¿Qué es lo que se censura?, se preguntó la actriz
Molestó que el cartel de Rosario Tijeras causara deseo: Martínez
Ampliar la imagen Flora Martínez, protagonista de Rosario Tijeras, en Guadalajara Foto: Arturo Campos Cedillo
Guadalajara, Jal., 28 de marzo. Ante la censura que el ayuntamiento de Guadalajara impuso a los anuncios espectaculares de la película Rosario Tijeras -motivada por supuestas quejas de un sector de la sociedad-, la actriz colombiana Flora Martínez preguntó: "¿Qué se censura? ¿Un cuerpo desnudo? ¿Eso es lógico? ¿Cómo se hace para aceptar un político corrupto? ¿Les molesta el deseo, el sexo? Eso es lo que se censura: sentir deseo".
Muchas preguntas que en sí mismas tienen la respuesta. "Yo, por lo menos, no censuro. ¿Les molesta que esa imagen cause deseo? Habría que preguntar qué es la moral. Para mí lo que está mal es decir mentiras, ofender al otro injustamente, matar, robar. Creo que si los seres humanos tuvieran más amor por su cuerpo, por sus senos, por su cola, por su coño; si se amaran y respetaran el mundo estaría mejor.
"Hay otras cosas que no sirven de nada, como la política. Rosario, mi personaje, tiene una moral de acuerdo con el hecho de que su padrastro la viola, es pobre, su mamá la cela y crece en un mundo donde el narco le da dinero por su cuerpo hermoso, por sus tetas, por su sexo. Eso le permite ganar un dinero para su familia; ella aporta la única entrada para mantener una familia. La historia de Rosario Tijeras es triste, es fuerte, pero es real.
"Su vida es pornográfica. Lo porno no está en el afiche que nosotros estamos presentando", precisó.
Añadió que le costó trabajo, pero que ya se ha desprendido del personaje. "Pude representarla porque sentía su mismo dolor, su misma soledad, porque me proyectaba con sus pobres y con las mujeres que son violentadas y que no tienen fuerza para expresar lo que sienten. Me compenetré, pero Flora no ha sido violada por su padrastro, ni celada por su madre. No soy Rosario Tijeras."
Sobre el libro homónimo de Jorge Franco y la película, dijo que el director Emilio Maillé "entendió el dolor de Rosario y me halló a mí... Lo admiro porque tuvo los güevos para irse a Medellín, que no es su ciudad, a filmar esta película",
Para Maillé, la censura a los anuncios promocionales tuvo que aceptarse porque si no retiraban la película. El estreno es con 150 copias. "Rosario exporta un país con un corazón enorme."