A LA MITAD DEL FORO
Encono social y los comediantes
Ampliar la imagen En Pasta de Conchos dejaron enterrados a los mineros. Los funcionarios federales que corrieron al verse frente a la indignación de los familiares no han vuelto Foto: MaríaMeléndrez
PARA COLMO, ES domingo siete. Campañas de lodo y sangre derramada. Descalificación del adversario y siembra del miedo en fiesta de las balas. La incuria de dejar supurar los males sociales hasta que sangra la llaga. Basta ver el retorno al escenario de los machetes y la consulta a las aves. Basta escuchar a los sicofantes mediáticos declarar provocadores por igual a los mineros sindicalizados y a los macheteros de la tragicomedia sexenal. Que los muertos entierren a sus muertos.
HAY ELECCIONES DENTRO de 56 días. Y el gobierno propone un pacto de civilidad entre la pólvora y los gases lacrimógenos. Dura lex sed lex, dirían los voceros. Pero entre los comediantes de la pista central aparece la figura fantasmal y heroica del subdelegado Zero, el sub Marcos con pasamontañas que relumbra como el del enmascarado de plata. Desde Atenco, el de los sin voz, alza la suya en tonante ultimátum: "Si el gobierno no quiere problemas, que libere a los presos hoy o a más tardar mañana." Bueno, penultimátum. Hoy es domingo siete. No es lo mismo protestar y actuar en defensa de la tierra que practicar un activismo cerril con organizar mesnadas de mercenarios y repicar las campanas para secuestrar.
CUANDO SACARON LOS machetes por la estafa de hectáreas expropiadas a precios ridículos, la incompetencia oficial se disfrazó de tolerancia: es legal manifestarse con machetes, porque son "instrumentos de trabajo". Y dejaron supurar la llaga. En Coahuila dejaron enterrados a los mineros. Y, según denuncia del gobernador Humberto Moreira, los funcionarios federales que corrieron al verse frente a la indignación de los familiares no han vuelto; no han cumplido, no han entregado los recursos ofrecidos a los deudos de los mineros. En Lázaro Cárdenas mataron a tiros a dos trabajadores. El gobierno catea propiedades de Napoleón Gómez Urrutia. Ah, dicen los de las conciencias a modo: los del sindicato lanzaban pedruscos, bolas de metal, usaron bulldozers como tanques de guerra. A nadie habían secuestrado. Se declararon en huelga, acudieron al paro y ocuparon sus centros de trabajo.
ES LO MISMO, dicen. No, no es igual atrás que en ancas. Los marginados reanudan la marcha mientras los sonámbulos de la transición van a su encuentro, para asomarse al abismo. La marcha de la locura. O de los comediantes. Al son del mismo tambor, el de la incapacidad ignara y la soberbia intolerante y ciega. Ah, pero no hay por qué asustarse con las sacudidas propias de la democracia, afirma el secretario de Gobernación, don Carlos Abascal, el que guarda bajo candado iniciativas de ley para vetar de facto la unión de parejas del mismo sexo: se puede interpretar el Estado laico de manera que se traduzca en cartucheras al cañón teocrático. Quepan o no quepan. Para eso está ahí Manuel Espino, para poner lívido de envidia a Pedro el ermitaño.
LA SANGRE ABONA la cosecha de miedo. Y mientras los allegados a López Obrador niegan tres veces toda relación con San Salvador Atenco y los machetes, Felipe Calderón enciende una vela a su santo patrón: el del PRD es el candidato de la barbarie, dice. Mal andan los asesores del blanquiazul, primero en las encuestas: diseñar el discurso político del pavor provocado por el linchamiento de policías en Tláhuac, como caja de resonancia para la desafortunada, torpe frase de López Obrador, que habló de usos y costumbres y del México profundo. Salida falsa para la pasividad frente a la violencia criminal de la turbamulta. Corta memoria, intencionado olvido de la larga cuenta de linchamientos padecidos a lo largo del sexenio de la alternancia.
DE 2000 A 2005, la cuenta sumaba ya varios linchamientos a lo largo y ancho del país cuando llegó el de Tlahuac. Si acaso en un par de ellos hubo acción judicial. Estado de derecho. Dura lex, pero más duro el desprecio por la vida y el miedo a enfrentar la realidad. Ahí se encontraron, se fundieron la derecha y la izquierda: en el centro de la torre de marfil, donde pueden entonar a coro el poético pretexto de Fuenteovejuna. No les importa o no quieren saber que lo de Fuenteovejuna fue revuelta popular, reacción extrema al abuso criminal del mal gobierno; versión hispana de La muerte tiene permiso. Linchamientos en video, en la plaza pública, en atrios de iglesias, al borde de los ríos; en el paisaje rural y urbano de falaces reminiscencias pastorales: en el ámbito de la desigualdad, la marginación, la ignorancia, la desesperanza. ¡Tengan sus sacudidas propias de la democracia!
PROPIO DE LA democracia electoral es el subibaja de la popularidad, la aceptación de los candidatos. De la troika con arreos de alianzas o no, que cabestrean o se ahorcan. Propio de la democracia electoral es el desencanto con los resultados de quienes la vieron como objetivo y olvidaron que es simple medio para designar nuestros representantes. Democracia representativa es. Aunque al lado de los desilusionados, porque se ilusionaron, hay quienes claman por la instauración súbita de una democracia participativa en la que no falten los instrumentos antiguos de las dictaduras: el plebiscito, la asamblea popular. Unos con machetes, otros con escapularios, otros con desteñidos sueños de utopías reducidas a lugar común en aras de ese gobernar colectivo del consenso imposible.
