El alumno zen

El pianista Keith Jarrett es sin lugar a dudas el heredero natural de Bill Evans. La supremacía creativa, pero sobre todo la intensidad paroxística de la pasión que imprime en cada digitación lo hacen insuperable.

Su calidad artística se despliega en distintos campos, entre ellos la música de concierto, rango que comparte con su maestro Bill Evans, al mismo tiempo que en distintos ensambles dentro de la cultura del jazz, de entre los cuales brilla como un sol su despliegue formidable en el formato trío. Con Gary Peacock en el contrabajo y Jack DeJohnette en la batería ha conformado un arsenal de maravillas desde hace ilustres lustros, en los que ha logrado grabaciones acústicas que completan un arcón de maravillas.

A diferencia de Bill Evans, quien vivió una era previa a la tecnología hoy puesta al servicio de la música, Jarrett ha dejado constancia de esta veta formidable tanto en discos compactos de audio como en grabaciones de video en dvd, de los cuales se consiguen en México por lo menos seis distintos, el más reciente de los cuales fue grabado en el Teatro al Aire Libre Este de Japón, con seis composiciones clásicas de entre las cuales llama la atención el track 5, titulado Solar Extension, que es una disquisición francamente genial desde el teclado en profusión de fugas, contracantos, discantes y polifonías en el espíritu del clásico de clásicos, The Koln Concert, pero en trío, en conjugación con otra pieza legendaria, Die Drums, que es un movimiento perpetuo que conduce al éxtasis zen.

He aquí la poesía en estado puro. El vuelo más elevado de un colibrí a velocidades supersónicas en el teclado que son en realidad los tiempos más lentos del universo.