Presentan el libro Demasiado humana de la poeta en el Museo de la Ciudad de México
Aleyda Aguirre comunica un pesimismo sin estridencias: Hugo Gutiérrez Vega
La sencillez y la transparencia fueron identificados por el poeta Hugo Gutiérrez Vega como elementos esenciales en la poesía de la escritora Aleyda Aguirre, quien la noche del sábado presentó su primer libro, Demasiado humana, una exploración de los universos íntimos y externos que oscilan entre el pesimismo y una "esperanza débil".
"No es fácil que una poeta tan joven como Aleyda haya logrado encontrar las formas necesarias para expresar su visión del mundo y que, sin pasar por los terrenos de la confusión y de la prepotencia, haya arribado a una naturalidad que la convierte en una escritora original", destacó en el Museo de la Ciudad de México el también diplomático y director de La Jornada Semanal, y agregó:
"Aleyda nos comunica su pesimismo ante la realidad contemporánea, pero lo hace sin estridencias y con una comedida manera (quiet desperation, diría Thoreau) de expresar sus desalientos y las taras que arrastra la condición humana." Y citó un fragmento de la obra de Aguirre: "He sembrado/ flores de muerte/ en las venas/ de mi mano".
Al final de su intervención, Gutiérrez Vega dedicó un maullido amoroso a Aleyda Aguirre, también bailarina y periodista de La Jornada, y los presentes, que ocuparon todas las sillas del patio central del museo, pudieron escuchar del poeta: "¡Miauuu!"
La presentación se realizó entre lecturas de poemas de fantásticos seres enmascarados de luna y muerte (Aleyda Aguirre y Arturo García) y la música del guitarrista Genaro Zúñiga, intercalado con el dueto de acordeón y violín de Rodolfo Bautista y Daniel Cervantes.
Las virtudes del lector
Fue el periodista Arturo García Hernández quien con precisión ubicó la percepción distinta de los críticos literarios -destinados a clasificar y a validar o no el trabajo de los creadores- y la del lector común y más mundano, a quien sólo tiene que gustarle o no ese trabajo. Desde tal planteamiento compartió:
"La poesía de Aleyda toca y me atrapa por la sana impudicia -la autenticidad- con que asume sus emociones; por la visceralidad -¿demasiado humana?- con que se entrega a sus vivencias, a su dolor, a su tristeza, a su alegría."
Después del "vivir, sentir, descubrir", continuó García Hernández, "viene el arduo trabajo en el escritorio, la feroz pelea con las palabras para que digan lo que Aleyda quiere decir", por ejemplo:
"Voy a quitarme el sol/ que me bañó a mediodía/ el color de la carne humedecida,/ vomitaré los nombres que me dañan,/ los esconderé bajo tierra/ ¡No existen!"
Y el periodista aclaró que no se trata sólo del recorrido de un mundo personal, sino de un grito desde la poeta al mundo. "Lo mismo falta luz afuera/ que en la fosa de los muertos", citó de Aguirre.
Porfirio García Trejo, cabeza del grupo Poetas en Construcción, al que pertenece Aguirre, con sede en Ciudad Nezahualcóyotl, consideró que en el trabajo de la poeta "hay una visión trágica del mundo que si bien no la lleva a autocompadecerse, sí la hace protestar, quejarse ante una sociedad que la cosifica".
La periodista Yssel Hernández dijo que en la poesía de Aguirre "no sólo confluye la figura de los amantes, de la amiga, de la hermana o de la madre, sino de todos estos seres que nos rondan el alma y el cuerpo: el anochecer, la luna, las fiestas, las ausencias, el deseo, los miedos y las alegrías".
El pintor Carlos Rodrigo F. Sáenz, autor del diseño y de los dibujos del libro de poemas, compartió: "La comunicación entre la poesía de Aleyda y mis ilustraciones es de un carácter sináptico, y además hay una simbiosis, ya que ambas partes son órganos vitales y bien específicos dentro de una anatomía 'demasiado humana'".