Tampoco hay desaparecidos, asegura el procurador Abel Villicaña
''Nadie ha denunciado delitos sexuales''
Tultitlán, Mex., 9 de mayo. El procurador mexiquense, Abel Villicaña Estrada, aseguró que la dependencia a su cargo no ha recibido demanda penal alguna por el delito el violación sexual en agravio de integrantes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, de San Salvador Atenco.
Destacó que sólo 16 policías son investigados por presunto abuso de autoridad cometido durante los hechos violentos ocurridos en esa localidad y en Texcoco, los días miércoles y jueves de la semana pasada.
Villicaña Estrada sostuvo un encuentro con empresarios, al cual no fueron invitados los medios de comunicación. Sin embargo, al término del acto precisó que la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM) no ha recibido ninguna demanda formal de víctimas de abuso sexual cometido durante los acontecimientos de Atenco, como se ha difundido en medios informativos. Destacó, no obstante, que las denuncias expuestas en la prensa serán investigadas.
Agregó que tampoco existen personas desaparecidas, como se ha difundido. Explicó que la versión de que el hijo de Ignacio del Valle estaba desaparecido es falsa, y argumentó que eso ocurrió porque muchos detenidos falsearon sus nombres, como fue el caso de César del Valle, pero él no está perdido, está sujeto a proceso penal.
Desmentido a Benítez Treviño
A diferencia del secretario de Gobierno mexiquense, Humberto Benítez Treviño, quien dijo que sólo para efectos internos sería investigada la actuación de los policías estatales acusados de cometer excesos, Villicaña Estrada aseguró que existe una lista de 16 policías federales, estatales y municipales sujetos a investigación por abuso de autoridad.
Respecto de la muerte del menor Francisco Javier Cortés Santiago, de 14 años de edad, Abel Villicaña intentó deslindar a policías de la Agencia de Seguridad Estatal, al afirmar que integrantes del frente atenquense habían asaltado a unos policías ministeriales que circulaban por el lugar de los hechos y les robaron las armas de cargo.
Finalmente Villicaña reveló que la procuraduría estatal no tiene evidencias de quién pudo haber disparado, toda vez que el cuerpo del joven fue levantado en un lugar distinto de donde ocurrió el robo de las armas, y dejó entrever que la bala que quitó la vida a Javier Cortés podría corresponder a alguna de las pistolas robadas a los agentes ministeriales.