La escuela Dulce María Escobar transmite la educación culinaria desde hace 22 años
Niños y jubilados, con un interés común: adquirir la cultura del buen comer
Ampliar la imagen La chef en su laboratorio culinario Foto: Roberto García
Con dos décadas de batallar en el área académica de la gastronomía, la escuela Dulce María Escobar, certificada por la Secretaría de Educación Pública, tiene la peculiaridad de que su alumnado es de diversas edades. "Vienen desde niños y jóvenes con un gran ímpetu de aprender, hasta personas que ya se jubilaron de sus trabajos y decidieron hacer lo que siempre desearon: cocinar con calidad y variedad. Nos mantenemos al pendiente de las nuevas tendencias", asegura su propietaria, la chef Dulce María Escobar.
Sí se puede aprender a cocinar en una semana, llegar a chef en un año y en ese mismo periodo, capacitarse para montar su propio restaurante o cafetería; es lo que aseguran los egresados del colegio de esta cocinera, quien enseña todo lo relacionado con la culinaria: desde cómo montar una mesa y qué tipo de comida ofrecer, hasta saber escoger los manteles indicados para cada ocasión.
La gastrónoma cree en las artes culinarias como fuerza creativa. Y fue justo la creación de figuras para adornar los platillos, a partir del tallado de frutas y verduras, lo que la impulsó a abrir una escuela. En esa época, hace 21 años, era sobrecargo de una línea aérea mexicana y trataba de hacer la mayor cantidad de vuelos a Los Angeles para perfeccionar el arte mukimono, que le enseñaba un maestro tailandés.
Durante los fines de semana o en días de descanso, la sobrecargo disfrutaba enseñando a tallar frutas y verduras. Lo hacía al aire libre en el portal de su casa. Fue tanto el empeño y los buenos resultados, que su madre y sus primeros alumnos la estimularon a enseñar a más personas. Las circunstancias la favorecieron al punto de que la compañía aérea la apoyó para acomodar sus horarios de vuelo y que así le fuera posible participar en varios programas de televisión, como el de Chepina Peralta.
En su opinión, los diferentes cursos que se imparten en la escuela permiten transmitir la educación gastronómica, que abarca desde la cocina tradicional mexicana hasta la más moderna, la turca, la española, la árabe o la italiana. "La gente viene a aprender, pero también a distraerse. Mi escuela es un espacio para enriquecer la cultura del buen comer", subraya la chef.
Las primeras clases que dio fueron sobre arte mukimono, pero luego comenzó a invitar a la escuela a maestros de repostería; después viajó a Italia y Estados Unidos para tomar cursos de cocina, pues en ese entonces no existían instituciones académicas certificadas para chefs.
La escuela, con 22 años de labor, cuenta con 45 cursos de cocina y repostería internacional, además de diplomados para chef con duración de un año o dos, los cuales se imparten los sábados. Hay cursos los fines de semana y en verano, cuando son convocados los niños, inquietos por aprender una actividad propia de los adultos. En este periodo se les enseña desde el montaje de mesas y copas, platillos, tallado de frutas y verduras, hasta la elaboración de tamales, atoles y ensaladas. Dice: "Es importante que desde temprana edad se conozca que la copa de vino blanco es más pequeña que la de rojo, que la de agua es la más grande de todas y sólo debe llevar tres cuartos del líquido, utilizado para limpiar la garganta, para lo cual también se recurre al pan. Es muy importante saber montar la mesa, así como lograr buena calidad de la comida, dos elementos que deben formar parte de la educación básica de los menores", apunta Escobar.
La directora de la escuela destaca que la intensidad del aprendizaje da la capacidad para instalar un negocio propio.
El diplomado cuesta mil 200 pesos por semana, y mil 650 los cursos de cuatro días (de martes a viernes de 10 a 14 horas); los domingos cuestan 500 pesos.
Próximos diplomados y cursos: bocadillos y canapés de lujo, buffet de pastas italianas y16 salsas internacionales, etiqueta social y montaje de mesa, vinagres y aceites, cocina española, italiana, francesa, china, tailandesa, japonesa, de Medio Oriente, arte nukimono práctico, repostería y cocina light, platones artísticos, aspics, mousses, patés, terrinas, pastelería internacional, decoración de pasteles, elaboración de chocolates y galletas, tartas, pays, pasteles de queso, panadería mexicana y europea, cata de vinos, así como administración de restaurantes y cafeterías, entre otros.
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