La cancillería evita poner la medida a consideración del Legislativo
Vigilancia consular de EU en aeropuertos, plantea SRE
Personal con inmunidad diplomática revisaría pasajeros, equipaje y carga
Funcionarios de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) presentaron al gobierno de Estados Unidos un proyecto para que Wa-shington pueda instalar oficinas consulares con derecho a realizar funciones llamadas de ''predeclaración'' aduanal en los aeropuertos mexicanos, evitando la ruta convencional de poner a consideración del Poder Legislativo esta autorización, que contraviene diversas leyes internas.
La vía institucional para aprobar la operación de puestos consulares extranjeros en los aeropuertos del país -explican los funcionarios mexicanos a sus contrapartes estadunidenses en un documento extraoficial, del cual este diario tiene copia- sería indeseable, ya que implicaría la modificación de varias leyes nacionales, entre ellas la Constitución y el Código Penal Federal. Este proceso, ''considerando el contexto actual, sería muy difícil lograr en el Congreso de México'', indican los redactores del proyecto, funcionarios de la Dirección de América del Norte de la cancillería.
Por lo tanto, proponen una fórmula alterna: recurrir a un acuerdo bilateral suscrito en el marco de la Convención de Viena para las Relaciones Consulares.
Soberanía extraterritorial
El personal que elaboró la propuesta intenta persuadir a su contraparte estadunidense de las bondades de este recurso, alegando que ''las inmunidades garantizadas en el marco de la Convención de Viena'' permitirán que estas oficinas consulares tengan un régimen de soberanía extraterritorial, como las embajadas. De este modo, explica el documento, ''las autoridades mexicanas no tendrán derecho a acceder'' a estos módulos extranjeros ''sin un permiso específico del jefe de oficina (de nacionalidad estadunidense, se entiende). Del mismo modo, los archivos y documentos consulares serán inviolables''.
Insertar personal consular estadunidense en aeropuertos mexicanos, con fines de ''monitoreo de pasajeros y revisión de equipaje y cargamento'', y dotarlos de plena autonomía o ''inmunidad diplomática'', forma parte de la agenda de seguridad de la llamada Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte (ASPAN), que firmaron hace un año los mandatarios de Estados Unidos, Canadá y México en la cumbre norteamericana de Waco, Texas. El objetivo es sellar antes de 2010, con medidas de seguridad definidas por Estados Unidos, todo el perímetro geográfico que se extiende desde el extremo norte de Canadá, el océano Artico, hasta el extremo sur de México, la frontera con Guatemala y Belice. Los planes de acción específicos que se apliquen en el marco del ASPAN tendrían que ser, según el documento suscrito, ''resultado de un acuerdo trilateral''.
Pero, en este caso específico, la cancillería estaría tratando de eludir la sanción del Poder Legislativo. Además, la propuesta mexicana para abrir los aeropuertos al monitoreo consular de Estados Unidos no incluye ninguna previsión para los canadienses, del mismo modo que tampoco está previsto el envío de personal consular o de aduanas a ningún aeropuerto de Estados Unidos o Canadá. En este último país ya operan oficinas consulares estadunidenses en sus aeropuertos.
Esta es una traducción no oficial del texto que elaboró la Dirección de América del Norte de la SRE, y se titula ''Acreditación de personal de Estados Unidos para realizar funciones de premonitoreo en los aeropuertos mexicanos''.
''La necesidad de acreditar agentes que realicen funciones de predeclaración aduanal como personal de las agencias consulares de Estados Unidos, junto con el reconocimiento de las instalaciones consulares en los aeropuertos mexicanos, surge por dos diferentes razones: es la única base legal para autorizar la presencia de agentes federales en territorio mexicano y la forma más fácil de instituir las funciones que eventualmente deberán desarrollar en el marco del sistema legal mexicano. Estas son algunas de las consideraciones que sustentan la propuesta:
''En sus inicios, el personal de prerrevisión acreditado en México tendrá un estatus legal migratorio y residencia en México con visas diplomáticas emitidas por la Secretaría de Relaciones Exteriores. No existe por el momento ningún otro estatus legal disponible.
