El embajador estadunidense entrega a Evo Morales datos sobre el principal sospechoso
Aclarado, que EU no participó en los atentados contra hoteles en Bolivia
Tiene el presidente boliviano apoyo de 80%, a 70 días de asumir el poder, indica sondeo
La Paz, 2 de abril. El presidente Evo Morales se reunió con el embajador de Estados Unidos en Bolivia, David Greenlee, quien le entregó información sobre los ataques dinamiteros contra sendos hoteles en La Paz que dejaron dos muertos y por los que fue acusado un estadunidense.
Greenlee y Morales conversaron anoche después que el mandatario acusó a Washington de "enviar terroristas" a Bolivia, y durante el encuentro el embajador suministró un informe preparado los servicios de inteligencia de su país sobre Lestat Claudius Dorleans.
"Todo quedó aclarado, el embajador nos entregó información de primera mano sobre el estadunidense que es el principal sospechoso de las explosiones de La Paz", dijo Morales.
A su vez, Greenlee resaltó que con la información proporcionada sobre los ataques del pasado 22 de marzo, el presidente tiene ahora otra apreciación de lo que pasó. "Ya no acusa a mi país de haber participado en el hecho. Lestat no es un enviado del gobierno", dijo a la prensa local.
En tanto, Morales alcanzó 80 por ciento de apoyo ciudadano a 70 días de iniciada su gestión, en los que logró la convocatoria a la elección de asambleístas, aseguró la instalación de la Constituyente para el 6 de agosto y llamó a un referéndum sobre autonomías departamentales, pero también enfrentó las primeras críticas de la oposición.
La administración del líder indígena cuenta además con un apoyo de 74 por ciento, mientras que la popularidad del vicepresidente Alvaro García también ascendió seis puntos y se ubicó en 77 por ciento, reveló un sondeo publicado por el diario La razón.
El gobernante, que creó 3 mil nuevos puestos para profesores con base en los recortes que efectuó a su propio salario y al de sus ministros, principio que se extendió a los 157 congresistas, también ordenó incrementar el mínimo salarial de 50 a casi 80 dólares.
Asimismo, lanzó un plan para alfabetizar a un millón de bolivianos, en su mayoría indígenas en áreas rurales. Todo pese al cúmulo de conflictos sociales, empresariales y regionales que afronta.
Al respecto, el vocero del gobierno Alex Contreras dijo que buscará el diálogo con las agrupaciones que esta semana amenazan con instalar bloqueos y paralizar sus actividades por diversas demandas.
De otro lado, el ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada renunció a la jefatura del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), en un intento por renovar al partido con miras a los comicios de la Asamblea Constituyente y al referéndum sobre autonomías que afrontará el país en julio entrante.