Comienza Jornada Nacional contra la Homofobia
Exigen ONG garantizar respeto a derechos sexuales
En dos años, 890 crímenes contra gays: Alejandro Brito
El gobierno de Querétaro no tiene ningún interés en aclarar y castigar a los responsables del asesinato del activista Octavio Acuña, ocurrido hace casi un año. Salvo los intentos de la Procuraduría de Justicia del Estado por culpar a la víctima, por su orientación homosexual, nada se sabe sobre el avance de las indagatorias o si, al menos, éstas continúan.
La organización Letra S Salud, Sexualidad y Sida, la Asociación Queretana de Educación para las Sexualidad Humanas y Martín Romero, pareja de Octavio, señalaron lo anterior, durante la presentación del video Octavio Acuña, un crimen de odio, con el que nuevamente levantan la voz para exigir a las autoridades garantías de respeto a los derechos humanos, sexuales y reproductivos de todas las personas.
En el acto, que marcó el inicio de la Jornada Nacional contra la Homofobia, el director de Letra S, Alejandro Brito, afirmó que el gobierno queretano es homófobo, promueve la intolerancia y la impunidad. Señaló que casi en la misma fecha de la muerte de Acuña, en Colima, un travesti también fue asesinado, e igual que Octavio había acudido, poco antes de morir, a la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) para denunciar el hostigamiento policiaco de que estaba siendo víctima.
Dos sujetos provocaron a Vanessa, 38 heridas en el cuerpo con arma punzocortante, y apenas un mes después, las autoridades judiciales de Colima lograron detener y encarcelar a uno de los dos presuntos responsables; el otro está prófugo.
Sin embargo, señaló Brito, en Querétaro, gobernado por el panista Francisco Garrido Patrón, hay indiferencia por crímenes de este tipo.
Octavio Acuña fue encontrado muerto, desangrado, en el interior de la condonería De Colores, de su propiedad, el 21 de junio de 2005. Seis puñaladas acabaron con su vida
Nadie de la familia de Acuña, compañeros ni amigos han podido tener acceso al expediente: la Procuraduría del estado se ha negado a aceptar la coadyuvancia de organizaciones sociales y tampoco ha admitido la representación legal propuesta por sus padres.
Desde antes de su muerte, Octavio advirtió sobre la indiferencia de las autoridades, empezando por la CEDH de Querétaro, que nunca aceptó procesar la queja interpuesta por el sicólogo y su pareja, Martín Romero, contra policías municipales.
En septiembre de 2004, mientras paseaban por el parque Guerrero de la ciudad de Querétaro, los efectivos policiacos les pidieron que se retiraran de ese lugar público pues para los homosexuales había "lugares especiales" donde podían estar.
Para el escritor Carlos Monsiváis, quien participa en el documental, el caso Acuña forma parte del repertorio de indiferencias de las autoridades judiciales.
Alejandro Brito resaltó que de 1995 a 2003 se cometieron 890 crímenes de odio por homofobia, de los cuales 875 fueron hombres y 15 mujeres. Señaló que por cada asesinato hay otros tres que no se denuncian. En la mayoría de los casos, las víctimas tenían entre 21 y 30 años de edad. Estas muertes, subrayó, responden a uno de los prejuicios sociales más arraigados en la sociedad, contra la libertad de las personas a elegir y ejercer su preferencia sexual.