Gobierno y oposición llaman al diálogo a sindicatos y estudiantes contrarios al CPE
Reunión de la izquierda francesa para impulsar protesta del martes
Al promulgar la ley, Chirac tomó una decisión justa y respetuosa para las instituciones: De Villepin
Con esta legislación el presidente "asume la responsabilidad de prolongar la crisis", afirma la CGT
Ampliar la imagen Dominique de Villepin y Nicolas Sarkozy, adversarios políticos en la derecha, defienden la postura oficial Foto: Ap y Reuters
Ampliar la imagen Dominique de Villepin y Nicolas Sarkozy, adversarios políticos en la derecha, defienden la postura oficial Foto: Ap y Reuters
París, 1º de abril. El gobierno conservador de Francia y la izquierda opositora mantenían reuniones estratégicas de emergencia y llamaron al diálogo a sindicatos y grupos de estudiantes que se oponen a la ley de contrato para jóvenes que el viernes anterior fue apoyada por el presidente Jacques Chirac, si bien el jefe de Estado pidió enmiendas a los puntos más polémicos del proyecto.
El primer ministro Dominique de Villepin, principal impulsor del Contrato de Primer Empleo (CPE), pidió a su principal rival, el ministro del Interior Nicolas Sarkozy y a los representantes en favor de Chirac de las dos cámaras del Parlamento que determinaran cómo acelerar las enmiendas para que sean aprobadas lo más pronto posible por la Asamblea Nacional (Parlamento).
Los partidos de la oposición política se reunieron en la sede del Partido Comunista para coordinar el "día de acción" nacional previsto para el próximo martes, con marchas y huelgas, contra la controvertida legislación.
Una protesta similar el pasado martes movilizó a cerca de 3 millones de manifestantes.
Los líderes franceses instaron este sábado a estudiantes y sindicatos a negociar después de que las enmiendas pedidas por Chirac no lograron calmar la oposición de los sectores sindicales y estudiantiles, que rechazaron su llamado al diálogo.
El llamado al diálogo surgió de una reunión estratégica de emergencia presidida por De Villepin. Los partidos de izquierda mantuvieron hoy su propio encuentro, por la mañana, tras el cual rechazaron las negociaciones.
Bernard Accoyer, portavoz parlamentario del partido en el gobierno, la Unión por un Movimiento Popular (UMP), dijo que su grupo legislativo introduciría enmiendas a la ley.
"Pero primero, nada más al comenzar la semana que viene, haremos todo lo posible para iniciar un diálogo con todos los sindicatos y los jóvenes que quieran participar", dijo a los periodistas. "Sólo después de estos intercambios presentaremos la nueva ley al Parlamento".
La controvertida ley permite el despido de los trabajadores menores de 26 años, sin explicaciones a los interesados, durante sus primeros dos años, con el fin de estimular al empresariado a contratar a jóvenes sin experiencia.
El presidente Chirac pidió que el periodo de prueba fuera no de dos sino de un año, y que se obligara al empleador a dar explicaciones al interesado.
"Es hora de distender la situación", dijo Chirac en su discurso del viernes pasado, en el que afirmó que entiende la preocupación de los jóvenes que no pueden encontrar trabajo.
El mandatario también propuso que los sindicatos de comercio, los estudiantes y los alumnos de las escuelas secundarias se unan a lo que llamó "diálogo social constructivo" para diseñar las enmiendas de la repudiada ley laboral.
Los sindicatos y los estudiantes rechazaron de inmediato la oferta y se unieron a manifestaciones de protesta espontáneas.
Chirac aseguró que "escuchó las preocupaciones que manifiestan numerosos jóvenes junto con sus padres", por lo que consideran una legislación equitativa.
Sin embargo, como la ley fue votada por el Parlamento y ratificada por el Consejo Constitucional, consideró que estaba obligado a promulgarla.
El jefe del Estado se mostró considerado con su primer ministro, quien convirtió al CPE en un combate personal, y declaró que "el Contrato del Primer Empleo puede ser un instrumento eficaz".
De Villepin, por su parte, afirmó este sábado no haber sido desautorizado por el presidente con respecto al CPE, durante una entrevista con el dominical Le Journal du Dimanche.
El jefe del gobierno aseguró que Chirac tomó "una decisión justa y respetuosa para nuestras instituciones" e indicó que hará "las mejoras necesarias" en el CPE, sin citar al ministro del Interior y presidente del partido gubernamental de la UMP, Nicolas Sarkozy.
"Vivimos en una época en la que se intenta permanentemente enfrentar unos a otros. Esa no es la idea que yo me hago sobre la política. Me niego a entrar en ese juego", continuó el primer ministro francés.
De Villepin pertenece al mismo partido de Sarkozy que, por su parte, se distanció en los últimos días del CPE.
Sarkozy, el principal rival de De Villepin para convertirse en candidato de la UMP para las elecciones presidenciales del año que viene, respaldó el llamamiento a un diálogo serio e instó a los manifestantes a unirse a él.
Mientras, este sábado continuaron las reacciones contra la postura del presidente Chirac.
La Confederación General del Trabajo (CGT), la principal central sindical de Francia, consideró que al promulgar esta ley el mandatario conservador había "asumido la responsabilidad de prolongar la crisis" social y política, y habló de "ampliar la movilización" contra esa legislación.
Por su parte, el líder del Partido Socialista, Francois Hollande, consideró que "no se va hacia el apaciguamiento".
El sindicato Fuerza Obrera estimó que la propuesta presidencial es "incomprensible e inaceptable (...) Hoy es el Día de los Inocentes. Si esto no fuera tan serio, hubiera pensado que el discurso era por eso", dijo Jean-Claude Mailly, líder de la agrupación obrera, a la radio Europa 1.
Críticas y loas al mandatario
"Esta confusión no puede detener la crisis", publicó hoy el periódico izquierdista Liberation, que critica a Chirac por firmar la controvertida ley y además pedir a los empleadores que no la utilicen hasta que las normas siguientes modifiquen las medidas más controvertidas de ella.
El diario conservador Le Figaro alabó a Chirac por buscar un compromiso, pero a su vez advirtió que todas las partes, manifestantes, gobierno y oposición política, "deben entrar en el juego antes de que los eventos se vayan de nuestras manos".
"Es la primera vez en la historia (...) que alguien firma una ley y pide que no se aplique", dijo Francois Bayrou, jefe del centrista partido Unión para la Democracia Francesa. "Para evitar una crisis, se arriesgan a parecer ridículos. Espero que no acabe en ambas cosas", añadió.
Numerosos medios de comunicación comentaron que el discurso de Chirac, que quiso ser conciliador, más bien pareció atizar a los opositores del CPE, que este sábado parecían más decididos que nunca a continuar las protestas masivas después de rechazar la compleja solución propuesta por el presidente.
Cerca de un centenar de personas protestaron este sábado ante la Prefectura de Policía de París por la detención preventiva de los nueve manifestantes arrestados en las protestas contra el CPE de la noche del viernes al sábado en la capital francesa, luego del anuncio presidencial.
Según un sondeo de opinión divulgado la mañana de este sábado, a 62 por ciento de los franceses no le convenció el discurso presidencial, mientras que 56 por ciento juzgó "insatisfactorias" las modificaciones del CPE.