Está construido sobre la memoria de las víctimas y los derechos humanos: Ibarretxe
Presenta el gobierno vasco un plan de paz, tras el alto el fuego de ETA
Será enviado al Parlamento regional y está abierto a contribuciones de todos los partidos
Ampliar la imagen El nacionalista Juan José Ibarretxe, jefe del gobierno vasco, en imagen de archivo durante una reunión en Vitoria Foto: Reuters
Vitoria, 26 de abril. El gobierno vasco presentó hoy un plan para la paz y la convivencia, como contribución al proceso abierto tras el alto el fuego permanente declarado por el grupo armado ETA el pasado 22 de marzo.
El plan, hecho público por el jefe del gobierno vasco, el nacionalista Juan José Ibarretxe, tiene cinco ejes: la promoción de todos los derechos humanos, la solidaridad con las víctimas del terrorismo, la reparación a las víctimas de la dictadura franquista (1939-1975), la defensa de los derechos y libertades civiles y políticos, así como la prevención de la tortura y defensa de los derechos de presos y detenidos.
"Esta es la aportación del gobierno vasco al proceso de paz, para ir hacia una sociedad reconciliada", manifestó Ibarretxe. "Ningún proceso de paz se puede construir sobre el olvido, ya que debe ser construido sobre la memoria de las víctimas, la justicia y los derechos humanos", añadió.
El plan será enviado al Parlamento Vasco, y en palabras del dirigente nacionalista está abierto a las contribuciones del resto de partidos.
En cuanto a las víctimas del terrorismo, cuyas asociaciones repetidamente han acusado al gobierno vasco de marginarlas, el proyecto quiere que "sientan la solidaridad activa" del Ejecutivo y la sociedad, según Ibarretxe. "Les pedimos perdón por los errores que todos hemos cometido", dijo.
Así, con el objetivo de "compensar todo aquello que sea reparable", el Ejecutivo vasco se compromete a impulsar la aprobación de una ley de solidaridad con las víctimas del terrorismo, así como a organizar una jornada institucional de reconocimiento.
En este sentido, el plan destaca la necesidad de "aliviar todos los sufrimientos", entre los que cita los ocasionados por la violencia de ETA y de los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL), unos escuadrones de la muerte surgidos en la lucha contra ETA y el entorno nacionalista durante la etapa de gobierno del socialista Felipe González.
Menciona además el sufrimiento de las personas que han denunciado torturas ratificadas por sentencia firme, el provocado por la dispersión de presos de ETA y el de las personas con "sus derechos políticos y civiles vulnerados".
En materia de promoción de los derechos humanos, el plan recupera la creación del Observatorio de Derechos Humanos, una antigua idea de Ibarretxe que no se ha puesto en práctica, y recoge la celebración de un Congreso Internacional con motivo del 60 aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos.
Por último, el documento incluye una batería de propuestas dirigidas al reconocimiento de las víctimas del franquismo, entre las que destacan el desarrollo de un "programa-homenaje" con motivo del 70 aniversario de la rebelión franquista, que se cumple el próximo 18 de julio.