Bush elude responder a cuestionamientos
La Casa Blanca se defendió de las nuevas acusaciones que esta vez tocan directamente al presidente George W. Bush en un tema sobre fugas de información confidencial dispuestas para legitimar la guerra en Irak. Durante un encuentro con periodistas, Bush evitó responder a los cuestionamientos de que Washington reveló información sensible para desacreditar a los opositores de la guerra de Irak.
El vocero presidencial, Scott McClellan, declinó comentar el testimonio de Lewis Scooter Libby, de que Bush aprobó las fugas de inteligencia después de la invasión a Irak, en marzo de 2003.
"Hay un procedimiento legal en curso y nuestra política es no comentar sobre ello", dijo McClellan a los periodistas.
Libby, ex director de gabinete del vicepresidente Richard Cheney, enfrenta cargos de obstrucción de la justicia, perjurio y falso testimonio, en la pesquisa por la divulgación de la identidad de la agente de la CIA Valerie Plame.
El fiscal independiente Patrick Fitzgerald investiga desde diciembre de 2003 la fuga de información que permitió dejar al descubierto la identidad de Plame después que su esposo calificara de "falsos pretextos" los argumentos invocados por Bush para invadir Irak.
En su testimonio, que causó una tormenta política después que fuera divulgado, Libby no dijo que Bush o Cheney aprobaran dar el nombre de Plame. Pero la oposición demócrata exigió una explicación a la Casa Blanca sobre los esfuerzos para justificar la guerra, que cosecha cada vez menos simpatías entre los estadunidense.
Afp