Lo acusan de tener cuentas bancarias en el extranjero
Desmiente Chirac que Nicolas Sarkozy esté bajo investigación
Ampliar la imagen El ministro del Interior francés, ayer durante una visita a Ajaccio, en la isla de Córcega Foto: Ap
París, 28 de abril. El presidente de Francia, Jacques Chirac, y su primer ministro, Dominique de Villepin, desmintieron hoy las acusaciones de haber encargado en 2004 una investigación sobre supuestas cuentas bancarias en el extranjero no declaradas del ministro del Interior Nicolas Sarkozy.
Ambos son acusados por el general Philippe Rondot, ex responsable de los servicios secretos, quien en el llamado "caso Clearstream" realizó las investigaciones.
"El presidente desmiente formalmente haber dado instrucciones para llevar adelante la más mínima investigación (contra Sarkozy)", señaló un comunicado del Palacio del Elíseo en París.
Por su parte, De Villepin declaró que en 2004 sólo persiguió rumores de sobornos en un negocio de fragatas con Taiwán, y afirmó que en aquel momento no sabía nada de una sospecha contra Sarkozy y que "nunca" investigó al ministro del Interior.
El Partido Socialista indicó que el "caso Clearstream" tiene "la dimensión de un asunto de Estado de extrema gravedad".
En 2004, en listados informáticos falsos, Sarkozy y otros dirigentes políticos y empresarios fueron acusados de tener cuentas bancarias secretas en la sociedad luxemburguesa Clearstream.
Tras una serie de investigaciones, entre otros a directivos de Airbus y en la oficina de la ministra de Defensa, Michèle Alliot-Marie, las cuentas se demostraron falsas.
Al parecer el caso estaba destinado a arruinar la reputación de varios dirigentes, entre ellos Sarkozy, a quien las acusaciones hubieran podido cercenar su candidatura a las elecciones presidenciales en 2007.
Sarkozy declaró en entrevista con el periódico Le Monde que "sufrió mucho" por este escándalo, del cual ya presentó una denuncia ante la justicia, y dio a entender que pensaba que "alguien" quiso perjudicarlo políticamente.
De Villepin y Sarkozy, ambos de la Unión por un Movimiento Popular (derecha, en el poder), tienen ambiciones para las elecciones presidenciales aunque el partido elegirá sólo un candidato.
En los sondeos de popularidad, Sarkozy supera sin problemas a De Villepin, muy debilitado por las protestas contra el fallido Contrato del Primer Empleo.
Según el diario Le Parisien, la justicia francesa "no descarta" un próximo registro en la oficina de De Villepin, quien podría también ser interrogado sobre el escándalo de las cuentas en paraísos fiscales.