Aprueba reformas para atacar el narcomenudeo, aunque tendrían el efecto contrario
Avala el Senado consumo personal de drogas a los farmacodependientes
Autorizan dosis para uso individual; sólo en esos casos no habría delito que perseguir
Se podría incrementar el tráfico de estupefacientes, advierten priístas
Ampliar la imagen Por un ajuste de cuentas entre narcomenudistas, Aarón Castellanos Torres, de 27 años, murió asesinado la madrugada de ayer en la esquina de Calle 13 y Valle de Bravo, en la colonia Maravillas, en Nezahualcóyotl. Los responsables huyeron en un vehículo tipo Shadow color café, placas SLN-4488 Foto: Notimex
Los hechos, los logros, las omisiones, están ahí para el juicio de la sociedad, los acuerdos y los desacuerdos fueron públicos, advirtió el presidente del Senado, Enrique Jackson Ramírez, al clausurar la madrugada de ayer el segundo periodo de sesiones del tercer año de ejercicio de la 59 Legislatura.
Casi seis años de sesionar concluyeron ayer con la aprobación, de febrero a la fecha, de 131 reformas legales, la expedición de 23 nuevas leyes y cinco reformas constitucionales, siendo la más relevante de todas, "la que marcará a esta legislatura", la llamada ley Televisa, según comentó el panista Javier Corral Jurado.
La conclusión del periodo se dio entre la prisa por sacar más de 60 dictámenes de última hora, lo que provocó inclusive que se aprobaran reformas para atacar el narcomenudeo, que podrían tener un efecto contrario, al autorizar el consumo de drogas, según lo denunciaron en tribuna senadores de todos los partidos.
Pese a ello, la minuta debió pasar con ese error, dado que los diputados hicieron un cambio que los senadores ya no podían corregir, o de lo contrario, debían devolver la minuta a San Lázaro y habría quedado pendiente hasta la próxima legislatura.
Se trata de una de las reformas que más han publicitado los senadores, quienes debieron reformar la Constitución para que la venta de drogas al menudeo pudiera ser sancionada también por las autoridades estatales. Luego, presentaron la legislación secundaria y es ahí donde surgió el problema.
Cuando la minuta que reforma la Ley General de Salud, el Código Penal Federal y el Código Federal de Procedimientos Penales pasó a San Lázaro, los diputados le hicieron algunos cambios, integraron una lista del Consejo Nacional de Adiciones, donde se señalan las dosis que permitirán a las autoridades establecer que la droga es sólo para consumo personal.
No se trata de llenar la cárcel de consumidores: Zermeño
Uno de los cambios al artículo 478 del Código Penal Federal excluye de responsabilidad de incurrir en delitos de narcomenudeo al "farmacodependiente o consumidor". El perredista Miguel Angel Navarro, los priístas David Jiménez y Orlando Paredes y el senador del PAN Jesús Galván, advirtieron que lo que provoca tal modificación es que se legalice el narcomenudeo.
Propusieron cambios a ese artículo que a la letra dice: "no se procederá penalmente en contra del farmacodependiente o consumidor que se le encuentre en posesión de algún narcótico para su consumo personal".
El presidente de la Comisión de Justicia, Jorge Zermeño, trató de defender la reforma al sostener que la intención de la misma "no es llenar la cárcel de consumidores, sino atacar el narcomenudeo, es decir, a quienes trafican y venden la droga".
Pidió que se aprobara, "aún con sus errores", pero tanto Héctor Michel Camarena como el jurista David Jiménez, del PRI, hicieron saber el riesgo de dejar pasar una irregularidad de tal naturaleza", que significa autorizar el consumo de estupefacientes o sicotrópicos a quien no presente signos ni síntomas de dependencia de las drogas.
Ello significa que "el consumidor va a traer la droga que se está autorizando y está exento de responsabilidad, y como tal podrá comercializarla", destacó Michel Camarena. Hubo dos propuestas concretas de cambio, una de ellas de David Jiménez y la otra del panista Galván.
Sin embargo, cuando se iban a votar, el vicepresidente de la mesa directiva del Senado, Carlos Chaurand, les hizo notar que el criterio establecido era no permitir "modificaciones sobre las modificaciones", ya que se termina por no dar certeza jurídica al procedimiento legislativo.
La opción, dijo, era aceptar o rechazar los cambios hechos por los diputados a la minuta, y en el segundo caso debían regresarla a San Lázaro, donde el periodo legislativo estaba ya clausurado.
Jackson pidió a las comisiones dictaminadoras que lo analizaran y éstas, cerca de las dos de la madrugada, determinaron retirar las propuestas de modificaciones, aprobar en sus términos la minuta y preparar una iniciativa para presentarla de inmediato ante la Comisión Permanente, a fin de remediar el error.
Lugares de entendimiento
La senadora Dulce María Sauri tuvo una última intervención, ya que fue al pleno para denunciar su "profunda preocupación" porque se dejó sin discutir un dictamen por el que se reforma la Ley del Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR), con el propósito de beneficiar a los trabajadores, para recibir el mayor rendimiento de sus fondos de pensiones.
Pese a ser un dictamen aprobado en comisiones, dijo, no se turnó al pleno por no contar con el aval de las autoridades involucradas, es decir, de la Comisión Nacional del SAR (Consar), y consideró "una falta de respeto a nosotros mismos que por consideraciones ajenas al proceso legislativo se hubiera dejado fuera esa reforma''.
Jackson, desde la mesa directiva, le explicó que ese y otra decena de asuntos que no estaban en el orden del día no recibieron la aprobación de todas las fuerzas políticas para pasarlos al pleno.
Después clausuró el periodo, con el que casi concluyen los seis años por los que fueron electos. Sostuvo que se trata del Senado más plural de la historia, donde prevaleció la regla de la democracia y la mayoría siempre decidió lo que se hizo y lo que no avanzó. "El debate, no exento de polémica, de tensión y hasta con rispideces nos condujo casi siempre a lugares de entendimiento".
Desde su escaño, el panista Javier Corral expresaba con las manos su desacuerdo. Pasaba ya de las dos de la madrugada y el salón estaba a la mitad. Muy distinto a aquella otra madrugada, cuando se aprobó la ley Televisa y se dio la más alta afluencia de la legislatura, casi 120 senadores.