Ratifican estudiantes y sindicatos la quinta jornada de protestas para el martes
Convocan en Francia a huelga general "prorrogable" en repudio al CPE
Marcha en París para exigir la reapertura de universidades cerradas por el conflicto
París, 2 de abril. Luego de la promulgación del Contrato del Primer Empleo (CPE) hecha por el presidente Jacques Chirac surgieron en Francia señales de profundización del conflicto que comenzó hace dos meses.
Siete organizaciones sindicales y cinco asociaciones estudiantiles, agrupadas en la Coordinadora Nacional de Estudiantes, ratificaron su convocatoria para este martes a la quinta jornada nacional de repudio a la reforma laboral juvenil y a una "huelga general", que además tendrá el carácter de "prorrogable".
La meta de los opositores es superar la cantidad de manifestantes que protestaron contra el CPE el 28 de marzo pasado, cuando 3 millones de personas salieron a las calles de decenas de localidades y prácticamente paralizaron al país durante 24 horas.
Las federaciones sindicales generales, como la Confederación General de Trabajadores, Fuerza Obrera y la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), así como las agrupaciones de trabajadores del sector educativo, la Unión Nacional de Sindicatos Autónomos y la Federación Sindical Unitaria, forman parte de las siete organizaciones que respaldan el llamado a la movilización opositora del 4 de abril.
Entre las organizaciones estudiantiles que encabezan el emplazamiento al paro está la Unión Nacional de Estudiantes Franceses, que agrupa a universitarios.
El Partido Socialista Francés había sido hasta la semana pasada el que principalmente levantaba la voz contra el CPE, pero algunas figuras de la gobernante Unión por una Mayoría Popular (UMP), declararon en días pasados su apoyo a las demandas de los opositores y manifestaron hoy su disposición al diálogo con dirigentes sindicales y estudiantes.
El segundo líder de la UMP, Dominique Paille, dijo que los legisladores de su formación política en el Parlamento bicamaral "se comprometerían en el diálogo y las negociaciones con los sindicatos".
La declaración de Paille se dio después que el líder de la CFDT, Francois Chereque, afirmó: "ha quedado claro que nuestro interolocutor no será más el primer ministro, sino los dirigentes de la UMP, cuyo jefe es (Nicolas) Sarkozy", ministro del Interior.
Sarkozy es el rival del primer ministro Dominique de Villepin en la carrera por la sucesión presidencial del próximo año. Comentaristas políticos franceses han visto en el conflicto actual un reto a las aspiraciones presidenciales del jefe de gobierno.
En entrevista con el semanario Journal du Dimanche, publicada este domingo, De Villepin negó que el mandatario le haya desautorizado.
Chirac anunció el viernes su apoyo a la ley de igualdad de oportunidades, de la cual forma parte el CPE, pero ofreció hacer dos modificaciones en respuesta a las demandas de los opositores.
El CPE recortará el periodo de prueba de los tabajadores menores de 26 años de dos a un año y obligará a empresarios a justificar debidamente el despido. La versión entregada por De Villepin al Parlamento -tal como fue aprobada los días 8 y 10 de marzo pasados- establecía que el despido no requeriría de explicación, si ocurría en los dos primeros años de contratación.
Sindicatos y estudiantes condicionan el diálogo con el gobierno al retiro de la nueva legislación, no sólo a cambios de matiz. Según una encuesta hecha por la empresa demoscópica CSA, publicada por iTele y Le Parisien-Aujourd'hui en France, 54 por ciento de franceses quieren que el movimiento opositor siga "hasta la retirada del CPE", y 62 por ciento dijeron que la declaración de Chirac del viernes no les pareció convincente.
Unas seis miles personas -dos mil, según la policía- marcharon hoy por el centro de París para reclamar la reapertura de universidades cerradas por las organizaciones estudiantiles para manifestar su repudio al CPE.
"Esta marcha no es en ningún caso una expresión de apoyo al gobierno. Defendemos la libertad de circurlar, estudiar y trabajar", pero también rechazamos el CPE, dijo Guillaume Truttman, uno de los organizadores.