La última sesión ordinaria mostró la inoperatividad que caracterizó a la 59 Legislatura
En cuatro horas, los diputados enviaron 178 iniciativas y 15 proposiciones a la congeladora
Uno de los proyectos turnados a comisiones fue el del reglamento de la Cámara
La última sesión ordinaria de la Cámara de Diputados fue reflejo de la inoperatividad y ausencia de consensos que caracterizó a la 59 Legislatura para enfrentar los retos que la problemática nacional ha generado en las décadas recientes. De un plumazo, la Mesa Directiva, en acuerdo con la Junta de Coordinación Política, turnó a comisiones 178 iniciativas que esperaban ser dictaminadas, y 15 proposiciones con punto de acuerdo.
Dicho cúmulo de trabajo legislativo pasará a la congeladora y esperará a que la siguiente legislatura aborde su estudio, lo dictamine en comisiones y, en su caso, lo lleve al pleno camaral.
Durante el último día de trabajos del segundo periodo ordinario del tercer año de gobierno de la 59 Legislatura, se dio un frenético proceso de aprobación de iniciativas y puntos de acuerdo sin presentarse, en ninguna, debate o discusión sobre su contenido. Además, el tiempo de duración de los trabajos de ayer fue de los más cortos, durante los tres años recientes, pues solamente se utilizaron poco más de cuatro horas de labor en el pleno.
Ante el frenesí que fue el matiz de la sesión de ayer, la diputada del PRD Martha Lucía Micher reclamó a su correligionaria Marcela González Salas, presidenta de la Mesa Directiva, en los siguientes términos:
"Si me permite, señora presidenta, simplemente quisiera manifestar junto con otras compañeras y compañeros de esta legislatura, mi enérgica protesta, mi inconformidad por no poder tener el tiempo para llegar a todos los puntos que teníamos agendados para el día de hoy. Seguramente, si está agendada la sesión hasta las dos de la tarde, sería imposible votar todo el orden del día y ha sido un esfuerzo de mucho tiempo para todos los dictámenes que quisiéramos que hoy pasaran."
La diputada González Salas, ante la prisa que manifestaba por cumplir con el acuerdo de terminar a las 14 horas, respondió así:
"Gracias a usted, diputada. El siguiente punto del orden del día son 29 dictámenes negativos, por lo que se desechan las iniciativas y minutas publicadas en la Gaceta Parlamentaria". Cabe mencionar que la publicación repartida ayer, entre 500 legisladores, sumaba por cada tomo más de 250 páginas, mismas que se fueron al cesto de la basura.
Y la presidenta de la cámara continuaba limpiando la mesa de pendientes. "Archívense los expedientes como asuntos concluidos, y por lo que se refiere a la minuta devuélvase a la Cámara de Senadores. El siguiente punto del orden del día es que todas las iniciativas enlistadas en el orden del día de hoy y las proposiciones con punto de acuerdo serán turnadas a comisiones. Son 178 iniciativas de diputados, así como 15 proposiciones con punto de acuerdo".
En el rechazo al trabajo, que para muchos diputados representó tres años de cabildeo y de convencimiento de sus compañeros, destaca el proyecto de decreto que pretendía expedir el reglamento de la Cámara de Diputados elaborado por la Comisión de Régimen, Reglamentos y Prácticas Parlamentarias, cuyo titular es el perredista Iván García Solís.
La suerte de ese dictamen la echó el grupo parlamentario del PRI, que reunido en pleno, antes del inicio de la sesión ordinaria, decidió que no pasaría, con objeto de garantizar que los legisladores de la 60 Legislatura no se vieran cercados con nuevos ordenamientos que hicieran más estricta la entrega de resultados por parte de ellos.
El documento pretendía poner orden al caos que en muchos casos se presenta en el trabajo de los legisladores federales. Por ejemplo, pretendía restringir a los diputados, cuyas obligaciones son: "asistir a las sesiones del pleno, de los órganos directivos, comisiones o comités; dirigirse con respeto y cortesía a los demás diputados durante las sesiones; participar en todas las actividades inherentes a su cargo, con el decoro y dignidad que corresponde a su investidura, informar de los asuntos en los que tengan interés o beneficios personales y excusarse de participar en la promoción, gestión, recomendación y discusión de los mismos, guardar reserva y discreción de todo lo que se trate y resuelva en las sesiones secretas; tratar con respeto y consideración al personal que preste sus servicios en la cámara".
Por lo que hace a las inasistencias, justificaciones y sustituciones se establecía que los diputados estarían obligados a firmar una constancia al inicio y al final de las sesiones de comisiones. Aquel legislador que integrara una comisión y que acumulara tres inasistencias consecutivas causaría baja de manera automática.
Y un tema que pretendía ordenar las negociaciones entre entes externos y los diputados federales, era el del cabildeo. De aprobarse este punto en particular, "todo aquel que pretendiera realizar cabildeo en la cámara debía inscribirse ante la secretaría general, que se difundiría semestralmente en la Gaceta Parlamentaria, y quienes incumplieran con ese requisito no podrían llevarlo a cabo.
Por lo que hace al papel de los diputados en labores de cabildeo, éstos debían "informar de las conversaciones que hubieran tenido con los cabilderos sobre cualquier asunto que se encontrara en trámite en la cámara. Este informe debe presentarse por escrito y dirigido al presidente de la comisión que conozca el asunto. Si la comunicación se hace en reunión de comisión debía quedar constancia en el acta correspondiente".
Jorge Kahwagi, la noticia escandalosa
Un día después del vergonzoso episodio que protagonizó el boxeador-actor-diputado y coordinador del grupo parlamentario del Partido Verde, Jorge Kahwagi, en un programa de entretenimiento de Televisa al golpearse con el luchador Cibernético, decenas de reporteros de espectáculos y fotógrafos de revistas se quedaron como novios de pueblo.
Resulta que desde muy temprano se dieron cita en San Lázaro para entrevistar y fotografiar al rijoso diputado-boxeador. La espera fue en vano, porque nunca se presentó; inclusive algunos de los informadores fueron hasta el estacionamiento, ubicado en el basamento de la Cámara de Diputados, para ver llegar las dos camionetas Humer que trasladan a Kahwagi y su equipo de guaruras.
Y para desentenderse de Kahwagi y de su actuación, la presidenta de la cámara Marcela González Salas, explicó así el proceder de éste: "es boxeador amateur y algunas veces ha sido profesional; bueno, son su carácter y su gusto, no representa en modo alguno a la cámara ni representa la actuación de los diputados; ya estuvo hasta en el Big Brother".