Abrirán exposición sobre ritos sacrificiales en la Pirámide de la Luna

Los entierros hallados en Teotihuacán llegan por primera vez al Templo Mayor

ANA MONICA RODRIGUEZ

Más de un centenar de vestigios teotihuacanos procedentes de cinco depósitos rituales integran la exposición Sacrificios de consagración en la Pirámide de la Luna, que incluye la reconstrucción de la ofrenda de 12 individuos sacrificados, descubiertos en 2004 dentro de la estructura prehispánica ubicada en Teotihuacán.

A raíz de los hallazgos durante el desarrollo del Proyecto Pirámide de la Luna, que encabezan desde 1998 los arqueólogos e investigadores Saburo Sugiyama, Rubén Cabrera y Gregory Pereira, la muestra que se inaugurará el 6 de abril en el Museo del Templo Mayor, exhibirá entre una selección de los cuantiosos hallazgos en Teotihuacán, 12 esqueletos humanos y otro número igual de fauna.

De las 110 piezas prehispánicas que se montarán en el recinto, 73 pertenecen al entierro 6, que se exhiben por primera vez, y 37 fueron restauradas.

También de esa séptima y última temporada de campo, que concluyó en 2004 en la Pirámide de la Luna, se montará una ''espectacular" figura antropomorfa poco común, de mosaico, que fue restaurada y está ''elaborada con alrededor de 300 teselas de serpentina verde, así como por diminutas aplicaciones de obsidiana que forman una diadema, plaquitas de piedra rosada que pertenecían a los labios y minúsculos rectángulos de piedra verde bordean sus ojos".

Collares elaborados en placas de conchas y rematados con imitación de maxilares, además de dos figuras antropomorfas de individuos sentados en flor de loto, ajuares, orejeras y narigueras, serán expuestas en las vitrinas del recinto hasta julio, con el guión científico de Saburo Sugiyama y de Leonardo López Luján.

Ofrenda de 12 individuos

Sobre Sacrificios de consagración... que se abrirá en el contexto del Festival de México en el Centro Histórico, la arqueóloga y curadora Ximena Chávez explicó que los objetos prehispánicos que integran la muestra temporal no sólo pertenecen a hallazgos de temporadas pasadas en el edificio lunar, sino a la más reciente, que culminó en 2004.

Dicha excavación arrojó la particular ofrenda en la cual estaban 12 individuos sacrificados, 10 decapitados y dos formando un segundo grupo, cuyos cuerpos estaban ataviados y enteros.

Chávez Balderas abundó: ''Este entierro es muy interesante porque es un depósito muy espectacular por la calidad y cantidad de sus ofrendas; sobresalen los individuos sacrificados. El grupo de 10 no traía indumentaria y fueron hallados en la parte norte del depósito, mientras los dos restantes estaban hacia el sur; no fueron decapitados y vestían ajuares muy ricos, con collares de cuentas de piedra verde y otros elaborados con pequeñas placas de conchas rematadas con imitación de maxilares; además tenían orejeras y dos valvas labradas cerca de la cabeza".

Pese a las diferencias entre ambos grupos, dijo la arqueóloga, lo que identifica la práctica sacrificial es que todos los individuos tenían las manos amarradas hacia atrás. ''Eso ya se ha visto en otros contextos sacrificiales, como en el templo de Quetzacóatl y otros depósitos rituales descubiertos en la pirámide de la Luna."

Cautivos de guerra

El entierro llega por primera vez al Museo del Templo Mayor, según explicó Chávez, tras un acuerdo de colaboración con el Proyecto Pirámide de la Luna, que también ''nos permitió colaborar durante las excavaciones, donde se hicieron túneles para llegar al depósito que se encontraba a 12 metros de la superficie". El lugar del hallazgo, recordó, medía 4.25 por 5 metros y por esa razón ''nos inyectaban oxígeno desde el exterior. Lo que vimos en ese momento es lo que se va a recrear".

A manera de recuento, la especialista dijo que en la estructura lunar se han descubierto cinco depósitos rituales que servían para consagrar las ampliaciones del edificio, que finalmente llegaron a siete. ''La primera data del año 100 dC y era un pequeño montículo al cual siguieron otras construcciones hasta llegar a la séptima ampliación, las cuales muchas veces estaban acompañadas por ofrendas de consagración."

En el llamado entierro 6 también se encontraron 43 restos de animales, de los cuales 20 estaban casi completos. En algunas ofrendas, añadió, la fauna también aparece con las patas atadas, signo inequívoco de conceptos de guerra.

La arqueóloga aclaró que los restos óseos que ejemplificarán el entierro, aunque son prehispánicos, no pertenecen a los que fueron hallados en la ofrenda 6, pero los demás elementos sí serán los originales, debido al proceso de conservación, porque ''los esqueletos se hallaron colapsados por los sedimentos y piedra que los cubrían desde hacía siglos".

Entre otros detalles de la Pirámide de la Luna, Ximena Chávez explicó que en su primera secuencia constructiva medía 23.5 metros de cada lado y se considera la construcción monumental más antigua de Teotihuacán. Los cerca de 2 mil objetos hallados durante sus excavaciones se encuentran en análisis de laboratorio.

Con el estudio de las ofrendas se infiere, dijo la experta, que ''ésa era una costumbre repetitiva y no un fenómeno aislado; no sólo entre los teotihuacanos, sino que la práctica estaba difundida en Mesoamérica en términos de guerra y de sacrificio". Las hipótesis sobre los individuos sacrificados es que eran cautivos de guerra ''extranjeros".

Chávez puntualizó que Teotihuacán ''es una ciudad que tiene muchas incógnitas. Actualmente, pese a las investigaciones, no sabemos cuál era su nombre original, cuál era la lengua que hablaba la mayoría de la población o qué tipo de gobierno tenía".

Sacrificios de consagración en la Pirámide de la Luna concluirá en julio, en el Museo del Templo Mayor, ubicado en el Centro Histórico (Guatemala 60), con horario de martes a domingo.