Legisladores de EU, divididos por el tema migratorio
Washington, 2 de abril. Legisladores de Estados Unidos se enfrentaron el domingo en cuanto a la posibilidad de que algunos inmigrantes ilegales se queden en el país y trabajen para lograr la ciudadanía, sugiriendo que la legislación podría no obtener la aprobación del Congreso en un tema políticamente delicado.
"Hay un abismo entre la Cámara de Representantes y el Senado", dijo el senador demócrata Richard Durbin en el programa Face the nation, de la cadena estadunidense CBS.
El Senado debate un proyecto de ley que podría intensificar la seguridad a lo largo de la frontera con México y crear un programa temporal de "trabajadores huéspedes".
El proyecto también prevé la apertura de un proceso en el que parte de los alrededor de 11 millones de migrantes ilegales que viven en Estados Unidos podrían convertirse en ciudadanos.
El tema de la inmigración ha tomado relevancia por las elecciones legislativas de noviembre y se muestra como un dilema para el presidente George W. Bush, quien desea que el Congreso apruebe el programa de "trabajador huésped" pese a la fuerte oposición dentro de su propio partido, el Republicano.
Durbin y otros senadores demócratas se oponen a la postura adoptada por la Cámara de Representantes, que en diciembre aprobó la medida que definiría a los inmigrantes ilegales como criminales y podría ordenar la construcción de un muro en la frontera con México para impedir el ingreso de indocumentados.
"La postura de la Cámara es inaceptable", dijo Durbin.
En tanto, importantes legisladores republicanos dijeron que el programa de "trabajador huésped" está en desacuerdo con las metas inmediatas de la ley, que señala que se debe incrementar la seguridad en las fronteras.
"Si no aseguramos la frontera, el programa de 'trabajador huésped' va a estimular que más personas ingresen al país ilegalmente", dijo el republicano James Sensenbrenner, presidente del Comité Judicial de la Cámara.
El senador republicano y potencial candidato presidencial en 2008 George Allen rompió filas con el presidente Bush y dijo que la legislación debería centrarse en la seguridad de las fronteras.
Bush respalda la idea de que los trabajadores ilegales obtengan una condición temporal de residencia tomando empleos que los estadunidenses no desean tener.
El mandatario favorece una ley de inmigración tolerante, mientras algunos republicanos prefieren un proyecto que sólo se limite a la seguridad de las fronteras.