Permitirán su legalización, considera la Iglesia católica
Insuficientes, las medidas legislativas contra el narco, advierte Joel Ortega
La Secretaría de Seguridad Pública capitalina y la Iglesia católica se pronunciaron en contra de la Ley General de Salud (LGS) que aprobó el Congreso de la Unión, a la que consideraron como una medida insuficiente para atender la problemática que se vive en el país y como una "puerta angosta" que pudiera permitir la legalización de drogas.
Mientras no se combata el narcomenudeo al mismo nivel que el narcotráfico, serán "pírricos" los logros que se alcancen por parte de las policías locales, sostuvo el secretario de Seguridad Pública del Distrito Federal, Joel Ortega Cuevas.
Reiteró que las recientes reformas aprobadas en el Senado al Código Penal Federal y a la LGS -mediante las cuales se faculta a las policías locales para combatir el narcomenudeo- son insuficientes si no se otorgan los recursos adicionales correspondientes que permitan, entre otras acciones, mantener una policía especializada para el combate al narcomenudeo.
Por su parte, la Iglesia católica reprobó la decisión del Legislativo y la asumió como un hecho "preocupante" para la sociedad mexicana, porque se "pensaría que fuera el inicio de un proceso para la legalización del uso de las drogas".
El presidente de la Conferencia del Episcopado de México (CEM), Martín Rábago, dijo en entrevista que, sin conocer del todo la reciente ley aprobada por el Congreso de la Unión, "no es con la legalización de las drogas como vamos a lograr superar el gravísimo problema de la drogadicción y el narcotráfico que tenemos en el momento presente".
Al término de la 81 Asamblea Plenaria de la CEM, el obispo de León consideró que la medida puede convertirse en una "puerta angosta" que podría ampliarse "hasta llegar a situaciones que se hacen incontrolables", como ha sucedido, ejemplificó, en naciones europeas, que "han ido favoreciendo el consumo de las drogas llamadas blandas y después pasan a las más duras, y que se ha visto que no solucionan los problemas sino todo lo contrario".
Urgen mayores recursos
A su vez, Ortega Cuevas vaticinó que las medidas aprobadas no serán suficientes y ello, dijo, lo veremos en cuanto entren en vigor.
Entre otros aspectos, explicó la inconveniencia de criminalizar a los consumidores, ya que "las personas que caen en ese problema se vuelven adictos, y en consecuencia son enfermos. Se trata de un padecimiento del que resulta muy caro curarse y para el que se requieren programas institucionales, pagados por el gobierno, similares a los de la lucha contra el sida, pues no se trata de que la gente que incurra en esta enfermedad se le detenga una y otra vez", dijo.
Advirtió que mientras sigan entrando grandes cantidades de droga al país y quedándose en las ciudades principales, las reformas aprobadas no causarán mayor impacto, pues no se compara el efecto de detener a una persona dedicada a la distribución al menudeo, frente a las cantidades que ingresan al país, como las más de cinco toneladas decomisadas recientemente en Campeche. Por ello, dijo, es necesario mejorar las revisiones en los cargamentos que ingresan al territorio nacional y combatir en consecuencia la droga que se queda y después se distribuye.
El secretario capitalino expresó que esas reformas deberían venir acompañadas de la asignación presupuestal correspondiente.
"Lo que el Consejo Nacional de Seguridad Pública resolvió es que las policías locales destinen 20 por ciento del presupuesto para combatir el narcomenudeo, pero esos recursos son nuestros. Hasta este momento la policía del DF no ha recibido ninguna dotación complementaria para atacar el narcomenudeo", denunció.
Agregó que se requieren mayores recursos para contar con cuerpos especializados de combate al narcomenudeo, ya que al destinar toda la corporación a esa tarea se corre el riesgo de que los elementos se sigan corrompiendo y estableciendo nexos con los narcomenudistas, sin dejar de lado el problema de adicción, prueba de ello, dijo, son los 48 elementos que se han dado de baja en los días recientes por no pasar las pruebas de toxicología.