Se espera que los fragmentos sean visibles sin telescopio
Un cometa desintegrado pasará a 10 millones de km de la Tierra
Santiago, 27 de abril. Un cometa que entró en una etapa de desintegración y se dividió en al menos 40 fragmentos fue captado por el telescopio VLT (Very Large Telescope) del cerro Paranal, en el norte de Chile, informó este jueves el Observatorio Europeo Austral (ESO, por su siglas en inglés).
"Este objeto alcanzará su distancia más cercana con la Tierra el próximo 14 de mayo, cuando uno de los pedazos llegue a 10 millones de kilómetros (km) de nuestro planeta", dijo un comunicado de la organización astronómica.
"Esto es lo más cerca que un cometa ha estado de la Tierra en más de 20 años. Se espera que algunos de los fragmentos sean visibles a simple vista, sin ayuda de telescopios", agregó.
El cometa Schwassmann-Wachmann 3 gira alrededor del Sol en una órbita elongada que lo desplaza desde el interior de la órbita terrestre hasta las vecindades de Júpiter.
Los astrónomos del cerro La Silla, también en el norte de Chile, se sorprendieron en 1995 cuando observaron que el cuerpo celeste se partía en tres "minicometas" después de un inesperado aumento de su luminosidad, señaló la ESO.
Las nuevas observaciones con el VLT revelaron que la desintegración continúa, según las imágenes captadas las noches del 23 y 24 de abril desde el observatorio de cerro Paranal, cerca de la ciudad chilena de Antofagasta, mil 200 kilómetros al norte de Santiago.
El VLT y el telescopio del cerro La Silla continuarán sus observaciones para intentar obtener datos sobre el material oculto en el interior del cometa, "que corresponde a los primeros tiempos de la formación del Sistema Solar", informó el comunicado de la entidad científica.
"Si esto ocurre, las observaciones serán un complemento ideal de los estudios que se realizaron el año pasado respecto del cometa Temple 1, cuando colisionó con la nave espacial Impacto Profundo, y la ESO desarrolló una amplia campaña de observación", agregó la organización.
Las imágenes que los telescopios del Observatorio Europeo Austral captaron del cometa Temple 1, impactado el 4 de julio de 2005 por un misil, confirmaron la presencia de agua en esos cuerpos celestes, pero no permitieron obtener conclusiones precisas sobre la formación del Sistema Solar.