Encargados del proyecto aseguran que tienen permiso
Denuncian residentes de playa nayarita construcción ilegal para club de yates
La Cruz de Huanacaxtle, Nay., 27 de abril. Convencidos por la publicidad de la empresa que les vendió sus casas, ciudadanos estadunidenses decidieron establecerse hace unos 10 años en esta localidad, del municipio de Bahía de Banderas, para lo cual pagaron terrenos más caros ''porque se encuentran junto a la playa y la vista al mar es impresionante''. En aquel tiempo no podían imaginar lo que hoy sucede: ahí, en el mar, enormes máquinas han empezado a echar piedras y a construir espigones para edificar lo que será un exclusivo club de yates.
Los residentes coinciden en que ''el proyecto inicial es bueno para el desarrollo turístico'', pero en este caso lo propietarios de La Cruz Yacht Club decidieron extenderse y apoderarse de la playa ubicada junto a la zona habitacional sin permiso ni estudio de impacto ambiental. Además los afectados, que han presentado su queja ante el presidente Vicente Fox, afirman que''hay un desesperante silencio de las autoridades federales''.
Las 18 viviendas de residentes extranjeros se hallan en Punta Pelícanos, que aún están junto a la playa, y en unos meses quedarán detrás de los edificios del nuevo desarrollo turístico.
Steve Douglas, uno de los residentes que encabeza las protestas, muestra documentos y cartas de denuncia presentadas ante la Presidencia de la República, la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.
Muestra un documento donde la Semarnat ordena ''no realizar ningún movimiento de construcción en el agua entre noviembre y marzo, pues perjudicaría el arribo de la ballena jorobada que acude a apararse a la Bahía de Banderas'', Douglas enfatiza: ''Vea usted las máquinas. No han parado, y es que Pedro Fernández del Valle (propietario y responsable del desarrollo turístico) hace lo que quiere, y las autoridades federales dejan pasar todo''.
Mauricio Vallarta, administrador del proyecto, señala que se entregó a las autoridades un estudio realizado por el biólogo Roberto Moncada, perito del Instituto del Mar, el cual señala que los trabajos son marginales y el ruido que se hace es menor al del motor de una lancha, por lo que ''no causamos violaciones a la norma legal''.
Muestra documentos que avalan los permisos y concesiones que abarcan 12 mil metros cuadrados en toda la playa principal; 18 mil metros cuadrados para el desarrollo turístico donde estarán los muelles, y un permiso por 64 mil metros cuadrados de terrenos ganados al mar.
Vallarta admite: ''Una vez que nos habían dado los permisos presentamos una solicitud posterior, en 2004, de 3 mil metros cuadrados más de concesión de playa'', que es la parte donde se ubica la zona habitacional de los residentes estadunidenses.
Cuando se le pregunta por qué están construyendo en una zona donde aún no cuentan con permiso federal, el empresario explicó que están ''delimitando con espigones (sobre el agua) la parte que ya tenemos concesionada, pero en la playa no realizaremos construcciones hasta tener el permiso''.