Abordan la seguridad biotecnológica en conferencia del Protocolo de Cartagena
Acuerdan crear una base de datos para cargamentos de transgénicos
Ampliar la imagen Con el pacto habrá información de las zonas donde se cultivan transgénicos Foto: Archivo
En la Conferencia de las Partes del Protocolo de Cartagena sobre seguridad biotecnológica se acordó que los cargamentos de transgénicos transfronterizos establezcan, en un centro de información, los datos del material que manejan y la zona donde se cultiva, lo cual, según organizaciones ambientalistas, significa un acuerdo débil.
Si se hubiera logrado que los cargamentos contaran con esta información se podría detectar el material. De esa forma se podría identificar, con mayor rapidez, las características de esos organismos modificados para establecer medidas de precaución, en caso de accidentes como el ocurrido en Veracruz, donde se descarriló un tren con 270 toneladas de maíz transgénico.
Areli Carreón, de Greenpeace, sostuvo que después de dos años sin consenso en el etiquetado de transgénicos se logró un acuerdo insuficiente para controlar esos productos, sobre todo en países del sur.
La Comisión Intersecretarial de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Modificados (Cibiogem), en voz de su secretario ejecutivo, Marco Antonio Meraz, presentó en la reunión una propuesta que considera el establecimiento de un centro específico de información en el que se concentrarían los datos acerca de los materiales que se siembran en los ciclos agrícolas y las regiones donde se cultivan.
El pasado 17 de marzo se obtuvo un acuerdo de los países miembros del Protocolo de Cartagena, en relación con los requisitos de información que deberán de acompañar a los embarques de organismos vivos modificados destinados al consumo humano, animal o procesamiento.
Para Greenpeace el compromiso que se logró en el último minuto dará un poco más de información, aunque no la suficiente a los países importadores de granos, sobre todo a los más pobres. Señaló que México pugnó por un etiquetado vago, lo cual no facilitaba el consenso.
En la reunión de los grupos de trabajo se bloqueó la autorización de la tecnología Terminator -semillas diseñadas para ser estériles- que promovían las trasnacionales productoras de transgénicos. En la sesión del viernes 24 se decidió de forma unánime eliminar el párrafo de la recomendación para permitir pruebas de campo y evaluación de riesgos de esa tecnología.
Australia, Canadá y Nueva Zelanda, así como el gobierno de Estados Unidos -que no forma parte del Protocolo de Cartagena- y empresas biotecnológicas, encabezaron los esfuerzos para que las semillas Terminator fueran cultivadas experimentalmente.
En la reunión ministerial, México planteó la necesidad de regular el acceso a los recursos genéticos y garantizar que las comunidades de donde se extraen participen de los beneficios que generan, al ser utilizados para la elaboración de productos como medicinas, cosméticos y colorantes.