Lanza el banco estrategia para elevar inversiones en energías renovables
México, principal fuente de emisión de gases de invernadero en AL y 14 en el mundo: BM
Washington, DC, 23 de abril. La ola de calor que golpeó amplias zonas del territorio mexicano en los últimos días tiene que ver con algo más que el avance de la primavera.
Un estudio divulgado hoy por el Banco Mundial aseguró que México se convirtió en la principal fuente de emisión de gases de efecto invernadero en América Latina y el número 14 en el mundo.
El impacto de este cambio de clima para México va desde una acelerada desertificación, incremento en los incendios y sequías, así como altas temperaturas, indicó el texto Energía limpia y desarrollo: hacia un marco de inversión, divulgado hoy en la reunión de primavera del Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Según el informe, que sirvió de base para que el BM lanzara una estrategia en la que pugna por incrementar en el mundo las inversiones en energías renovables, e incluso en avanzar en la opción nuclear, existen cinco países, entre ellos México, que son más vulnerables al cambio climático.
''Los países G+5 (Brasil, China, India, México y Sudáfrica) incluyen a las mayores poblaciones vulnerables al cambio climático'', agregó. ''La amplia mayoría de las personas afectadas por desastres relacionadas con el clima vive en India y China, pero cientos de millones de personas más son afectadas por desastres relacionados con fenómenos climáticos cada década'', indicó el informe.
Como parte de ese grupo que identifica como G+5, el reporte del Banco Mundial dice respecto a México que el país es el mayor emisor de gases de efecto invernadero provocado por la combustión de combustibles fósiles en Latinoamérica. Con 673 millones de toneladas de gases de efecto invernadero emitidos en un año, el país ocupa el sito 14 en el mundo, con 3 por ciento de las emisiones globales.
''El impacto esperado por el cambio climático en México comprende desde una acelerada desertificación, incremento en el número de incendios y sequías, temperaturas más altas cada vez y cambios en la intensidad y temporalidad de las lluvias hacia más intensos huracanes e inundaciones; reducción del abasto de agua e incremento en el nivel del mar'', según la descripción del documento.
Este informe fue discutido este fin de semana por el Comité de Desarrollo -donde participan las instancias de decisión del FMI y que se reúne dos veces al año- y es la base de discusión de acciones relacionadas con el Plan de Acción para el Cambio Climático, aprobado en la pasada cumbre del Grupo de los 8 (G-8) países más avanzados, en Glenagles, Escocia.
El reporte da cuenta de que México es uno de los países que más se ha abierto a cooperar con iniciativas para atender el fenómeno, aunque también aprovecha la oportunidad para llamar a promover fuentes de financiamiento para energía, entre las que destaca de manera especial el dinero privado.
Uno de los aspectos que con más urgencia debe atacar México, añade, es aumentar su capacidad para tratar los temas relacionados con los riesgos climáticos, incluidos eventos extremos como los fenómenos de El Niño o La Niña, cuya ocurrencia es cada vez más frecuente y con más intensidad durante los últimos 20 años. A la vez, indicó que los incendios forestales y las sequías han causado considerables daños en México, ''lo que es relevante cuando se trata del país con la cuarta biodiversidad más importante del mundo''.
Entre las acciones que sugiere que México puede emprender, se cuenta el desarrollo de energía limpia. Específicamente, mejorar la eficiencia en el uso de energía en la industria, los comercios, edificios, así como en el transporte urbano y las instalaciones sanitarias. En el caso del transporte plantea utilizar vehículos con baja emisión de carbono.
También sugiere aumentar la generación de energía hidroeléctrica y sustituirla por la generada con gas, además de potenciar las opciones eólica y geotérmica.
En el informe se destaca que los países en desarrollo requerirán durante los siguientes 25 años inversiones por 300 mil millones de dólares al año para satisfacer su demanda de energía. El reporte argumenta que reformas políticas son necesarias para propiciar las inversiones, además de que se remuevan los subsidios.
Señala que dos terceras partes de la demanda de energía en el mundo en los próximos 25 años será originada por los países en desarrollo. Añade que mil 600 millones de personas (el equivalente a la población de China), la mayoría de ellas residentes en Africa y Asia del sur, no tienen ahora acceso a la electricidad, y alrededor de 2 mil 400 millones de personas usan combustibles tradicionales como estiércol, residuos agrícolas o madera, para cocinar o calentarse. En cambio, los países pobres consumen el equivalente a 5 por ciento de la energía utilizada en las naciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.