Los alumnos de Goebbels
El jefe de la propaganda de Adolfo Hitler, Joseph Goebbels, tenía una frase que se hizo famosa: a fuerza de repetir lo suficiente una mentira, llega el momento en que se convierte en verdad. Esa es una de las características de la guerra sucia que la derecha ha desatado en México, desesperada por su fracaso no sólo en las encuestas, sino en las plazas, ante el avance de Andrés Manuel López Obrador.
No sólo se empeñan en identificar a este último con Hugo Chávez, el presidente de Venezuela, sin ninguna base, sino que hablan de "células bolivarianas" en México. Es obvio que el Centro de Investigación y Seguridad Nacional está espiando a la oposición; ¿por qué no ha encontrado a ningún venezolano, por qué no lo ha deportado con gran escándalo por participar en política mexicana siendo extranjero?
Esa misma derecha afirma que las obras del Gobierno del Distrito Fedral (GDF) se hicieron endeudando a la ciudad. Ya se han dado cifras de sobra mostrando la salud financiera de este gobierno. Es más, la deuda del GDF está catalogada como AAA, la mejor, no así la del gobierno derechista federal, que es BBB.
Otras mentiras incluyen que se espanta a la inversión (cuando es la ciudad que la tiene en mayor medida), que tiene la mayor delincuencia y otras más. A esto agregan insultos y otros ataques al candidato de la izquierda, y profecías maléficas, llegando casi a que si López Obrador gana se va a acabar el mundo.
Otro aspecto de las mentiras son las encuestas surrealistas. Una que saca de hecho ahora Acción Nacional, de GEA-ISA, que hizo del 18 al 21 de febrero, le daba nueve puntos porcentuales de ventaja a López Obrador sobre Felipe Calderón, segundo lugar. Un mes después, del 18 al 21 de marzo, ya Calderón le lleva dos puntos de ventaja a López Obrador. Casi todas las otras encuestas mantienen o incluso incrementan la ventaja de López Obrador.
Roberto Madrazo no se podía quedar atrás. De estar en el tercer lugar, incluso con más de 15 puntos abajo de López Obrador, ya sacan que la ventaja de este último se redujo de repente a tres puntos. Insistimos, la gran mayoría de las encuestas mantiene grandes diferencias.
Los propios tecnócratas no se creen sus mentiras, de ahí que estén impulsando medidas para tratar de debilitar al próximo gobierno, lo cual no harían si de veras creyeran que van a continuar en la Presidencia.
Involuntariamente, los tecnócratas han hecho varios esfuerzos para convencer a la gente de que no sólo debe votar por López Obrador, sino también por los legisladores que apoyan su proyecto alternativo. Uno de los más recientes es el "paquete" presupuestal, que implica que continúe la política del antiguo régimen en la materia, aunque la gente lo esté sacando a patadas el día de la elección.
También quieren los tecnócratas, y ya han dado pasos en ese sentido, que puestos importantes sigan ocupados por ellos durante el próximo sexenio o parte de él.
Luego está la ley Televisa, queriendo entre otras cosas limitar la difusión del próximo gobierno y la difusión de la cultura... y antes otras porquerías. De modo que los tecnócratas le dicen a la gente: o votas por una legislatura de izquierda, o te amuelas y te seguiremos amolando hasta donde podamos.
Lo que no han podido adulterar son las plazas. Cuando los del PRIAN llenan una, lo cual ya sucede en pocos lados, es obvio el acarreo, y no falta quien se les sale del huacal. Aun así, no le llegan a las plazas llenas de gente entusiasmada, alegre, combativa, que se reúne con López Obrador. Y es importante impulsar más el programa del proyecto alternativo. Eso es el centro. La difusión del programa a cada vez más gente, y la conciencia de que hay que votar por todas las boletas de la izquierda, del proyecto alternativo. Ahora, con esto, estaremos también votando no sólo contra la ley Televisa y muchas otras cosas así. Estaremos votando contra las mentiras y los mentirosos. Contra los discípulos de Goebbels.