Cierra la jornada del 30 aniversario del golpe militar en Argentina con un montaje literario

La memoria donde ardía, honor al recuerdo de los caídos en la lucha

Miguel Bonasso hace un repaso por la historia del país y enaltece a "los mejores argentinos que produjo el siglo XX"

El espectáculo se presentó en Cuba y pronto lo llevarán a Buenos Aires

MARIANA NORANDI

El viernes pasado se llevó a cabo la clausura de la semana La memoria y el reconocimiento al pueblo mexicano, organizada por la embajada argentina con motivo del trigésimo aniversario del golpe militar. El acto se realizó en los jardines de la Casa de la Cultura Jesús Reyes Heroles de Coyoacán y fue protagonizado por el escritor, periodista y diputado Miguel Bonasso, quien leyó diversos pasajes de su novela La memoria en donde ardía, título inspirado en un soneto de Quevedo.

La lectura fue musicalizada por el grupo de rock El Juguete Rabioso, en el cual participa su hijo Federico, creando un espectáculo singular donde la literatura y la música se nutren como artes y se alían en esa cruzada por la recuperación de la memoria histórica.

El acto comenzó poco antes de las 20:30 horas con una numerosa audiencia, compuesta en su mayoría por argentinos o argenmex, híbrido latinoamericano, como dijo Bonasso, para quienes "una papaya es vagina o fruta, según el meridiano nacional".

La novela narra la historia de un argentino llamado Sergio Di Rocco, quien tras su exilio de 11 años en México regresa a su añorado Buenos Aires. Ahí comienza el enfrentamiento con el desexilio, donde ya no están muchos de sus compañeros; los fantasmas del pasado pululan por las esquinas, la indiferencia histórica de la clase media argentina derrumba castillos construidos en el exilio y, dentro de este choque con la realidad, el protagonista se obsesiona por saber qué ocurrió con su compañera Susana, desaparecida durante la dictadura militar.

Fusión entre literatura y música

El texto poético, profundo, irónico y con un perspicaz sentido del humor, se funde con las letras de las canciones de El Juguete Rabioso, banda compuesta por mexicanos e hijos de exiliados, donde el tema de la novela encuentra su simetría musical. La música acompaña la gama de sentimientos del texto, enmarca las situaciones por las que transita el personaje principal y guía al espectador por un espectro de emociones.

Cuauhtémoc Cárdenas, quien se encontraba en primera fila, nos comentó al respecto: "es una lectura muy emotiva y nos llega profundamente. Me da mucho gusto que se haya podido realizar en la ciudad de México porque, en varias épocas, este país cumplió con nuestros mandatos de brindar asilo a todo perseguido por sus ideas, posiciones políticas o por estar en desacuerdo con los regímenes dictatoriales".

En este espectáculo, que fue presentado recientemente en Cuba y viajará a Buenos Aires, el personaje se zambulle en el pasado para poder nadar por el presente y el futuro.

Con tintes autobiográficos, el autor repasa la historia argentina de aquellos y estos años, exalta la labor "detectivesca" de las Abuelas de la Plaza de Mayo en la búsqueda incansable de sus nietos y honra la memoria de "los mejores argentinos que produjo el siglo XX", esos caídos en batalla que hoy habitan los cementerios argentinos o las listas de desaparecidos. Tras su paso por México, en esa búsqueda interior y exterior, descubre que los exiliados argentinos se han latinoamericanizado: "Eternos inadaptados, eternos marginales y escindidos de todas las partes habían logrado enriquecerse con una vivencia latinoamericana, adquirida en México o propiciada por México".

Este espectáculo, que dura una hora y media, encuentra la complicidad del público argentino, mexicano y de todo el mundo sensible a una realidad histórica, trágica y aleccionadora, que busca desmenuzar el pasado para que no se repita.

Recuerdos de la revolución

Jorge Bolaños, embajador de Cuba, presente en el acto, nos dijo: "este texto me parece brillante y emocionante desde el punto de vista literario e histórico. Me hizo rememorar tiempos en que apoyábamos la lucha argentina de los montoneros y me recordó mi propia lucha revolucionaria. En esta lectura aparecen otros nombres, pero en el fondo habla de la misma causa".

Poco antes de que finalizara el acto, Leonardo Soqui, tecladista de El Juguete Rabioso y jaranero, cantó unas décimas con las cuales estrechó los lazos argentino-mexicanos: "En este precioso lugar/ tras un constante luchar/ el mundo ha de recordar/ lo que en el sur sucedía/ cuando el fascismo tenía/ en sus manos el poder. /No volverá a suceder/ porque en tu noble porfiar/ la memoria en donde ardía/ por siempre ha de florecer/ la memoria en donde ardía/ por siempre ha de florecer".

Este montaje representa la denuncia de un genocidio, un análisis sicológico de víctimas y victimarios y un canto a la libertad y a la unión latinoamericana: "América Latina, modernizando su hambre, liberalizando su terror secular, sangrando en las tres culturas y en todas sus culturas, la ternura de los jodidos, la certidumbre de que aquí existe el porvenir, que todo bulle y se mueve como los volcanes. No sé qué es México, ni sé qué soy yo, sólo sé que soy el otro, un mestizo del sentimiento, un aprendiz de hombre integral que no logra digerir tanta catástrofe, un negro albino, un aprendiz de caribeño, un híbrido, un argenmex que será extranjero en todos lados hasta que los pasaportes de nuestra América pertenezcan a los museos".