"No intervenimos en asuntos internos de sindicatos"
Resalta Fox paz laboral sin precedente en cinco años
El Presidente, "mexicano ejemplar", dice alianza gremial
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El director general del IMSS, Fernando Flores, con el doctor Felipe Cruz Vega (derecha), en el laboratorio de una de las unidades médicas móviles que constituyen, dijo, un orgullo para el instituto por haber sido diseñadas por su personal, así como por su equipamiento y funcionalidad
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Para acercar y mejorar los servicios a los jornaleros agrícolas y beneficiar a los indígenas y campesinos de zonas marginadas, el IMSS ya cuenta con 55 unidades médicas móviles que, eventualmente, también servirán de apoyo a la población en general en localidades afectadas por algún desastre natural
En tanto su gobierno es acusado de violentar los derechos laborales y de asociación, el presidente Vicente Fox Quesada dejó acariciar sus oídos con las palabras de los líderes de la naciente Alianza Sindical Mexicana (ASM), quienes no sólo felicitaron su conducción económica y lo llamaron "mexicano ejemplar", sino también resaltaron que la autonomía sindical no es sinónimo de impunidad "con licencia para delinquir".
El jefe del Ejecutivo federal, a su vez, aseguró que existe un diálogo respetuoso y franco con el sector laboral, y presumió la estabilidad económica contra un pasado de desorden que destruyó el patrimonio de los trabajadores.
Ni una sola palabra se escuchó en el Centro Médico Siglo XXI -donde se efectuó la reunión- sobre los hechos violentos en la Siderúrgica Lázaro Cárdenas-Las Truchas, en Michoacán. En cambio, uno de los líderes, Ricardo Espinoza López, ofreció actitudes conciliatorias y alejadas de toda provocación "en cualquier asunto que se presente, por complicado que parezca".
Los líderes asistentes ofrecieron lealtad a las instituciones y al presidente Fox, porque se dijeron integrantes de un sindicalismo "con visión distinta a la tradicional", algo que, anticiparon, la historia les "premiará".
En correspondencia, el mandatario ubicó a la ASM como ejemplo del nuevo sindicalismo mexicano; a sus integrantes los llamó democráticos. Fox Quesada aseguró que además de respetar la vida gremial, su administración ha observado "pleno respeto" a las leyes y al estado de derecho.
Según el Presidente, en este gobierno "no intervenimos ni intervendremos en los asuntos internos de los sindicatos de México'', ni se mantiene o promueve relaciones clientelares o corporativas con ninguna organización sindical.
Resaltó el diálogo como elemento para resolver las diferencias, y en medio de sus acostumbradas bendiciones resaltó la paz laboral "sin precedente" del último quinquenio.
La satisfacción del presidente Fox al recibir el respaldo de quienes dicen representar a una parte de la clase trabajadora mexicana, era evidente. Esto, aunque para muchos resultaran absolutamente desconocidas las actividades productivas de la Confederación Mexicana Sindical, la Confederación de Agrupaciones Sindicales Mexicanas y la Confederación de Trabajadores de Sindicatos Independientes.
Sus dirigentes tampoco lo informaron, aunque dicen tener una membresía de un millón 200 mil afiliados. Se proclamaron defensores de la libre asociación y hasta propusieron acabar los "trampolines políticos" en los sindicatos y centrales obreras, aunque entre sus invitados de honor tuvieran a Víctor Flores, diputado federal y presidente del Congreso del Trabajo.
Su alianza era obvia, también, con el secretario del Trabajo, Francisco Javier Salazar, quien se dijo sinceramente agradecido por la invitación de sus amigos de la ASM, integrada por organizaciones "de gran arraigo en la historia sindical" del país.
Para el funcionario, la ASM representa el tipo de organización necesaria para consolidar la democracia mexicana. Los grandes retos del país, indicó, deben basarse en el consenso social e institucional, y no "de una manera autoritaria ni dejarse al liderazgo de un supuesto hombre fuerte que polarice".
Con el estilo tan en boga de no ubicar al destinatario de los reproches, el funcionario habló de los aportes a México de los sindicatos "con sus liderazgos legítimos". Pidió un nuevo modelo de relaciones laborales, y aseguró que la superación de la desigualdad y la injusticia no será posible "bajo el mandato de un caudillo, sino bajo el mandato de la ley y la democracia".
En la filosofía de la ASM, "hemos entendido que el enemigo nunca está dentro de la empresa", y se reivindica la imagen del verdadero líder, que no son "los que hoy conocemos en las noticias''.