Participarán unas 700 personas en la lectura de El Quijote, que durará 40 horas

Desangelada celebración del Día del Libro en el Festival de la Palabra

ANA MONICA RODRIGUEZ

Ayer pocas personas, incluidas los organizadores del Festival de la Palabra, continuaron con la lectura ininterrumpida de El Quijote de la Mancha, obra que por sí misma conmemoró el desangelado Día Internacional del Libro en el Centro de Negocios Banamex.

El salón Estelar, colmado de sillas vacías y de rosas rojas, que esperaban a que un aventurado participante leyera un fragmento de las peripecias del Caballero de la Triste Figura, no superó las 10 personas aun después del mediodía.

La lectura, iniciada el sábado a las 7 de la mañana, continuó durante la madrugada del domingo con el equipo del festival y prosiguió la tarde de ayer con poco entusiasmo de los visitantes a la Gran Feria del Libro, del norte de la ciudad.

A decir de los organizadores, la emblemática obra de Miguel de Cervantes Saavedra -de la cual continúan celebrándose los 400 años de su publicación, que se cumplieron en 2005- culminaría cercanas las 40 horas de lectura y con al menos 700 participantes que dieron voz a la obra literaria. Dicha actividad en el Centro Banamex mantuvo un enlace con la que se realizó en el círculo de Bellas Artes de Madrid. En ese país, la lectura ininterrumpida estuvo a cargo en su inicio por el escritor Sergio Pitol, galardonado el viernes pasado con el Premio Cervantes de Literatura 2005.

A lo largo de 20 mil metros cuadrados, donde se conjuntan varios volúmenes y estands, el libro ilustrado El Quijote contado a los niños, de la editorial Edebé, también fue promocionado con un personaje caracterizado del ingenioso hidalgo que detenía a algunos visitantes para hablar sobre esa obra y al mismo tiempo les repartía separadores con la imagen quijotesca.

Para conmemorar la obra cervantina se programó la lectura dramatizada del caballero de la triste figura por Ignacio López Tarso.

En la segunda jornada del Festival de la Palabra, el cual concluye el 30 de abril, algunas familias y otros solitarios visitantes caminaron tranquilos para hojear con toda parsimonia los libros de su interés. Las editoriales Lectorum, Porrúa, Planeta, Diana y El Sótano captaron más gente entre el cúmulo de volúmenes que presentaron para la tercera versión del encuentro librero. Por cierto, los siete tomos de Las crónicas de Narnia, de C. S. Lewis, atraían la atención de los jóvenes; algunos fueron complacidos por sus padres, quienes les compraban uno o varios libros de esa colección.

Entre las actividades sobresalieron los talleres y los espectáculos infantiles El clavo. Clown, klown y qlown de Québec, y el teatroarte Cuutticchio de Italia presentó El sitio de París. También un mimo, ataviado con coloridos rombos, atrajo por varios minutos a los pequeños espectadores. Mientras que en El rincón de El Juglar, personas de todas las edades rivalizaban en el juego de ajedrez. Un tablero colocado en el piso con grandes piezas, además de varias mesas que tenían el juego incluido el cronómetro, invitaban a la gente a sumarse a una partida.

En los espacios donde se desarrolla el Festival de la Palabra, con participación de 430 sellos editoriales, también hubo ayer un recital poético y el Concierto cuerdas para cuerdos. Otro personaje, Benito Juárez, de quien se festeja este año su bicentenario natal, también fue recordado con el Ciclo a Juárez; notas para mis hijos con Armando Ayala Anguiano.