Actividades artísticas en el festival cultural 2006
Vibra Zacatecas al ritmo de Lhasa, Mozart y rock chopero
Zacatecas, Zac., 12 de abril. La cantante canadiense Lhasa de Sela cautivó, emocionó y convenció al público zacatecano en su concierto del pasado martes en la Plaza de Armas, dentro del Festival Cultural 2006. Su música relajó a la gente reunida esa noche, que le pedía siguiera interpretando sus piezas, las cuales van de lo tradicional a lo moderno, con una influencia sonora mexicana. "Tocar en México es diferente a hacerlo en otros lugares. Es otra vibra", comenta.
Agregó que ha visitado otros continentes, pero que buscó durante mucho tiempo llegar a México. "Me encanta cantar temas dulces en la calle, como hoy; es un contraste respecto del ritmo de todos los días. Les canté Para el fin del mundo o el año nuevo, que es sobre algo que viví y que sentí. La compuse en 10 minutos, el 31 de diciembre de 1999, cuando percibí algo muy apocalíptico y al mismo tiempo esperanzador.
"No sabía si venía el fin o si estaba comenzando algo, y en mi vida personal pasaba lo mismo. Es una canción para salir de la prisión, algo un poco brutal, pero para estar libre. La música ayuda a sentir que no estás solo; sabes que hay gente que ha sentido lo mismo de una manera profunda."
Lhasa de Sela recurre a canciones que están en el colectivo. Las recupera. "La gente habla mucho sobre la necesidad de hacer algo original, pero creo que la música y el arte son para recordar, para volver a las cosas esenciales."
Viajera del mundo, migrante, dijo sobre las manifestaciones de trabajadores de otros países en Estados Unidos: "Los asuntos de migración, el zapatismo de Chiapas... tantas cosas, provienen de lo mismo, de la globalización. Vivimos en un estado de urgencia, tratando de seguir con normalidad.
"Estados Unidos tiene una política hipócrita. Toman todo y no dan nada, y después criminalizan. Ellos han construido este sistema".
Lhasa tiene dos discos: La llorona y El camino vivo. "He escuchado lo que oían mis papás, como José Alfredo Jiménez, Chavela Vargas, Cuco Sánchez y Víctor Jara".
Luchó por estar en México: "Tardé ocho años, pero por fin llegué. Regresaré en mayo para actuar en el Auditorio Nacional, dentro del Festival de Jazz. Hacía 14 años que no venía. En ese entonces la ciudad se me hizo llena de emociones".
El Chopo
Representantes del Tianguis Cultural del Chopo y el Colectivo Zacatecano de Rock, el cual agrupa a 36 bandas locales, firmaron este miércoles un convenio de apoyo mutuo. En principio, harán una caravana de cinco autobuses por varios estados del norte.
César Salas Romero, Alejandro Sánchez y Jorge Barragán, del tianguis, acudieron a esta ciudad por invitación del Instituto de Cultura. Salas agregó que su objetivo es establecer vínculos con los roqueros y con otros sectores de la cultura. "Es el rock visto desde una perspectiva no centralista", dijo.
Mozart
En la Catedral de Zacatecas se realizó un concierto de homenaje a Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791) por el bicentenario de su nacimiento, a cargo de la Orquesta Filarmónica de Jalisco, bajo la dirección de Héctor Guzmán, originario de Fresnillo. Interpretaron la Obertura La flauta mágica K.620, la cual expresa los valores masónicos. La razón, la sabiduría y la naturaleza inundan la obra, tal como deberían hacerlo en la vida.
Siguieron con la Sinfonía número 29 en La Mayor K 201, de sofisticada temática y fascinante sensualidad. Luego de una pausa, el maestro Guzmán dirigió Las cuatro estaciones, de Antonio Vivaldi (1678-1741). El violinista central fue el búlgaro Vesselin Demirev.
Mucha gente se quedó afuera, y adentro algunos tuvieron que sentarse en el suelo. Entró mucha gente acomodada, que se podría suponer asiste de manera regular a oír esta música, pero también gente del pueblo, familias enteras.
Algunos niños vieron y escucharon por primera vez un concierto de música clásica. En pasajes de las obras más sublimes algunos niños de brazos dieron su nota al llorar. "¿Qué se le va a hacer?", comentó Guzmán después de concluido el recital. Aceptó el hecho de buena manera. En las bancas, algunos viejos apoyaban sus sombreros en sus piernas y escuchaban respetuosos.
Una voz anuncia que se venderán los discos de la orquesta a un lado del altar mayor. Así fue.