Repudia la injerencia gubernamental en la designación de su dirigente
El sindicato minero ratifica en convención a Gómez Urrutia hasta 2008
La 34 convención general ordinaria del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana (SNTMMSRM) ratificó ayer a Napoleón Gómez Urrutia como secretario general de esta organización hasta el año 2008 y repudió la injerencia gubernamental en la designación de su dirigente.
Por unanimidad, los 80 delegados acreditados a la convención se pronunciaron en favor de la permanencia de su dirigente y aseguraron que la convocatoria es legal y cumple con todos los requisitos, ya que se emitió 11 días antes de que la Secretaría del Trabajo y Previsión Social desconociera al actual comité ejecutivo nacional, además de que se celebró conforme a los artículos 104, 105 y 106 de sus estatutos.
Al dar a conocer el acuerdo tomado por los convencionistas, Juan Luis Zúñiga Velázquez, primer secretario del consejo general de vigilancia y justicia del SNTMMSRM, reiteró que él nunca firmó el documento que la Secretaría del Trabajo utilizó para desconocer a Napoleón Gómez Urrutia.
Como prueba presentó un trámite de "reconocimiento de firma" que realizó la notaría pública número 103 del Distrito Federal, cuyo titular es Armando Gálvez Pérez Aragón, quien dio fe en el acta número 114 mil 69, del 3 de marzo del presente año.
Así, ratificó que su firma fue falsificada y que sin ella, resulta que el oficio mediante el cual se pidió la destitución del dirigente minero, sólo lo firmó una persona, Juan Pablo Patiño Rocha, quien era el segundo vocal. Es decir, con el voto de una sola persona la Secretaría del Trabajo creó todo el conflicto laboral minero, ha obligado a la movilización de centenas de organizaciones sindicales, dio pie a la muerte de más mineros y ha puesto en riesgo la fuente de empleo de importantes sectores productivos.
Sería mejor, señaló, que el gobierno federal parara su aberración de sostener ficticiamente a Elías Morales, "reconociera que se le salió de las manos el conflicto e hiciera caso de la voluntad de los trabajadores, porque hay peligro de que haya más violencia y corra más sangre en la lucha por la autonomía sindical. ¿Cuántas muertes más necesita el gobierno para entender que no podrá imponer a los dirigentes?" preguntó.
En conferencia de prensa, planteó que si los trabajadores no quisieran a Gómez Urrutia como secretario general, ya lo habrían manifestado así en la asamblea de Monclova, Coahuila, o en la 34 convención general que se lleva a cabo en esta ciudad, la cual aún está en curso. Agregó que no están en contra de que se investiguen las cuentas de los 55 millones de dólares, que entregó Grupo México al sindicato como indemnización a los trabajadores por la privatización de dos mineras, que presuntamente fueron desviados, y que por el contrario, están dispuestos a entregar información a la comisión que se integró en la Cámara de Diputados para investigar el origen y destino de estos fondos.
De la convención explicó que participaron representantes de 73 secciones legalmente constituidas; sin embargo, son 80 delegados porque se elige uno por cada mil trabajadores y hay secciones que rebasan este número. Agregó que las únicas que no se presentaron a esta convocatoria son los dirigentes estatales que están en revisión o tienen conflictos fuertes por la intromisión gubernamental, pero que de todas formas apoyan al actual comité.
Dijo que en esta sesión Gómez Urrutia entregó su informe de gestión de labores de junio de 2004 al 30 de abril de 2006; y que en los siguientes días se presentarán los informes de otras carteras y, conforme a los análisis de estos documentos, se tomarán los acuerdos de conclusión.
De la trama de cómo se orquestó el plan contra Gómez Urrutia, dijo que se fraguó desde mucho tiempo atrás, y en ello están implicados Patiño y Raúl Hernández Vega, quien era el representante obrero ante el Instituto Mexicano del Seguro Social en el consejo consultivo.
El 18 de febrero, en una reunión en la sede para valorar toda la situación, Patiño señaló que "todo había sido provocado por órdenes de Víctor Flores -dirigente del Congreso del Trabajo- y que él había escuchado a Elías Morales decir que Víctor Flores estaba detrás de todo esto en el caso de mandar a estos vándalos". El enemigo estaba en casa.
De la investigación que realiza la Procuraduría General de la República, Zúñiga Velázquez adelantó que están por catearse domicilios de otros integrantes del comité, "los que están más apegados, los más fieles a la dirección nacional del sindicato" y anunció que una de ellas es de Juan Linares" pero si realmente se quisiera terminar con esto sólo se tendría que llamar a los contadores del sindicato que tienen la instrucción de entregar la información para aclarar todo.