Más útil, la atención a menores de cinco años
Ineficaz, el combate oficial contra la desnutrición infantil
Los programas sociales que se han aplicado para combatir la desnutrición son ineficaces. Así lo evidencian los 3 millones de niños menores de cinco años de edad que todavía tienen grados severos y leves de este padecimiento.
Lo anterior ocurre en México a pesar de que existen programas con acciones específicas, y que con una inversión mensual de 300 pesos por niño, durante un año en promedio, pueden erradicarse las deficiencias nutricionales de esos menores, afirmó José Ignacio Avalos, presidente de Un Kilo de Ayuda.
Resaltó que las estrategias gubernamentales, aunque son diversas, llegan tarde. Están enfocadas en los niños en edad escolar y se olvidan de que los niños de recién nacidos a cinco años de edad son quienes necesitan la mayor atención. Investigaciones científicas han certificado que el mayor desarrollo del cerebro ocurre en ese rango de edad y que después, aunque reciban apoyo asistencial, los menores no logran revertir las deficiencias.
Estas carencias perduran hasta la edad adulta y son evidentes en las personas que, por ejemplo, no tienen la capacidad para retener y menos aún para memorizar un número telefónico.
Con la experiencia de 20 años de Un Kilo de Ayuda, Avalos aseguró que la reducción que se ha observado en los índices de desnutrición se debe más a factores externos, como la migración, que a los programas gubernamentales, cuyo principal fundamento es la compensación de carencias de los sectores más pobres.
Al retomar algunos de los resultados de la más reciente encuesta de nutrición realizada por el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y de la Nutrición "Salvador Zubirán, Avalos resaltó que de continuar la actual tendencia, dentro de 85 años todavía estará desnutrido 7 por ciento de los niños menores de cinco años de edad.
Sin embargo, con el esquema que plantea Un kilo de Ayuda, el problema se extinguiría en los siguientes 15 años. Para ello no sería necesario más que reorientar la actual inversión, para que el apoyo y seguimiento nutricional se concentre en los niños menores de cinco años de edad.