Usted está aquí: domingo 7 de mayo de 2006 Cultura Estudio afirma que Shakespeare fue hijo ilegítimo de la reina Isabel I

El estadunidense Paul Streitz dice que fue el decimoséptimo conde de Oxford

Estudio afirma que Shakespeare fue hijo ilegítimo de la reina Isabel I

De acuerdo con el análisis, la idea de la Reina Virgen es un mito de la casa Tudor

LOUISE JURY THE INDEPENDENT

Ampliar la imagen La idea de que Shakespeare fue hijo de Isabel I es como la piedra Roseta, afirma el escritor Paul Streitz

Ampliar la imagen La idea de que Shakespeare fue hijo de Isabel I es como la piedra Roseta, afirma el escritor Paul Streitz

Abundan teorías sobre la verdadera identidad de William Shakespeare, pero un nuevo libro hace la insinuación más escandalosa hasta la fecha: que el creador de Hamlet era hijo ilegítimo de la reina Isabel I.

En Oxford: hijo de la reina Isabel I, el escritor estadunidense Paul Streitz hace la sensacional afirmación de que Isabel I tuvo varios hijos, lo cual derrumba las nociones aceptadas sobre la Reina Virgen. Además sostiene que el primer hijo, procreado en secreto en 1548, fue criado como Edward de Vere, decimoséptimo conde de Oxford, uno de los principales aspirantes al nombre de Shakespeare entre quienes no creen que un muchacho del rural Warwickshire fuera capaz de ser un genio literario.

"He rescrito la historia isabelina", sostiene Streitz, quien en los próximos días visitará Gran Bretaña para impartir conferencias. "La Reina Virgen fue un mito creado por la maquinaria de propaganda de la casa Tudor, copiado acríticamente por la gran mayoría de historiadores en siglos posteriores." Reconoce, sin embargo, que los académicos se quedarán "patidifusos" por su audacia.

"Es como la piedra de Roseta o El origen de las especies, en los que de pronto todo es diferente. Se ve desde una perspectiva por completo distinta."

Streitz, autor de obras de teatro y comedias musicales, se volvió un apasionado defensor de la teoría del duque de Oxford como la verdadera identidad de Shakespeare cuando ensayaba una obra. Su libro, que ya se publicó en Estados Unidos, comenzó como un intento "no de defender la tesis, sino más bien de escribir la historia del desarrollo del artista Oxford", comenta. "Sabía que fue criado en la corte de Inglaterra desde los 14 años de edad, así que me puse a leer un montón de biografías de Isabel I para entender a la reina y la vida de la corte isabelina."

Los biógrafos reconocen sin problemas que hubo una especie de romance entre Isabel adolescente y Thomas Seymour, ambicioso cortesano con quien ella primero se negó a contraer matrimonio. Pero concluyen que nada de consecuencia ocurrió entre ellos, pese a versiones de los sirvientes de que la visitaba desnudo en su alcoba y cometía groseras impropiedades.

Estudios académicos de peso completo, como los de David Starkey, apoyan la noción de la Reina Virgen, pero Streitz, aunque historiador aficionado, tiene cada vez mayores dudas. Apunta que después del presunto romance Isabel desapareció en una temporada en la que debía haberse quedado al lado de su amada madrastra, Catherine Parr, quien se encontraba encinta.

Historiadores del periodo consignan que Isabel estaba enferma, pero no hay registros de visitas médicas hasta mucho después, en 1548. "Me entró la sospecha de que tuvo un hijo", relata Streitz. "Y si comenzamos a estudiar la literatura, hubo rumores de que así fue, los cuales venían directamente de Isabel."

En una carta la reina comenta y condena rumores sobre su "licenciosa conducta", pero Streitz sugiere que sus protestas son exageradas. "No dice que los rumores sean falsos; más bien alega que dañan a las hermanas de su majestad el rey."

Pero, ¿qué pasó con ese supuesto niño? Streitz afirma que fue llevado con el noble John de Vere, decimosexto conde de Oxford, a quien se obligó a contraer matrimonio con una mujer cercana a los consejeros de Isabel a fin de procurar ese refugio.

No hay partidas de bautizo que indiquen el nacimiento de Edward de Vere, pero es verdad que personas de alto rango supervisaron su educación. Y cuando se volvió custodio de la corona, a la muerte de su padre, ese cargo no le fue vendido por dinero, pese a que ésa era la práctica establecida.

Eso significa, según Streiz, que la reina Isabel tenía derecho de decidir con quién se casaría Oxford. Y añade que el duque conocía claramente sus orígenes y los reflejó en obras como Hamlet y los sonetos.

© The Independent

Traducción: Jorge Anaya

 
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