"Viuda sin haber enterrado a mi marido"

"Mi vida antes del 19 de febrero era distinta: contaba con una familia. Yo tenía un esposo responsable que se dedicaba a su trabajo con mucho amor, porque a él le gustaba ser minero", señaló Elvira Martínez, una de las viudas por la tragedia en Pasta de Conchos, Coahuila.

Aseguró que ambos tenían planes de vida y sueños, como construir un hogar para sus hijos. "Tras el 19 de febrero mi vida cambia completamente. Ahora ésta es asistir diario a escuchar los informes (que directivos de la empresa dan en torno a los trabajos para el hallazgo de los cuerpos)."

Manifestó que las autoridades le dicen que es una viuda "sin haber enterrado a mi marido". Agregó que Industrial Minera México le cambió la vida y que para la empresa sus seres queridos sólo eran una herramienta de trabajo. Martínez indicó que el sindicato del gremio no les ha ayudado y que tampoco hizo nada para evitar la tragedia, a pesar de las condiciones que se habían denunciado dentro de la mina.

"Nos han dado becas, casas, cosas que sólo abarcan el aspecto económico. ¿Por qué tuvo que morir mi marido para que nos atendieran esa necesidad? ¿De qué sirve si no está?"

Por su parte, Jesús Angel Rocha, hermano de uno de los trabajadores muertos y también minero, señaló que va a trabajar con la incertidumbre de no saber si algún día regresará a su hogar. "Crecí con ese temor. La empresa nunca nos podrá pagar nuestra tranquilidad."

Manifestó que desde 1986, que se dedica a la minería, su salario ha sido bajo. Actualmente gana 585 pesos a la semana por 10 horas de trabajo diario.

Mientras, Isabel Alvarado, viuda por la explosión en 2001 en La Morita, sentenció: "Cuando ocurrió ese accidente se dijo que serviría para que no se repitiera y para brindar mejores condiciones de trabajo y salariales. Sólo prometen y no cumplen." En 2006 se repitió la historia.

Emir Olivares Alonso