El caso es por los asesinatos en Argentina de dos legisladores y dos tupamaros
Desarchivan causa contra el ex dictador uruguayo Juan María Bordaberry
El Tribunal de Apelaciones amplió en un tercio el periodo de prescripción del delito
Ampliar la imagen Los restos del profesor Fernando Miranda, secuestrado y asesinado por el régimen militar uruguayo en 1975, fueron velados ayer en la Sala de Derechos Humanos de la Universidad de la República y trasladados después al cementerio de La Teja
Montevideo, 30 de marzo. Un Tribunal de Apelaciones desarchivó hoy la causa por coautoría de homicidio contra el ex dictador uruguayo Juan María Bordaberry y el ex canciller Juan Carlos Blanco, en torno a los asesinatos de los legisladores Zelmar Michelini y Héctor Gutiérrez Ruiz y de dos guerrilleros tupamaros en Buenos Aires en 1976.
El caso había sido archivado en septiembre de 2005 por el juez Roberto Timbal, al considerar que esos asesinatos, ocurridos casi 30 años atrás, cuando Uruguay y Argentina eran gobernados por dictaduras militares, habían prescrito. La fiscal penal Mirtha Guianze presentó entonces un recurso de apelación.
El Tribunal de Apelaciones consideró que se debe ampliar en un tercio el periodo de prescripción, como prevé la ley cuando se presume que los responsables son "peligrosos", y que la prescripción debe contabilizarse desde 1985, cuando se reinstaló la democracia tras una dictadura de 12 años (1973-1985), porque en ese periodo no habían garantías para investigar denuncias, señala el fallo.
Los jueces del tribunal -Alfredo Gómez Tedeschi, William Corujo y José Balcaldi- coincidieron en que cuatro homicidios de ciudadanos uruguayos por móviles políticos justifican el aumento en un tercio del periodo de prescripción.
Aunque, los jueces no se pronunciaron acerca de la eventual responsabilidad de Bordaberry y Blanco en esos asesinatos. Ahora el juez Timbal deberá resolver sobre el pedido de procesamiento presentado por la fiscal Guianze contra Bordaberry y Blanco por coautoría de homicidio.
Los legisladores uruguayos, Zelmar Michelini y Héctor Gutiérrez Ruiz, y los militantes tupamaros William Whitelaw y Rosario Barreto fueron asesinados en Buenos Aires el 20 de mayo de 1976 por un comando militar uruguayo, supuestamente con anuencia de Bordaberry, entonces presidente de facto, y de Blanco, su canciller.
Asimismo, hace dos semanas, un Tribunal de Apelaciones dispuso continuar con las actuaciones judiciales contra Bordaberry (1972-76) por atentado a la Constitución, homicidios y desapariciones forzosas, luego de que el expediente había sido archivado por la juez Fanny Canessa, que había considerado los cargos como "cosa juzgada".
Bordaberry, de 77 años, electo en comicios en 1971, asumió en marzo de 1972, y en junio de 1973 recurrió a las fuerzas armadas para disolver el Parlamento e instaurar una dictadura. Los militares lo destituyeron en 1976, y el régimen castrense se extendió hasta 1985.
Además de violación la Constitución, el ex dictador es acusado por su presunta responsabilidad en el asesinato, en abril 1972, de ocho militantes comunistas a manos de las fuerzas de seguridad.
Funeral de un profesor desaparecido en 1975
En tanto, cientos de uruguayos despidieron este jueves los restos del profesor de derecho Fernando Miranda, un desaparecido durante la dictadura militar, en cuyo acto de velación estuvieron el presidente Tabaré Vázquez, el canciller Reinaldo Gargano, y el secretario de la Presidencia Gonzalo Fernández, que saludaron a la familia.
Los restos de Miranda, que tenía 56 años cuando siendo un militante comunista fue secuestrado y asesinado por la dictadura en 1975, fueron velados en la sala de Derechos Humanos de la Universidad de la República y posteriormente se llevó a cabo el sepelio en el cementerio de La Teja, que se ubica en la zona noroeste de la capital uruguaya.
El esqueleto de Miranda fue hallado en diciembre pasado en los terrenos de un batallón militar en Montevideo, donde el ejército informó al presidente Vázquez que se habían enterrado cuerpos de detenidos desaparecidos en la época de la dictadura. Poco antes, la fuerza área dio pistas para rescatar el cadaver de otro desaparecido.