Número
117 | Jueves 6 de abril de 2006 Director fundador: CARLOS PAYAN VELVER Directora general: CARMEN LIRA SAADE Director: Alejandro Brito Lemus |
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Nuevos
avances en pruebas de laboratorio para atender el VIH/sida en el IMSS El Hospital de Infectología del Centro Médico Nacional La Raza, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), está desarrollando estudios genómicos de los virus de inmunodeficiencia humana (VIH), así como los de la hepatitis B y C, para determinar la resistencia del paciente a los medicamentos antivirales, como se hace en el caso de las bacterias. “Estamos en el desarrollo de estas pruebas de biología molecular, que en un lapso de seis meses a un año permitirán ofrecer este servicio que la experiencia en otros países ha demostrado es de enorme utilidad, ya que los tratamientos a los pacientes con VIH/sida serán más precisos, mejores”. La información fue proporcionada a Letra S por el doctor Gustavo Barriga Angulo, médico patólogo clínico, jefe del laboratorio “Dr. Pablo Mendoza Hernández” de este hospital, que desde hace más de veinte años se mantiene a la vanguardia en la lucha contra el VIH/sida y otros muchos padecimientos infecciosos, para lo cual anualmente se hacen más de 530 mil estudios de diversos tipos. Barriga explicó que el manejo de esta infección se hace con base en los datos de carga viral y de subpoblaciones linfocitarias, y como después de un tiempo el virus empieza a tener resistencia se cambia el medicamento, pero el sistema de evaluación sigue siendo el mismo, lo que cambiará con las pruebas genómicas del virus. Comentó que gracias a los avances en detección y tratamiento de ese padecimiento “hay pacientes que desde hace 22 años fueron detectados aquí y están perfectamente bien”. Señaló que la aparición del VIH/sida trajo avances que permitieron cambiar los conceptos de diagnóstico y de tratamiento de las enfermedades virales. Se decía que no se podían combatir los virus con medicamentos, y esto resultó una mentira, porque sí fue posible desarrollar medicamentos que antes no existían y que actúan específicamente sobre el virus. Además se desarrollaron pruebas de laboratorio que permiten establecer parámetros de la cantidad de virus, saber el efecto del tratamiento y hacer, inclusive, el pronóstico. Detalló que a cada paciente se le hacen al año, en promedio, de dos a tres pruebas de carga viral y de linfocitos; la primera, tan sólo en reactivos, tiene para el IMSS un costo de alrededor de 1,200 pesos, y la segunda de 550 pesos. En este rubro se gasta cada mes más de un millón de pesos, 60 por ciento del presupuesto total del laboratorio. Agregó que el incremento en la esperanza y calidad de vida se debe a que se ha logrado un control adecuado de las infecciones oportunistas (gastrointestinales, hepatitis C, tuberculosis, neumonías, infecciones del sistema nervioso central y toxoplasmosis, entre otras) que tanto afectan a este tipo de pacientes, y a la realización frecuente de los estudios de evaluación, que en promedio son tres al año, para ver la respuesta que está teniendo al tratamiento, así como el estadio de su infección. Destacó que desde que en 1987 se implementó la prueba de carga viral se han realizado, a la fecha, 52 mil estudios de esta clase, un récord a nivel mundial para un hospital, y más de 200 mil subpoblaciones linfocitarias, o sea conteos de CD4, que han servido para guiar en tratamiento y pronóstico de los pacientes atendidos en los nosocomios del IMSS. “Hemos realizado trabajos de investigación y publicado, por parte del personal, en los últimos 20 años, más de cien trabajos en revistas nacionales e internacionales, la mayor parte referentes al diagnóstico de la infección por el VIH/sida. También proporcionamos adiestramiento a numerosos profesionales, tanto médicos como de laboratorio, para capacitarlos en estas técnicas”, dijo. Añadió: “Hemos sido reconocidos a nivel mundial como el laboratorio de mayor experiencia en pruebas rápidas para el diagnóstico de la infección del VIH en saliva y en sangre total”. Este laboratorio funciona las 24 horas de los 365 días del año y se realizan cotidianamente entre mil 500 y dos mil estudios, 20 por ciento de ellos sobre carga viral y linfocitos, que son las pruebas súper especiales. En la tarde y en la noche se realizan sobre todo estudios especiales de microbiología, que son urgentes para los pacientes que atendemos en el hospital. Su plantilla de personal está integrada por 61 plazas: químicos farmacobiólogos, químicos biólogos parasicólogos, laboratoristas y auxiliares de laboratorio, personal administrativo y de intendencia. “Todos los médicos que laboramos en este hospital”, añadió el doctor Barriga Angulo, “estamos actualizándonos constantemente. Hemos recibido cursos en diferentes partes del mundo —Estados Unidos, Inglaterra, Alemania, Francia— y estamos en contacto con muchos especialistas, como los del Centro de Control de Enfermedades de Atlanta, por ejemplo”. Señaló que el servicio de laboratorio de patología clínica permite, con el uso de tecnología de punta, el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades infecciosas, tareas en las que el laboratorio a su cargo ha sido pionero y ha desarrollado nuevas tecnologías tanto a nivel nacional como internacional. La Raza, pionero en pruebas clínicas Barriga Angulo destacó que en materia de equipamiento, el laboratorio siempre ha contado con lo más moderno. Fue el primero, en 1984, en automatizar las áreas de microbiología, lo que permitió realizar los estudios con mayor precisión y con más rapidez. Y el año pasado, prosiguió, “iniciamos lo que constituye el más reciente avance: la automatización de las pruebas de biología molecular y de la prueba de Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR, por sus siglas en inglés) en tiempo real para VIH, hepatitis B y C, herpes y virus Epstein Barr”. La tecnología de PCR es lo más nuevo que hay para VIH, hepatitis y otras infecciones oportunistas, así como para hacer pruebas de diagnóstico especializado en enfermedades infecciosas y parasitarias, y para la vigilancia y detección de brotes epidémicos en las comunidades y en áreas hospitalarias. El doctor Barriga añadió que este laboratorio también fue pionero, en 1987, en la citometría de flujo, estudio que permite cuantificar los linfocitos, la célula de la que depende todo el sistema inmunológico, y que se ve afectado por el VIH, por lo que sirve para precisar el efecto del tratamiento y para el pronóstico del paciente. “También fuimos los primeros en tener la prueba para el diagnóstico de la infección del VIH, la prueba de Elisa. La primera institucional se realizó en este laboratorio en 1985. “En 1986 tuvimos la primera prueba confirmatoria, la Western Blot, que sirve para confirmar en forma rotunda si el resultado de una prueba de Elisa es realmente positiva, porque hay personas que tienen pruebas falsas positivas”. También fuimos los primeros, concluyó, en tener la prueba de carga viral para el VIH, en 1987, que es muy importante porque, junto con la determinación de los linfocitos, permite hacer el pronóstico y evaluar el tratamiento del paciente con VIH.. |