Bajas ventas, reducido precio de la hortaliza y nulo apoyo oficial, las causas
Se declaran en quiebra productores de romero de San Andrés Mixquic
Dosifican su introducción en la Central de Abasto, en un intento por elevar su valor
Ampliar la imagen Horticultores de Mixquic, en la delegación Tláhuac, aplican el sistema de riego por tandeo por la escasez de agua en sus ejidos Foto: Roberto García Ortiz
Ampliar la imagen Productores de Mixquic se quejan de las condiciones adversas que enfrentan en el espacio donde ofrecen sus hortalizas en la Central de Abasto Foto: Guillermo Sologuren
Poco más de 800 productores de romero del ejido de San Andrés Mixquic, en la delegación Tláhuac, se declararon en quiebra ante las bajas ventas y las nulas ganancias que se obtienen de esta hortaliza, por lo que inclusive comenzaron a escalonar la comercialización del cultivo, en un último intento por elevar su precio en estos días de cuaresma.
Los horticultores señalan que durante esta temporada las pérdidas han sido prácticamente totales, porque han tenido que regalar o tirar bultos de romero en la Central de Abasto, y no recuperan siquiera lo que invierten en levantar la cosecha de sus campos.
"Da tristeza llegar a nuestras casas con las bolsas vacías", se lamenta Zacarías Barrios Contreras, quien relata que después de pasar toda la noche en el mercado, en espera del mejor postor, hay días que llegan al amanecer sin vender nada.
"Como la mayoría no contamos con vehículo propio, lo que hacemos, ya cuando empieza a clarear, es darle vueltas a nuestros bultitos de romero y los dejamos tirados. Lo más triste es ver cuando llega la mano de la changa, como le decimos a la pala del camión de la basura. Ahí se queda el esfuerzo de toda una familia".
Desde que empezó la temporada de cuaresma, el miércoles de ceniza, los bajos precios y las escasas ventas se han mantenido. Sin embargo, según dice don Zacarías, esta mala racha persigue a los horticultores de Mixquic desde que se propagó, hace tres años, el rumor de que sus cultivos eran regados con aguas negras.
"Fue una infamia que perjudicó a todos, una mentira, porque contamos con agua tratada, apta para el riego", dice sin poder contener los sollozos. "Nos da mucho sentimiento, porque de esto vivimos, no es mi dolor, es el de todos los compañeros. Mire: no traemos nada a nuestras casas, nada más nos quedamos viendo entre nosotros.
"¿De a cómo?, nos preguntan los acaparadores. Cuando les pedimos más de 20 pesos por bulto nos dicen: no, pues están jodidos, nadie les va a pagar más".
Sus voces y sus rostros lo dicen todo. La tristeza y el desánimo son colectivos. Otro agricultor, Silverio Jurado Ramírez, explica que en su desesperación recurrieron a las autoridades de la delegación Tláhuac. "Les pedimos que gestionaran ante la Sagarpa que declararan Mixquic zona de desastre para obtener recursos del Fonden. Nos dijeron que sí, quizá para que nos fuéramos, pero sabemos que es difícil que lo hagan, porque ese dinero es sólo para desastres naturales", agrega.
Sin contemplar la inversión en el cultivo de una hectárea de romero, en la que se requieren entre 10 y 15 mil pesos, para levantar su cosecha los campesinos erogan alrededor de tres mil 600 pesos diarios. "De una parcela salen alrededor de 100 bultos de 50 kilos de hortaliza; si lo vendiéramos todo obtendríamos, al precio actual de 20 pesos por costal, dos mil pesos; es decir, ya estamos perdiendo mil 600 pesos, pero lo más triste es que apenas logramos vender tres bultos al día", refiere.
Como una medida para contrarrestar esta situación, en el ejido de San Andrés Mixquic desde hace tres días los agricultores acordaron parar el cultivo. "Ni una ramita de romero se ha cortado", platica Ruperto Barrios, quien explica que con ello se busca limpiar el mercado para que el producto empiece a venderse a mejor precio.
Será a partir de este fin de semana cuando retornen a la Central de Abasto, pero con un padrón de producción establecido; 60 costales es el tope que se fijó por productor, para no saturar el mercado. "Esperamos recuperarnos en Semana Santa", dice esperanzado.
Sin embargo, para don Tomás Núñez el bajo precio del romero, como el de muchos otros productos del campo, difícilmente lo van a remontar si no hay apoyos institucionales para su comercialización.
"Desafortunadamente los sistemas de ventas están en manos de los acaparadores, que de algún modo controlan las rutas y el precio", dice, tras señalar que una de las principales solicitudes a las autoridades agropecuarias es que los apoyen en promover entre la población el consumo del romero, y en general de las hortalizas.
"Si hacen campañas para promover el turismo, para el consumo de pescado barato, ¿por qué no hacerlo para los productos del campo?", cuestiona.