Cuando fue alcalde de Montevideo también recibió ataques virulentos y aquí estamos, expresa
Se solidariza el presidente de Uruguay con el Gobierno del DF
Al entregarle las llaves de la ciudad y declararlo huésped distinguido, Alejandro Encinas definió a Tabaré Vázquez como "un político inquebrantable de la izquierda latinoamericana"
Ampliar la imagen Alejandro Encinas, jefe de Gobierno del Distrito Federal, y Tabaré Vázquez, presidente de Uruguay quien toca uno de los tambores que llevaron jóvenes de su país radicados en México, al término de la ceremonia en el antiguo Ayuntamiento Foto: Fernando Castillo/ Micphotopress
El presidente de Uruguay, Tabaré Ramón Vázquez Rosas, recordó la virulencia de las críticas, tergiversaciones y agresiones que recibió por su trabajo al frente de la capital de su país, Montevideo, y se solidarizó con el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Alejandro Encinas Rodríguez, frente a quienes acusan a su administración por la inseguridad pública, el endeudamiento y el empobrecimiento de la ciudad.
"A mí me pasaba lo mismo, sin embargo aquí estamos", afirmó el primer presidente de izquierda en Uruguay, quien afirmó que en la ciudad de México prevalecen los principios y valores que el gobierno local ha sintetizado en una frase: "Por el bien de todos primero los pobres".
Enunciado con el que dijo sentirse identificado, al equipararlo con otro, del prócer de su país José Gervasio Artigas, líder del primer movimiento independentista de Uruguay, quien dijo: "Que los más necesitados sean los más privilegiados".
En una ceremonia realizada en el patio oriente del antiguo Palacio del Ayuntamiento, donde recibió las llaves de la ciudad y el nombramiento de huésped distinguido, Tabaré Vázquez subrayó su identidad ideológica con el gobierno capitalino, al expresar: "aquí, entre ustedes, no me siento un huésped. Aquí, entre ustedes, siento que estoy en mi propia casa".
Encinas reconoció la larga trayectoria de lucha del gobernante por las mejores causas de la democracia, y lo definió como "un político inquebrantable de la izquierda latinoamericana".
Planteó que actualmente resulta ocioso preguntarse si los países de Iberoamérica están maduros para, como decía el escritor uruguayo Juan Carlos Onetti, olvidarse de las décadas perdidas del neoliberalismo y tomar posición por los débiles y desposeídos.
Porque en las ocasiones en que se ha enfrentado esa interrogante "hemos tenido que reconocer que en el orden de transformaciones democráticas y sociales son los pueblos quienes escogen su hora".
En su discurso, Tabaré Vázquez recordó su primera visita a esta ciudad, cuando era intendente municipal del Departamento de Montevideo, cargo en el que aprendió "que las ciudades son paisajes urbanos, pero principalmente son paisajes humanos", y valoró la importancia que tienen los gobiernos locales en la vida cotidiana de la gente y su derecho irrefutable de vivir dignamente.
Conoció también, añadió, algunos sinsabores: "la crónica insuficiencia de recursos, que obliga a opciones dolorosas, y la virulencia, por decirlo de alguna manera, de ciertas críticas, tergiversaciones o agresiones, a las que a veces no se hace merecedor el gobierno en turno".
Lealtad a valores y principios
Hizo alusión del mensaje de Alejandro Encinas, durante su reciente informe de labores, titulado Respuesta a las siete grandes mentiras sobre la ciudad de México, que le hizo identificarse con él, al constatar "que a usted también lo acusan de ser responsable de que la ciudad de México sea la más insegura, la más contaminada, la más empobrecida y la más endeudada del país.
"A mí me pasaba lo mismo... Sí, lo mismo -repitió, tras ser interrumpido por los aplausos del público, compuesto por funcionarios del GDF y un grupo de uruguayos radicados en el país-; sin embargo, aquí estamos, como presidente de la República Oriental del Uruguay.
"Y si hasta aquí hemos llegado, es seguramente porque más allá de la intransferible especificidad de nuestras respectivas circunstancias y de los aciertos y errores que podamos tener -y sin duda los tenemos en el desempeño de las responsabilidades del gobierno que la ciudadanía nos ha confiado-, hemos sido leales a ese conjunto de valores y principios que ustedes han sintetizado en una frase, con la que también me siento plenamente identificado: Por el bien de todos, primero los pobres".