Kléber empató a uno en claro fuera de lugar y Davino hizo el de la victoria
Con regalo arbitral el América irá al Mundial de Clubes; venció 2-1 al Toluca
El paraguayo Da Silva había adelantado a los Diablos
Los goles fueron en tiempo extra
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Toluca y América no dieron tregua y sus jugadores se trenzaron en una intensa disputa por el balón
Foto: Notimex
Gracias al regaló de un gol en claro fuera de lugar del brasileño Kléber Boas, que significó el empate a uno, y luego otro de Duilio Davino, ambos en el segundo tiempo extra, el América derrotó 2-1 al Toluca y conquistó el título de la Copa de Campeones de la Concacaf y el derecho de participar en el Mundial de Clubes, que se realizará en Japón.
A su vez los Diablos Rojos, que quedaron subcampeones, disputarán la Copa Sudamericana, a partir de septiembre.
Luego de un tenso partido que terminó empatado sin goles, mismo marcador que se registró en el Nemesio Diez en el juego de ida, fue necesario ir a los tiempos adicionales y el marcador global quedó 2-1 en favor de las Aguilas.
El Toluca se puso adelante gracias a una anotación del paraguayo Paulo da Silva, con certero remate de cabeza al minuto tres del primer tiempo extra.
Sin embargo, luego vino el regalo para los americanistas, cuando Cuauhtémoc Blanco centró desde izquierda y la pelota fue a los pies del Chaco Giménez, quien disparó y, en claro fuera de lugar, al minuto 105, Kléber anotó el gol que los choriceros reclamaron airadamente, pero el silbante Brian Hall hizo caso omiso, y al 114 Duilio Davino aprovechó el rebote de un zaguero rival para marcar el tanto de la victoria.
Los ánimos se calentaron y después de un conato de bronca fueron expulsados Christian Giménez, del América, y Da Silva, del Toluca.
Al terminar el encuentro hubo otro intentos de pleito cuando el argentino Ariel Rosada, de los Diablos, se fue a buscar camorra con Blanco, pero policías y jugadores impidieron el zipizape, así como también medio controlaron al técnico de los mexiquenses, Américo Gallego, quien quería irse sobre los de negro.
Todo acabó en una desangelada premiación, a la que no asistieron los principales dirigentes de la Concacaf y los de Coapa lucieron una camiseta con la leyenda de monarcas y en el reverso decía "Odiame más en japonés".