El del ayuntamiento de Guadalajara, también blanquiazul, subió 63 por ciento
El endeudamiento del gobierno panista de Jalisco creció 50.7% en cinco años
Ampliar la imagen Paso a desnivel en construcción, en la avenida Lázaro Cárdenas, de Guadalajara, Jalisco. A unos metros, la inconclusa obra Arcos del Milenio, del escultor Sebastián, entre las avenidas Mariano Otero y López Mateos Foto: Arturo Campos Cedillo
Guadalajara, Jal., 18 de abril. No obstante la supuesta política de finanzas públicas sanas que presume el PAN, tanto el gobierno estatal como el municipal de Guadalajara -ambos con 11 años consecutivos encabezados por panistas- han debido recurrir al financiamiento bancario para solventar proyectos de obra pública, la mayoría encarecidos por mala planeación y retrasos en los tiempos de ejecución.
En los cinco años recientes, por ejemplo, la deuda del gobierno estatal, encabezado por Francisco Ramírez Acuña, creció en 50.7 por ciento, al pasar de 2 mil 748 millones de pesos a 4 mil 140 millones.
En Guadalajara, el problema ha sido más agudo, pues sólo en los dos años recientes de administración de Emilio González Márquez, actual candidato del PAN a gobernador, el débito público se disparó casi 63 por ciento, al brincar de 752 millones de pesos en enero de 2004 a casi mil 200 millones de pesos en diciembre pasado.
Los reportes de la Tesorería de Guadalajara, que pueden consultarse en la página de Internet del ayuntamiento, informan que en diciembre pasado la comuna debía mil 192 millones 632 mil pesos, distribuidos en 650 millones en emisiones de certificados bursátiles, 422 millones en un crédito contratado con Banamex y 120 millones por otro crédito con el Banco del Bajío. El reporte incluye 223 millones 799 mil pesos que durante 2005 se pagaron como abono a la deuda pública.
Dos años antes, cuando González Márquez llegó al poder, la deuda era de 752 millones de pesos, colocada en emisiones de certificados bursátiles.
Aparentemente la contratación de los créditos con Banamex y el Banco del Bajío serían para la realización de obra pública, en particular dos pasos a desnivel, uno en la calzada Independencia y Periférico, al norte de la ciudad; el otro, en López Mateos y Lázaro Cárdenas, al sur. Ambos están en proceso, a pesar de que en el primer caso se planeaba terminarlo el año pasado, y en el segundo se informó que "por falta de dinero" no será terminado en la presente administración que concluye en diciembre próximo.
Igual sucede en el ámbito estatal. Aunque buena parte de la llamada deuda directa es legado de administraciones priístas, sobre todo para la construcción de la línea dos del tren eléctrico urbano, también desde la llegada del PAN con Alberto Cárdenas Jiménez, en 1995, se amplió con un crédito en Banobras, pero comenzó a dispararse luego que en 2002 el gobernador Francisco Ramírez Acuña comenzó a adquirir créditos, un total de mil 692 millones de pesos hasta el momento.
Las obras por las que se endeudó a Jalisco han sido cuestionadas por sus prolongados tiempos de ejecución, en particular los proyectos viales en la zona metropolitana de Guadalajara y en las carreteras estatales.
Existe la posibilidad de que el endeudamiento crezca aún más el presente año, luego que se autorizaron créditos por mil 750 millones de pesos para obras de saneamiento de aguas residuales en la capital del estado.
También casi 2 mil millones extras para el proyecto de construcción de una presa en Arcediano, que dotaría de agua potable a la ciudad; 325 millones para construir la llamada ciudad judicial, 100 millones para compra de maquinaria, y 600 millones para ampliar la línea dos del tren eléctrico.