Hermano de la víctima se suicidó; repudian al juez
Podrían salir libres bajo fianza asesinos de una joven yucateca
Ampliar la imagen Altar dedicado a Ertika Pech, asesinada en 2004, cuyos homicidas podrían salir pronto bajo fianza o a más tardar en cuatro años Foto: Luis A. Boffil
Mérida, Yuc., 23 de abril. Familiares de Ericka Pech Echeverría exigieron la renuncia del juez octavo de defensa social, Luis Felipe Santana Sandoval, quien dictó sentencia de seis años de prisión a los dos asesinos de la joven al reclasificar el delito de homicidio calificado a imprudencial.
Tras conocer la resolución del togado, Valerio, el hermano de la occisa, se suicidó el sábado y este domingo se llevó al cabo su sepelio, donde la familia prometió que habrá denuncias y protestas hasta que el juez deje el cargo.
Erika Pech fue ultimada en julio de 2004, cuando tenía 17 años, por César Trueba Maldonado y Hugo Quintal Durán, quienes la vendaron con cinta canela hasta asfixiarla, y posteriormente le hablaron a su madre, Jacqueline Echeverría Arreola, para pedirle un rescate de 100 mil pesos.
Por estos hechos el juez Santana Sandoval les impuso una sentencia de seis años y tres meses, al reclasificar el delito de homicidio calificado a simple y luego a imprudencial, lo que permitirá a los detenidos salir bajo fianza.
Esta resolución del togado es tan controversial como su trayectoria. En varias ocasiones se le ha acusado de corromperse y de dictar sentencias menores a las estipuladas en el Código Penal del estado. Hace cinco años Santana Sandoval fue acusado de recibir dinero por excarcelar a un procesado por robo a mano armada y sólo fue sancionado administrativamente.
Con un pago de 128 mil pesos los dos encarcelados podrían salir; además, ya pasaron casi dos años presos y sólo les faltarían cuatro para cumplir la sentencia, y aun si no pagaran la fianza podrían quedar libres en año y medio por buena conducta.
Al conocer esta sentencia, el Ministerio Público se inconformó y solicitó la intervención del Tribunal Superior de Justicia del Estado, donde el caso será nuevamente juzgado, aunque no hay fecha para ello, según informó el procurador de Justicia estatal, Armando Villarreal Guerra.
El juez dijo que valoró las declaraciones de los criminales y creyó su versión de que a la ''joven le gustaba ser vendada''.
El sábado, en un grave estado depresivo, Valerio Pech de 17 años y hermano de Erika, se colgó en el baño de su casa, en el municipio conurbado de Umán. La madre de ambos demandó castigo para el juez y la intervención del gobernador Patricio Patrón Laviada, con quien se entrevistó dos días antes del suicidio de su hijo.