Nueva traduccción de Noche de reyes o Como quieran
Buscan acercar la obra del bardo inglés al público joven
Una obra de William Shakespeare de título un tanto extraño porque no tiene nada que ver con lo que se escenifica, y que por eso y otras complicaciones no ha sido de la preferencia de los críticos y los historiadores, aunque llegó a despertar un profundo interés en el director de teatro Ludwik Margules, es la que han traducido Angelina Muñiz-Huberman y Alberto Huberman.
Se trata de la tragicomedia de enredos Noche de reyes o Como quieran y que acaba de publicar la Dirección General de Publicaciones del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, en su colección Clásicos para Hoy.
Angelina y Alberto cuentan que esta nueva traducción del inglés al español se hizo por petición del propio Margules, que fue la última obra que dirigió y que estuvo en temporada en el Teatro El Galeón, del 14 de agosto al 28 de noviembre de 2004.
Recuerdan que con Margules habían revisado varias traducciones de Noche de reyes o Como quieran y descubrieron que todas tienen "un lenguaje arcaico, barroco, de español de España, muy recargado y muy impropio para acercar la juventud a Shakespeare".
Otro motivo fue que detectaron muchos errores de traducción: había partes que no se habían entendido bien o se hicieron versiones muy libres para, dice Alberto Huberman, hacerse las cosas más fáciles.
"Entonces decidimos que se necesitaban dos cosas: una traducción apegada al texto, pero con un lenguaje bello y accesible al público mexicano, sobre todo joven. Y no sólo mexicano, sino para todo el público latinoamericano. Inclusive, espero que en España también esta traducción sea más accesible que el lenguaje barroco de muchas de las versiones."
Diversidad social de lenguajes
Angelina Muñiz-Huberman, autora además de la introducción de esta versión de Noche de reyes o Como quieran, agrega que no es la primera obra que traducían para Margules, pues ya lo habían hecho con La fiesta de cumpleaños, de Harold Pinter, y Ricardo III, también de Shakespeare.
"También tratamos en esta traducción de Noche de reyes o Como quieran de combinar los distintos lenguajes que usa Shakespeare en esa obra: el de los nobles, el del pueblo, el amoroso, el del bufón, el de la taberna; de lo cómico a las malas palabras, adaptadas además al vocabulario mexicano. Eso creo que le dio mucha agilidad."
Comentan por qué a Ludwik Margules le interesó esta obra poco conocida, y Angelina Muñiz-Huberman comparte:
"El llevaba años pensando en Noche de reyes o Como quieran, hasta que obtuvo apoyos para poder realizarla. Creo que lo que le atrajo mucho fue el tema del amor y todas sus posibilidades. El enfoque erótico, la cuestión de la mujer que se disfraza de hombre, pero sabiendo que en el teatro isabelino los papeles de mujeres siempre los hacían muchachos jóvenes.
"Esto para el público creaba un doble o triple disfraz sobre disfraz: un actor que tiene que hacer de mujer, pero que se disfraza de hombre. Es un hombre disfrazado de hombre. A él le interesaba mucho este rejuego de travestismo, homosexualidad y lesbianismo ignorado, pues una aristócrata se enamora de ese muchacho aparente, de la mujer disfrazada de hombre.
"También hay amor heterosexual, todas las posibilidades del mundo erótico, lo que le atraía mucho a Margules para poderlo poner en juego en la escena."
Entre los personajes de esta obra figuran el duque Orsino, Viola (disfrazada de Cesáreo), su hermano gemelo Sebastián, el capitán Antonio, la condesa Olivia, el bufón Feste y Malvolio, mayordomo de Olivia. Dice Alberto Huberman:
"Para nosotros Malvolio es muy importante, aunque, curiosamente, ningún crítico ha puesto el dedo sobre lo que significa ese personaje, que es un puritano (católico). Y en esa época había luchas religiosas importantísimas en Inglaterra, que acababa de romper con el Vaticano y había surgido la Iglesia anglicana. Y el episodio en que se burlan de Malvolio es una burla al puritanismo, que era enemigo del teatro."
Agrega Angelina Muñiz-Huberman que esta obra ha representado complicaciones para los críticos e historiadores, que no la han difundido de manera suficiente. Por eso, agrega, era muy importante que se representara y se publicara.