de Lenin y de Perón".
El informante concluye: "Si bien el libro está basado en hechos y circunstancias reales, y su fundamentación es bastante extensa, la utilización de estos elementos es tendenciosa y observada desde el punto de vista materialista (marxista), donde la unilateralidad lleva a la causalidad a desvirtuarse y diluirse".
En este aspecto se puede observar que los que espiaban a los escritores eran sin duda otros escritores, o alguien con una redacción nada similar a lo que se pudo ver en los Archivos del Horror de Paraguay.
En el caso de Cossa -dramaturgo de larga trayectoria política- se advierte que el trabajo de inteligencia comenzó mucho antes de 1976 porque hay citas típicas de la persecución anticomunista (tipo guerra fría) que datan de fines de los años 50, así como su firma en una declaración de Casa de las Américas, de Cuba, el 31 de agosto de 1965, contra la invasión y ocupación estadunidense de República Dominicana.
Ese es el tenor de varios de los legajos que ya pueden ser analizados, desde que la Comisión de la Memoria de La Plata, que realiza un importantísimo trabajo de recopilación, fue depositaria de los archivos en 2000 y comenzó a abrirlos en 2003.
Esos legajos referidos a cultura muestran espionajes, seguimientos, informes secretos, fundamento de censuras y prohibiciones y también de persecución y cárcel en diversos periodos, y secuestro y muerte de otros como lo muestra el caso del escritor Haroldo Conti, desaparecido en mayo de 1976.
El archivo fue cedido a la CPM por 99 años y en este momento se están desclasificando y digitalizando una serie de documentos "secretos y confidenciales".
Por otra parte, la apertura de nuevos documentos desclasificados por Estados Unidos en vísperas del 30 aniversario del golpe, dados a conocer por el National Security Archive de ese país, aporta una serie de datos aunque ya varios estaban en manos de investigadores, pero agregan elementos en algunos casos emblemáticos.
Entre ellos, la operación clandestina para capturar, secuestrar, detener y desaparecer a los uruguayos Jorge Zaffaroni y su esposa María Islas, que también figura en investigaciones de los organismos de derechos humanos, en juicios y libros sobre la Operación Cóndor, esquema de coordinación represiva de las dictaduras del Cono Sur.
Podría decirse que en todo caso cierra el círculo con la precisión que dan los propios criminales. De acuerdo con esos informes, en mayo de 1976 la dirección de inteligencia de la dictadura uruguaya (1973-1985) envió un documento -en el estilo común en lo que fueron las transmisiones de la Operación Cóndor- a sus colegas del Cono Sur.
Allí -como en otros varios casos que se pudieron reconstruir e a partir de los Archivos del Horror, encontrado en Paraguay en 1992- se puede ver el listado donde figuran el matrimonio Zaffaroni y 60 militantes a los que en los documentos se menciona como "guerrilla OPR-33".
Sobre este mismo tema, otro de los informes citados corresponde a una fuente confidencial, donde ya se advierte que la información enviada por los servicios de inteligencia de Uruguay a su par argentina se deriva en la orden de ésta para que el temible Batallón de Inteligencia 601 plagie al matrimonio Zaffaroni y a otros. La pareja de uruguayos fue entregada a Uruguay y luego desapareció.
Dentro de este ajedrez de muerte, en los archivos de Paraguay se encontró una carpeta sobre el secuestro de la niña Marina Zafaroni Islas, hija del matrimonio.
En la misma documentación aparece un informe al ex dictador Alfredo Stroessner sobre la presencia de Miguel Angel Furci (de la Secretaría de Inteligencia del Estado argentino), quien estaba refugiado en Paraguay, con una niña hija de desaparecidos adoptada ilegalmente, que sería Marina.
De ahí en adelante la lucha de la familia de ambos desaparecidos es parte de otra de las tragedias de esos tiempos.
Otros datos han surgido, suficientes para ir cerrando varios casos y para dar un vuelco en algunas investigaciones, además de definir cuántos uruguayos secuestrados fueron entregados a Uruguay en ese país y cuáles están desaparecidos en Argentina entre una lista de más de un centenar.
La posibilidad, ahora en Argentina, de acceder a archivos podrá dejar ver algunos cabos sueltos. "Y así la ronda de la verdad sigue cada día más activa", como señalan las madres de Plaza de Mayo.