Usted está aquí: sábado 15 de abril de 2006 Espectáculos Judas volvió a ser el traidor de siempre en la Pasión de Iztapalapa

Asistieron a la escenificación del vía crucis cerca de 500 mil personas, según la SSP

Judas volvió a ser el traidor de siempre en la Pasión de Iztapalapa

Norberto Rivera dijo que no va a cambiar la tradición, explicó quien representó al delator

Ramsés Reyes, de 17 años, hizo de Jesús para pedir por la salud de su novia

TANIA MOLINA RAMIREZ

Ampliar la imagen Momento en el que Judas lanza las 30 monedas por las que vendió a Cristo, durante la representación en el cerro de la Estrella Foto: Francisco Olvera

Para el ferviente pueblo de Iztapalapa, Judas sigue siendo un traidor. Y, como tal, se ahorca.

Para la demarcación que celebra la mayor representación de la Pasión de Cristo en el país, el reciente descubrimiento dado a conocer por National Geographic y que revela que un papiro relata que Jesús le pidió a Judas que lo traicionara para poder sacrificarse por la humanidad, no vale.

"Aparte de ser Judas soy del comité organizador, así que me enteré poco. Noberto Rivera dijo que no va a cambiar nada, por eso así lo vamos a dejar", explica Alfonso Reyes Ramírez, un Judas Iscariote bien fornido.

Esa noche de jueves, de luna llena, Judas traicionó a Jesús por 30 monedas y lo delató con un beso en la mejilla. Ocurrió en el cerro de la Estrella, donde se congregaron decenas de miles de iztapalapenses para presenciar la traición. Durante la última cena, un Judas sorprendido exclamó con tono dramático: "¿Acaso soy yo? ¡Más me hubiera valido no haber nacido!", mientras la estatua de Cuitláhuac observa la escena.

La última cena

Ramsés Reyes, en el papel de Jesús, cenó por última vez con sus discípulos en la explanada de Cuitláhuac. Los nazarenos, las vírgenes del pueblo, los soldados romanos, los medios de comunicación y alguno que otro colado, presenciaron la última cena.

Tras la reja que rodea la explanada, el pueblo observaba. Desde ahí, la madre de un nazareno saludó a su hijo.

Sentados en pequeños grupos, los nazarenos y las vírgenes platicaban, jugaban con las velas, eran curados de las laceraciones en los pies por los paramédicos. Algunos nazarenos querían dejar plasmado este histórico momento y sacaban fotos con su celular.

Las mujeres que lograron colarse con sus pequeños daban improvisadas clases de catecismo: "Escucha lo que le dice Jesús, ¿te acuerdas de lo que dice el padre los domingos?"

Un nazareno, en tono más terrenal, se excusó por llegar tarde: "Fui a apartar mi boleto para el partido del Cruz Azul".

Sobre la capa de un soldado romano, hay bordada un águila (un ala roja, la otra verde) que devora una serpiente sobre un nopal.

La traición de Judas quedó al descubierto: minutos después de haber salido de la última cena, acongojado por haber traicionado a su maestro, entabló una amena plática con soldados romanos.

21:10 horas. Cristo, los apóstoles, los soldados romanos y el pueblo, se encaminaron hacia el cerro de la Estrella, donde sería aprehendido.

El pueblo ya lo esperaba en el monte. Los que no alcanzaron a ver el escenario miraban lo que ocurría a través de una pantalla gigante.

"¡Mira! ¡Mira! ¡Ahí viene Jesús!"... "Mira, el de las alas es el ángel."

Por el altavoz, lo mismo se describía lo que iba pasando como se daban avisos: "Al niño Omar lo esperan del lado derecho del escenario". Inclusive, el sonido se encimó a la voz de Jesús y provocó una sonora rechifla del pueblo.

Juicio de Jesús

Viernes, 10:30 horas. Alrededor de la explanada, los nazarenos esperaban a que Jesús llegara para ser juzgado. Las cruces descansaban sobre el suelo o en alguna pared.

Ramsés, de 17 años, corona de espinas, túnica morada y descalzo, descansaba, sentado sobre la banqueta. El quiso ser nazareno para pedirle a Dios que su novia se alivie de los tumores que sufre.

Para ser nazareno no existe edad: inclusive hay bebés, como uno de nueve meses, a quien su padre cargó para pedir por su salud, ya que nació a los seis meses de gestación.

Dentro de la explanada, los medios esperaban la llegada de Jesús.

Una anciana logró colarse entre los guardias y, bolsa de latas vacías de refresco en mano, no perdía detalle. "Tanta gente por uno solo", exclamaba, mientras señalaba a soldados romanos, sacerdotes y comunicadores.

El juicio estaba consumado. Jesús cargó su cruz de 90 kilos por las calles, entre puestos de frituras, golosinas y fruta.

Desde los balcones y desde las repletas aceras, el pueblo se asomaba para, al menos, lograr un vistazo del hijo de Dios.

Una valla de granaderos separaba a Jesús de la población durante su recorrido por las calles iztapalapenses. La gente se arremolinaba, se empujaba, se apretujaba entre sí, temerosa de pasar demasiado cerca de los caballos.

Finalmente, Jesús y los dos ladrones llegaro al cerro donde serían crucificados. Las cruces, hace unos días se supo, estaban encima de una pirámide prehispánica.

La virgen María sollozaba, sin saber que su hijo resucitará a las 20:30 horas, aquí mismo, por primera vez en más de 30 años.

Los medios bajaron el cerro, presurosos, para dar la noticia de que Jesús, el rey de los judíos, quien predicó que amarás al prójimo como a ti mismo, fue crucificado.

Saldo final

Por la noche, la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSP) informó que asistieron alrededor de 500 mil personas. De acuerdo con los cuerpos de emergencia, se atendieron en el lugar a poco más de 500 feligreses, entre ellos una mujer de aproximadamente 32 años que fue pisada por un caballo en las inmediaciones del Jardín Cuitláhuac, por lo cual fue trasladada al Hospital de Xoco.

Paramédicos del Equipo de Rescate y Urgencias Médicas aseguraron que los demás lesionados fueron atendidos en el lugar, por tratarse de insolaciones y desmayos.

Con respecto de las detenciones, el centro de información de la policía capitalina estableció que fueron 23 aprehendidos, de los cuales cinco fueron presentados ante un juez federal adscrito a la Unidad Mixta de Atención al Narcomenudeo de Iztapalapa por portación de enervantes, en tanto que los otros 19 fueron remitidos ante un juez cívico.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.