Murió Antonio Gutiérrez, hito del cómic mexicano
Antonio Gutiérrez, uno de los más importantes historietistas mexicanos, ilustrador de series como Yesenia, Rubí, El pecado de Oyuki y muchas más escritas por Yolanda Vargas Dulché para la revista Lágrimas y Risas, murió el pasado primero de mayo, a los 86 años de edad, víctima de insuficiencias cardiaca y renal. Sus cenizas serán depositadas en un nicho de la agencia funeraria ubicada en Sullivan 71, colonia San Rafael, luego de una ceremonia religiosa, que se ofrecerá hoy a las cuatro de la tarde.
Gutiérrez, creador del dibujo a medio tono con lápices a carboncillo, que dominó el cómic mexicano desde la década de 1940 y hasta mediados de los años 80, nació el 4 de febrero de 1920 en el Barrio de San Miguelito, en la capital de San Luis Potosí.
Sus primeros trazos
A los 17 años, después de publicar su primera historieta, Kombo el hombre león, en la revista Macaco, emigró al Distrito Federal para probar suerte. Con un peso y 25 centavos tomó un tren a la capital del país y juró no volver hasta ser un profesional de la ilustración. Precavido, gritó su promesa justo cuando la máquina pitaba. Y cumplió.
A partir de un anuncio en un periódico que ofrecía trabajo a dibujantes, llegó al estudio de Ramón Valdiosera, quien le ofreció el empleo de borrar los trazos a lápiz de los cartones ya entintados.
Aprendió el oficio de narrar historias con dibujos al lado de Valdiosera y otras leyendas del cómic nacional, como Arturo Casillas y Francisco Pancho Flores. Si bien al principio copiaba al Príncipe valiente, de Harold Foster, eventualmente se hizo de un estilo propio, de trazos fuertes y dinámicos.
En 1943 comenzó a trabajar para la revista Pepín, donde desarrolló su técnica de medio tono, combinación de lápiz, carbón y acuarela, que resultaba en imágenes de realismo casi fotográfico. Ahí conoció a la guionista Yolanda Vargas Dulché, cuyas historias marcaron una época.
En 1951 abandonó la historieta para fundar el Canal 5 de televisión con Guillermo González Camarena. Fue director artístico, jefe de producción y realizó cortinillas de dibujos animados, pero Vargas Dulché lo llamó en 1954 para integrarse a la Editorial Argumentos (Edar), hoy Grupo Editorial Vid, donde realizó sus trabajos más importantes.
Martín Arceo S.