Justifica al embajador Antonio Garza; tenemos que crear empleos aquí, señala
SRE no festina la reforma legislativa; el camino será largo, asegura Derbez
Ampliar la imagen Elementos de la Patrulla Fronteriza detuvieron ayer a un grupo de indocumentados en el condado de Pima, Arizona Foto: Ap
El canciller Luis Ernesto Derbez aseveró que la dependencia a su cargo no festejó el supuesto avance legislativo en torno a la reforma migratoria que se discute en el Senado de Estados Unidos. "Si alguien no festinó fue esta secretaría. Es un proceso que tiene todavía un largo curso", dijo.
El viernes por la tarde, cuando se conoció la noticia sobre el acuerdo entre republicanos y demócratas para regularizar a 7 millones de indocumentados, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) emitió un comunicado en el que calificó el hecho de "paso importante".
La discusión legislativa fue suspendida ayer por falta de acuerdos y se retomará hasta el 27 de abril.
El canciller justificó el impasse en el Senado del vecino país, al comentar que "es parte de un proceso complejo que se da en cualquier democracia; aunque daba la impresión de que se estaba llegando a un acuerdo, la realidad es que la discusión continúa".
En conferencia de prensa, en el contexto de la firma de acuerdos bilaterales entre México y El Salvador, Derbez confió en que el receso fijado por los legisladores estadunidenses permitará profundizar en el debate.
Mesurado en sus comentarios, el funcionario repitió el argumento -expresado una y otra vez en los meses recientes- de que el país confía en que se logre un mecanismo que garantice una migración legal, segura, ordenada y respetuosa de los derechos humanos.
Por tanto, agregó, "el gobierno mexicano considera que se ha dado un paso adelante en un proceso que respetamos, y ratifica su interés de corresponsabilidad en la solución del fenómeno migratorio, mediante la generación de empleos aquí".
El gobierno mantiene su interés en que haya una reforma migratoria que permita el cumplimiento de tres grandes objetivos: regularización de los mexicanos que laboran allá, que aliente una reintegración familiar y que incluya un programa de trabajadores temporales.
También justificó el comunicado del embajador Antonio Garza, quien dijo que su gobierno "actuará conforme a los intereses que más convengan al pueblo estadunidense". El embajador -interpretó el canciller- se refiere al interés de alcanzar una reforma en los términos deseados por el presidente George W. Bush.
Lo que le gustaría a Bush es tener en su escritorio una "una enmienda integral y comprensiva" para firmarla, dijo.
Por la mañana, el subsecretario para América del Norte, Gerónimo Gutiérrez, dijo que el acuerdo representa un avance, aun cuando la prensa y círculos opositores la hayan calificado de medida "desinflada y recortada".
Entrevistado en televisión, el funcionario dijo que la posible reforma supondría un triunfo para los 5 millones de mexicanos indocumentados, y confió en que no se le regateen los méritos al presidente Fox, "quien desde el inicio de su gobierno dio instrucciones para trabajar en ese sentido".
De este mismo tema el canciller salvadoreño, Francisco Laínez, consideró que el avance es que se ha logrado crear conciencia de los valiosos aportes de los indocumentados en la economía de Estados Unidos.
Lo importante -señaló- es que hay un debate integral en el que se reconoce el papel de los inmigrantes.