''Esta acreditación consular dotará a dicho personal con los privilegios e inmunidades comprendidas en la Convención de Viena para Relaciones Consulares. Estos privilegios e inmunidades incluyen inviolabilidad personal, inmunidad funcional para procedimientos civiles y administrativos, al igual que algunas exenciones fiscales, aduanales y de seguro social, entre otras.
''El párrafo M del artículo 5 permite la realización de otras funciones no enlistadas en esta previsión, pero previamente acordadas entre el país receptor y el emisor. De acuerdo con el citado párrafo, la función consular puede incluir la ejecución de cualquier otra función confiada a una oficina consular por el Estado emisor, que no esté prohibida por las leyes y regulaciones del Estado receptor o para las cuales no exista objeción en el Estado receptor o que estén referidas en los acuerdos internacionales vigentes entre los dos países.
''Por lo tanto, el hecho de que las funciones de predeclaración aduanal no están consideradas dentro de las funciones consulares puede ser superado mediante un acuerdo bilateral que incluya estas actividades. Este acuerdo autorizaría al personal consular ejecutar funciones de predeclaración aduanal con pleno respeto a los términos de la Convención de Viena y, por lo tanto, de las leyes mexicanas.
''Conforme a esta fórmula de reconocimiento de las oficinas consulares, las autoridades mexicanas estarán obligadas a garantizar la seguridad de las instalaciones y el personal consular que ahí labore. Asimismo, el gobierno mexicano se obliga a garantizar la libre comunicación del personal consular con fines oficiales. Para ello, estas oficinas tendrán derecho al uso de correos consulares y valija consular.
''Por otra parte, en caso de que no exista un acuerdo bilateral basado en el marco legal de la Convención de Viena, la presencia de agentes para la predeclaración consular en los aeropuertos mexicanos tendría que ser regulada por la legislación mexicana existente. Esto requeriría un largo y complicado proceso de reforma de varias leyes, reformas que, considerando el contexto, sería muy difícil lograr en el Congreso de México.
''Las leyes que tendrían que ser modificadas para permitir este tipo de tareas de predeclaración aduanal fuera del marco de la Convención de Viena incluyen la Constitución Mexicana, la Ley de Gobierno de la Administración Pública Federal, la Ley General de Población, legislaciones que rigen las actividades de los aeropuertos, aduanas y la Policía Federal Preventiva, lo mismo que el Código Penal Federal y el Código Fiscal Federal, entre otros.''
''Amenazas externas''
Dentro del ASPAN, la agenda de seguridad norteamericana, que busca sellar todo el perímetro de la geografía de América del Norte a lo que Washington -que considera a su país en pie de guerra- pueda calificar de ''amenazas externas'', comprende tres áreas de ''protección'':
Una es la ''seguridad para viajeros de alto riesgo'', para lo cual los tres países deben desarrollar e ''instrumentar'' un sistema compatible (...) para intercambiar y almacenar información sobre ''criminales y terroristas a su llegada al primer puerto de entrada al continente''.
En el área de seguridad para carga, se pretende que todas las instancias públicas o privadas de los tres países se coordinen para, bajo un solo mando, ''acelerar el flujo de cargamentos y bienes dentro de América del Norte'', así como de salvaguardar la cadena de abastecimiento de productos provenientes de otros continentes''.
En materia de ''prevención y respuesta a amenazas dentro de América del Norte'', el capítulo que atañe directamente a este plan de instalar autoridades consulares estadunidenses en los aeropuertos mexicanos establece:
''Seguridad aérea: desarrollar e instrumentar un programa compatible en los tres países para el monitoreo de pasajeros y revisión de equipaje y cargamento, que evite a usuarios y cargamentos, que inicien su travesía desde América del Norte, volver a pasar revisión cuando su destino final también sea dentro del continente.'' El objetivo, según el texto de la declaración trilateral signada en Waco, sería ''ampliar el número de aeropuertos en América del Norte que cuenten con líneas migratorias y aduaneras para pasajeros, equipaje y carga preaprobados de origen''.