¡DESPIERTA PEJE! En 20 entidades de la República no hay presencia organizada del PRD. Ni redes capaces de capturar el voto de los que desconfiaban de la desmesura tropical y ahora la temen. Caldo de cultivo para la campaña del miedo. No hace falta un complot. Ni un poder detrás del trono, armado con prontuarios de la ética de mercaderes. Muñoz, el de la innovación gubernamental, quita y pone gorritos de colores a los del gabinetazo. Misterioso cofrade del Yunque, goza de la influencia que da la cercanía: pero no es el conde-duque de Olivares. El hábito de la retórica antisalinista ha llevado a López Obrador a comparar al señor Muñoz con el señor Córdoba Montoya. Un valido de Palacio, nada más. Pero hace falta ocupar el espacio electrónico para llegar a llenar las urnas y no limitarse a llenar las plazas.
FELIPE CALDERON LLEVA ventajas que no aparecen en las encuestas. Cuando Roberto Madrazo, nacido, criado, formado en el PRI, en el sistema del partido hegemónico, acusa al presidente Fox de preparar una elección de Estado, sabe de lo que habla. Conoce al monstruo, vivió en sus entrañas y sobrevivió de milagro al intento de echarlo del gobierno de Tabasco. Bueno, milagrosa y terrenal respuesta de quienes entendieron que la sana distancia era farsa, hacerse pasar por democrático mientras ponía y quitaba presidentes del CEN del PRI: seis en igual número de años puso el doctor Zedillo. María de los Angeles Moreno se negó a aceptar el desconocimiento centralista del gobernador de Tabasco. Cuando Roberto Madrazo despertó todavía estaba ahí. Gobernador de un estado libre y soberano.
Y AHI VA. En tercer lugar, apuntan los encuestadores. Desahuciado, dicen los renuevos de aquellos obsesionados que festejaban cotidianamente la desaparición del PRI y siguen en sus trece. No parecen darse cuenta de que anuncian su inmediata desaparición, porque sigue ahí. El aparato existe; la trama de intereses abarca todo el país. Tienen 17 gobernadores, más diputados federales, más senadores de la República, más diputados locales y más presidentes municipales que el resto de los partidos de la pluralidad. Encuestas y augurios dan por muerto a Roberto Madrazo. O no aprenden o se niegan a aceptar la terca realidad. El del PRI no es, nunca será el carismático y telegénico candidato que ilusione a las multitudes de la era del espectáculo. Pero tiene voluntad de poder y vocación de político.
Y DISPONE DEL aparato, cuadros locales, regionales y nacionales; operadores eficaces, atentos, hasta sin saberlo, de la definición clásica de la política como el arte de lo real y lo posible. Cada uno de los puntos de ventaja que le llevan Andrés Manuel López Obrador y Felipe Calderón, más éste, por ahora, significan entre 400 mil y 450 mil intenciones de voto. No es poca cosa, no es desdeñable la ventaja del par en el que los moralistas quisieran ver encarnada la lucha entre el bien y el mal, entre la derecha ultramontana y la izquierda anarquizante.
PERO DE ESAS intenciones de voto se ha formado el ejército de derrotados, desechados y refugiados en la nostalgia de la desmemoria. Felipe Calderón lleva la delantera y lo favorece el fuego fatuo del miedo. Andrés Manuel López Obrador suma y atrae a las mayorías marginadas y a los abandonados de la pluralidad política. Ojo, por ejemplo, lo mal visto que es Guadarrama en Hidalgo no reduce los votos que sumará al PRD, casi tantos como los que perdió con improvisados o bienaventurados que creyeron suyo el reino de la Tierra. Fuera del círculo de la moral que no es árbol de moras, nadie se desgarra las vestiduras por la calaña de la leva, de los desechados o desencantados del priato tardío. Pero está por verse el número de votos que puedan sumar a la causa obradorista, sin el aparato y sus operadores.
ANDRES MANUEL LOPEZ Obrador dijo a los obispos que es admirador de Cristo. "La política no es cuestión evangélica", decía el general De Gaulle. Pero Jesús respondió al joven rico que le preguntaba cómo salvar su alma: Deja todo lo que tienes, todas tus posesiones y sígueme.
Y ESO, COMO el joven rico de la parábola, no están dispuestos a hacerlo ni los de la leva perredista ni los legionarios del Yunque y dueños del dinero, pero de mucho dinero, ni los que se aferran al priísmo del poder regional recuperado y el retorno previsto al poder presidencial.
LO QUE VE el que vive. Vicente Fox sacó de Los Pinos la imagen de Juárez. Hoy acompaña al gobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán, y a Ulises Ruiz, gobernador de Oaxaca, en la puesta en marcha del proyecto denostado en la era juarista: enlazar Coatzacoalcos y Salina Cruz, el Golfo de México y el océano Pacífico. Portentosa obra de transporte multimodal: vías de ferrocarril y autopistas que cruzarán el istmo de Tehuantepec y cortarán el Nudo Mixteco para acercar, mucho más que simbólicamente, el sur de México al norte del progreso productivo y altivo. El gobierno plural es negociación y acuerdos.
AUNQUE NUESTRA CLASE dirigente se aferre al inmovilismo en nombre del cambio. No se puede lavar la sangre con silencio.